RAMOS SOTO “RECTOR MAGNÍFICO” FALLECIÓ EN DÍA QUE RECUERDA A DESAPARECIDOS

Redacción Central / EL LIBERTADOR

Tegucigalpa. En las últimas horas se ha confirmado el deceso del exdiputado del Partido Nacional, Oswaldo Ramos Soto, tras un coma inducido por una complicación cerebrovascular que lo tenía hospitalizado desde inicios de mes.

Ramos Soto en campaña política junto al expresidente Ricardo Maduro y el diputado «Toño» Rivera.

Ramos Soto de 77 años, además de ostentar un curul en el Congreso Nacional desde 2006 hasta enero 2022, también fue presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) entre 1990 y 1992 cuando fue destituido por el Legislativo, años antes fue rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), entre 1982 y 1988.

La figura del Partido Nacional, recibió el apodo de “rector magnífico”; sin embargo, en la genética del movimiento popular hondureño de la década de 1980, se le recuerda por su colaboración en las desapariciones forzadas de estudiantes bajo la doctrina de Seguridad Nacional del extinto general Gustavo Álvarez Martínez, según denunció el líder de la Fuerza Universitaria Revolucionaria (FUR), Milton Jiménez Puerto, en 1993.

Ramos Soto en amena platica con el exgobernante y condenado por narcotráfico, Juan Orlando Hernández.

Como diputado, Ramos Soto no estuvo exento de escándalos de corrupción, en 2022 fue acusado por pertenecer a una red legislativa que, a través de oenegés se drenaron cerca de 20 millones de lempiras; además, apoyó ilegal reelección de Juan Hernández en 2017 y promovió el golpe de Estado de 2009.

Cabe señalar que cada 30 de agosto, que marca el deceso de Ramos Soto, se conmemora el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, crímenes que en Honduras se ejecutaron a inicios de la década de 1980 contra líderes comunitarios como Tomás Nativí y el dirigente estudiantil Eduardo Becerra Lanza, entre muchos otros.

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