En entrevista exclusiva con EL LIBERTADOR, la secretaria de Salud, Carla Paredes, advirtió que el fideicomiso asignado desde 2014 a instituciones privadas solo los nutrió “monstruosamente”, sino que estafó al pueblo hondureño porque ni siquiera respetaban especificaciones técnicas.
“Ellos le compraban a quien querían, la marca que querían, y por el precio que querían. Eso no es así ahora. Ahora, los procesos son absolutamente transparentes y competitivos”, agregó.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El sector privado “bendecido” con el fideicomiso de Salud, destruyó la capacidad de gestión que tenía el Gobierno de Honduras para ejecutar la compra de medicinas e insumos para atender pacientes, reveló en diálogo exclusivo con EL LIBERTADOR la titular de la Secretaría de Salud (Sesal), doctora Carla Paredes.
La funcionaria atendió a este periódico para una radiografía completa del sistema de Salud, su rescate y renovación desde el 27 de enero de 2022 cuando la presidenta Xiomara Castro tomó las riendas del país, perfilando que el mecanismo de compras a través de la banca privada (aplicado desde 2014), solo nutrió de forma “monstruosa” a quienes se les asignó la función del Estado.


“Mi antecesor (doctor Manuel Matheu) tuvo esas llamadas, esas presiones (por retomar el fideicomiso). Recuerde que yo llego 2024 y los fideicomisos hace ya dos años que han dejado de existir”, respondió Paredes al ser consultada si ha sido “acorralada” por quienes se vieron afectados por la cancelación del fideicomiso.
Si bien no ha sentido ninguna presión de los “afectados”, fue contundente al respecto, nunca hubo beneficio para el pueblo hondureño, “no había cómo medir ejecución. Daño, sí hizo todo el daño, porque se destruyó la capacidad de gestión que tenía la Secretaría. Desintegraron los equipos de compras, desintegraron los equipos de licitaciones, desintegraron todo lo que pudieron”.
En su análisis, Paredes lamentó que el departamento de compras de Sesal quedó como “figura decorativa” y que evidentemente, al cancelar el mecanismo “los que más han perdido son ellos (quienes tenían el negocio con el Estado), porque el overhead (comisión de gastos) que se cobraba era una cosa monstruosa”.
La doctora además dejó en evidencia que el fideicomiso era inflexible y poco interesado en servir al hondureño, pues solo compraban lo mínimo según el “papel”, de ahí que solo gastaban 1,300 millones de lempiras en medicinas, “y nosotros pasamos a comprar ahora 5,000 millones en medicamentos, no solo porque ampliamos cuadro básico, sino porque realmente abastecimos”.
“Nunca compraron un equipo que funcionara. Nadie respetaba ni cuidaba las especificaciones técnicas. Ellos le compraban a quien querían, la marca que querían, y por el precio que querían. Eso no es así ahora. Ahora, los procesos son absolutamente transparentes y competitivos”, agregó.
Paredes celebró que ahora el Estado tiene buenas relaciones con las empresas a quienes compra medicinas e insumos y que Sesal está “dando un extra” para abastecer hospitales.
La entrevista completa será publicada en la edición mensual de EL LIBERTADOR.
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