El Consejo Nacional de Educación (Coned), inició el camino a la construcción de un nuevo modelo educativo en Honduras que busca fomentar la justicia educativa, la igualdad y acceso educativo, y que priorice el pensamiento analítico y crítico, entre otras cosas.
“Estamos planteando la estructuración de un modelo educativo basado en el Paradigma de Educación Liberadora”, explicó el reconocido sociólogo, Roberto Briceño.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El Paradigma de la Educación Liberadora fue un movimiento creado por el pensador brasileño y una de las personalidades más notables en la historia de la pedagogía a nivel mundial, Paulo Freire, cuyo enfoque busca fomentar la libertad, la conciencia crítica y la participación activa de los estudiantes en su proceso de aprendizaje.


Este paradigma se opone a métodos tradicionales de enseñanza que suelen ser más autoritarios y centrados en la transmisión de conocimientos de manera unidireccional; por el contrario, promueve la reflexión sobre la realidad social y cultural, invitando a los estudiantes a cuestionar y analizar su entorno, fomentando una participación activa de los alumnos, entre muchos otros puntos.
En ese sentido, el Consejo Nacional de Educación (Coned), inició con la construcción de un nuevo modelo educativo que lleva por nombre: “Modelo Educativo Refundacional de País”, que será enfocado bajo el Paradigma de la Educación Liberadora de Freire.
“Un modelo educativo es la concreción de un paradigma pedagógico y en este caso el paradigma pedagógico que se está que está fundamentando es el paradigma de la educación liberadora de pensamiento crítico y humanista, más el buen vivir, es decir, la relación armónica con la comunidad y con la naturaleza, esos son elementos del nuevo modelo que se está planteando”, explicó a EL LIBERTADOR, el reconocido sociólogo y catedrático universitario, Roberto Briceño.
La construcción de este nuevo modelo educativo, se irá hilando en un proceso participativo, involucrando instituciones del sector educativo, sociedad civil, grupos étnicos, jóvenes, niñas y niños, padres y madres de familia, entre otros.
Bajo este paradigma, permitirá que el nuevo modelo a plantear se desarrolle promoviendo la justicia educativa, la igualdad de oportunidades en el acceso educativo, que priorice asuntos como el pensamiento analítico y crítico, la capacidad para resolver problemas, que forme a las personas en habilidades integrales, intelectuales, de lectura, análisis y comprensión.


Además, se requiere que sea –según expuso el Coned– pluripedagógico, pluricultural, con visión de país, que tenga en cuenta la transdisciplinariedad – forma de organización de los conocimientos que trascienden las disciplinas de una forma radical– y la interdisciplinariedad – que cruza los límites tradicionales entre varias disciplinas académica–, más que conocimientos segmentados.
Lo anterior para generar en los estudiantes una cultura de horizontalidad y de solidaridad partiendo de la relación de colaboración mutua respetando las condiciones de cada persona.
“Honduras requiere de un Modelo Educativo nuevo, profundamente transformador. Durante dos siglos se ha construido un país altamente desigual en todas las facetas que componen el desarrollo, en materia económica, social y educativa. Se requiere de un Modelo que haga que Honduras priorice el acceso a la educación pública con calidad”, explicó el secretario educativo del Coned, Alexis Ordóñez.
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