MODELOS DE “CUQUI” Y DE OTROS REVELAN INÚTIL CONTROL DE TRANSPARENCIA

El comisionado de Acceso a Información Pública, Vladimir Mendoza, ha criticado que funcionarios del Gobierno Hernández actuaron sin justificación, violentando todos los mecanismos de transparencia y reglamentos internos de las instituciones estatales, lo anterior luego que se conociera que Jesús “Cuqui” Mejía, contrató “reinas de belleza” para laborar en la ENEE.

Según trascendió, Mejía, fungiendo como gerente de la estatal de energía, contrató a las modelos “Lani” Pastor y Vicky Thalami Mejía, quienes también lo acompañaron en Hondutel, para ocupar cargos con sueldos de entre 70,000 y 90,000 lempiras; además, éstas no son las únicas féminas favorecidas, ni “Cuqui” el único funcionario con caros gustos masculinos pagados por el pueblo hondureño.

 

Redacción Central / EL LIBERTADOR

Tegucigalpa. La Ley de Secretos de la dictadura de Juan Hernández, no pudo esconder los muy valorados e íntimos gustos varoniles de sus funcionarios, entre tantos casados y solteros, destacan Ebal Díaz y Jesús “Cuqui” Mejía. Estas facturas pagadas con impuestos de la sociedad hondureña revelan la inutilidad de los mecanismos de transparencia y de las instituciones encargadas de veeduría social para prevenir la corrupción en Honduras, han fallado. Así trascendió que el exgerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), Jesús “Cuqui” Mejía, utilizara su “poder” para contratar “reinas de belleza” para su servicio.

Exgerente de ENEE, Jesús «Cuqui» Mejía.

La práctica no es nueva, pero si eternamente impune, según lo ha revelado una investigación del diario “El Pulso”, el nacionalista “Cuqui” Mejía trajo el vicio desde que fue titular de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Hondutel) que, curiosamente, está a nada de quebrar tal y como sucedió con la ENEE, que sin competencia, se fue a la bancarrota en la administración del exfuncionario que la dejó con un déficit de 80,000 millones de lempiras.

El rotativo señaló que Mejía contrató a varias modelos para cargos controversiales en la ENEE, algunas ni siquiera eran plazas existentes o bien definidas, tal es el caso de Yolani Waleska Pastor que devengó un salario de 70,000 lempiras y ha sido acusada como “paracaidista” por personal de la estatal, es decir cobraba sin presentarse a trabajar.

Mejor conocida como “Lani” Pastor, se identifica en redes sociales como licenciada en Relaciones Internacionales, supuestamente con máster en Finanzas y CEO de una tienda en línea “Show Elegancia”, en su perfil de Instagram muestra orgullosa su ropa “en tendencia” y su supuesto talento en pasarelas.

«Lani» Pastor en un mitin político con el movimiento «Juntos Podemos» del Partido Nacional.

Esta hondureña ganó el premio “farandulero” de “Extra” a “mejor modelo de 2020”, en un perfil de una revista social la identifican por laborar en el sector energético; además, ella misma ha compartido su arraigo por el Partido Nacional, pues en la contienda primaria de 2021 intentó una diputación con el movimiento “Juntos Podemos” de Mauricio Oliva; sin embargo, únicamente alcanzó unos 35,652 votos.

Otra vinculada es Vicky Elizabeth Thalami Mejía, quien supuestamente cobró sueldo de 90,000 hasta casi 400 mil lempiras por fungir como asistente en uno de los cargos que sí existen en la ENEE.

Si bien “Lani” Pastor reaccionó sobre el tema, su respuesta no fue contundente para desmentir la publicación de “El Pulso”, pues dijo que se trata de un ataque hacia ella por “ser mujer” y por el vínculo de confianza con “Cuqui”, confirmando que trabajó con él en Hondutel.

En redes sociales, «Lani» Pastor se presenta orgullosa de su trabajo como «reina de belleza».

La “modelo” nunca dijo que el informe era una mentira o que presentaría pruebas para demostrar error, de hecho, restó mérito al rotativo al calificar la investigación como simples comentarios: “Cada quien sabe lo que habla, lo que quiere decir, yo estoy ocupada con mi familia y mi trabajo para prestarle atención a estos comentarios”.

En tanto, “Cuqui” respondió a hondureños que lo emplazaron en Twitter, afirmando que se puede hacer una apuesta e ir a los datos de ENEE para verificar que la información es verdadera.

Pese a desestimar la nota que la vincula a un posible caso de corrupción, en su perfil de Linkedin «Lani» confirma que trabajó en la ENEE como asistente del gerente general.

Ante todo lo anterior, el comisionado del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), Vladimir Mendoza, ha dicho a EL LIBERTADOR que estos vicios han estado presentes en la administración pública se debe a la falla en implementar los controles de transparencia.

“En primer lugar, es que las estatales no tienen controles internos efectivos, eficientes y completos de procesos para la contratación de personal y para seguimiento de los que fueron nombrados. Es muy probable que no existan manuales de puestos, salarios y funciones bien definidas donde los titulares de las instituciones tienen que seguir de conformidad al tipo de perfil seleccionado”, comenta a este periódico.

Mendoza explica que si existen manuales bien definidos, pero que los funcionarios actuaron al margen de la ley y esos son casos de evidente corrupción, además que atenta contra el código de ética del servidor público ya que nunca se guían por la meritocracia y eso ha provocado que el Gobierno haya quedado en la bancarrota tras la salida de Juan Hernández y compañía.

En enero pasado el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) entregó a ENEE reconocimiento por cumplir con publicación de información de oficio.

El comisionado del IAIP ha instado que en la política pública se debe ejecutar un diagnóstico en lo interno de las instituciones para abarcar la parte técnica, lo financiero y los recursos que quedan, de modo que se pueda plantear una buena administración del Gobierno.

Al analizar el tema de “Cuqui” en la ENEE, Mendoza ha dicho que para él es claro que los mecanismos de transparencia “nunca fueron implementados, se ha gastado mucho dinero en cuanto a la elaboración o creación de mecanismos de control, sin embargo, no han sido implementados”.

Destaca que la Ley de Acceso a la Información Pública determina que el IAIP no cuenta con facultades para auditar financiera y legalmente, pero si puede emprender acciones contra funcionarios que no rindan cuentas.

Sin embargo, desde la experiencia, EL LIBERTADOR ha constatado que los documentos que se publican en portales de transparencia no detallan a profundidad la ejecución de presupuestos asignados y, de hecho, sucede que éstos tienen hasta varios meses de retraso o publican información a medias y han llegado al punto de únicamente mostrar archivos en PDF presentados para “salir del paso”.

Es tan pobre la legislación de transparencia que hasta los corruptos pueden salir en buenos lugares de “transparencia” sólo por cumplir la subida de información sin interés público y sin auditoría legal y de fondo que evidencie los abusos y robos de funcionarios hondureños.

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