La superintendencia de esa escuela se niega a realizar un ajuste en el cobro de las mensualidades, por los servicios no prestado como el uso de las instalaciones, clases extracurriculares, pese a que el Estado de sitio producto del covid-19 ha retraído la economía del país.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”, dijo una vez Nelson Mandela, un abogado, activista contra el apartheid, político y filántropo sudafricano. Es así, que deponer la calidad educativa por sobre intereses económicos, es negar a la niñez y adolescencia la oportunidad de construir un mundo mejor. En Honduras, esta preocupación aqueja al menos a 206 padres y madres de familia de la Dowal School, una institución educativa bilingüe fundada en 1987 en la capital hondureña.
La preocupación estriba en la calidad educativa que reciben actualmente sus hijos, en vista que por el Estado de sitio decretado tras el arribo del virus covid-19 al país, estudiantes y padres de la Dowal han tenido que aplicar el job home (trabajo en casa), ante la pandemia; igual situación han asimilado demás estudiantes de las escuelas públicas y privadas en todo el territorio hondureño. Por ello, los padres de familia se han organizado para exigir la calidad educativa que sus hijos merecen, y que sea acorde al pago que realizan por los servicios prestados a la Asociación Hondureña para la Enseñanza Tecnológica Experimental SA de CV (Ashetex).
Ashetex es propietaria de esa institución educativa, registrada bajo la matrícula 70554 en la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT), y cuyos socios son Irma Cristina Domínguez Cantarero y Jhon Walter Connor; pero mediante protocolización de acta de asamblea del 10 de diciembre de 2019, la señora Domínguez Cantarero le cedió sus acciones 9,600 acciones a la señora Celeste Beatriz Domínguez Guifarro, quien tiene una maestría en Administración de Empresas por el INCAE Business School (Instituto Centroamericano de Administración de Empresas).
MISMOS PRECIOS, DIDÁCTICA DIFERENTE
De acuerdo con los denunciantes, que representan el 50 por ciento de los clientes en vista que la población estudiantil es de aproximadamente 570 alumnos, cada clase que reciben los menores tiene una duración de 30 a 40 minutos vía Zoom, una aplicación gratuita y no mediante una plataforma adquirida por la institución. “El departamento de Orientación no dio charlas inductivas ni motivacionales, para que los niños tuvieran la seguridad de que todo va a estar bien, tampoco crearon estrategias para mantener la atención de los niños, que se distraen fácilmente pues se extrañan y tienen mucho que contarse, sino que más de 20 alumnos reciben la clase al mismo tiempo”, sostienen.
Si bien la escuela no ha aplicado una didáctica acorde a la situación actual del país y del mundo, los cobros por servicios son los mismos. Este rotativo tiene en su poder la circular de fecha 25 de abril de 2020, donde les comunican que en vista de la situación actual, recibirán “un descuento del 10% en las colegiaturas de mayo y junio. Al padre de familia que haya realizado el pago de mayo, se le hará el descuento en junio de forma acumulada (20%)”, también que “no habrá descuento sobre descuento. Para gozar de este descuento se debe estar al día en los pagos al 31 de marzo. El descuento en estas colegiaturas (mayo y junio 2020) estará habilitado hasta el 30 de junio del presente año”.
Sin embargo, al descuento que se refieren es el mismo que ofrecen cada año, pese a que este año los costos operativos de la Dowal se han reducido al no realizar las clases presenciales. Los costos de matrícula alcanzan los mil dólares (unos 25 mil lempiras), y la mensualidad es de 10,500 para primaria y 12 mil para secundaria durante 10 meses. “Tradicionalmente se ha tenido la idea de que si matriculamos a nuestros hijos en la Dowal, es porque tenemos dinero, pero no es así: elegimos esa escuela porque amamos a nuestros hijos y queremos que tengan la mejor educación que podamos pagar”, aclaran.
NIÑOS DEBEN SER PRIORIDAD
La Dowal ofrece clases en áreas deportivas y artísticas, además de grupos extracurriculares, en 13 diferentes disciplinas: natación, teatro, ballet, basquetbol, futbol, voleibol, dibujo y pintura, danza popular, coro infantil y juvenil, danza folclórica, taller de arte, violín, orquesta, percusión y vientos. Es así que comunicaron a la superintendente y ex socia Irma Domínguez, que considerase su petición en vista que “las herramienta tecnológica son básicas y gratuitas en su mayoría, porque los grados que utilizan otro tipo de plataformas han sido compradas por los padres junto con la computadora que obligan a adquirir”.
En relación al cobro de las mensualidades, los afectados solicitan un ajuste en consideración a los servicios no prestados como el uso de las instalaciones, clases extracurriculares y demás que representan una disminución en los gastos administrativos. Cabe aclarar que las autoridades dejaron de cobrar el transporte. Pero en una nota del 30 de marzo, Domínguez Cantarero les hizo saber que tuvo una reunión virtual con un grupo de padres de familia, donde “fui clara al decir que no podemos dar descuentos, pero sí ofrecer arreglos de pago… estamos protegiendo sobremanera la estabilidad laboral, no afectando el salario a ninguno de nuestros colaboradores, esta meta la hemos logrado hasta el día de hoy 30 de abril; no sabemos si lo vamos a lograr en mayo, porque todo dependerá de los ingresos que recibamos”.
Un dato curioso es que en la reunión estuvo presente el presidente de la Sociedad de Padres de Familia de la Dowal, Álvaro Albornoz Pérez, quien quiso representar a los 206 padres afectados, pero éstos lo rechazaron y aclaran a este rotativo que él no los representa. Albornoz Pérez de nacionalidad venezolana y naturalizado hondureño en 2010, es recordado por haber sido condecorado por la dictadura del transportista Roberto Micheletti Baín en 2009, después que en su blog anunciara a Micheletti como el nuevo libertador de América; ese mismo año fue observador de las elecciones generales por la Alianza, Paz y Democracia. En 2013, cruzó insultos y amenazas a muerte con el vicepresidente del Congreso Nacional, Marvin Ponce, un actual asesor del gabinete de Juan Hernández. Ponce señaló que Albornoz “representa a grupos paramilitares de Venezuela y de Colombia”.
Más allá de eso y ante las constantes negativas de la escuela, los afectados han sido contactados por otros padres de familia para crear una Asociación de Padres de Familia de Escuelas Bilingües, que represente los intereses y vele por los derechos de los niños y las niñas, contemplados en la Constitución de la República, el Código de la Niñez y Adolescencia, Código de Familia y sus disposiciones en el Código Penal y Código Procesal Penal, así como en la Declaración de los Derechos del Niño de la Organización de Naciones Unidas (ONU). “Tan sólo exigimos nuestro derecho y el de nuestros hijos, hasta antes de la emergencia sanitaria estábamos felices por el desempeño de la Dowal; sepan que cada día nos encontramos más fuerte y unidos en la lucha por la educación que nuestros hijos merecen”, finalizan los padres de familia.
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