Desde hace un siglo, la esencia del programa extranjero y de la élite política del patio es la destrucción del Estado de Honduras y la principal acción es nunca permitir que nazca un verdadero poder judicial, ni un hondureño con arraigo nacional, los actores y actrices son los mismos, ayer fue “Banana man” sentando en la presidencia al fundador del Partido Nacional y hoy una estructura narcocriminal que pretende usurpar la voluntad del pueblo, son los mismos.
Durante 200 años los dueños del país, cuando regresan del extranjero, políticos y empresarios, le cuentan al hondureño, las maravillas del desarrollo de las Naciones avanzadas, de sus grandes monumentos, de gente alegre, bulevares de 16 vías, calles iluminadas, pero a nosotros solo nos construyeron una sociedad obscura, atraso, en resumen un ambiente malo que los que no resisten migran por la noche.
Solo enamorado o a pija, ese era el secreto de Juana para aguantar Honduras, y es que en verdad ¿qué pecado paga el hondureño que lleva siglos en el purgatorio, solo sufrimiento? ¿cómo me hablan ustedes “cositos”, de la democracia que hay que salvar?, si el principal obstáculo son ustedes, un partido que no solo masacró en todo el territorio, por eso el juez Castel lo llamó estructura criminal y mandó al cabecilla a la “Montaña del sufrimiento” ¡Booo! ¡Dulce o atraco!
Reflexión
EL LIBERTADOR
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Tegucigalpa. Un país frío, donde cae nieve y los presidentes de “shit holes” pasan veladas entre raperos y pedófilos, se eleva un palacio níveo, enormes columnas representado los pilares de la fuerza, recinto que nadie visita por voluntad propia, cerberos prestos en puertas gigantes y robustas, el silencio reina en aquel imponente lugar donde solo se puede entrar con papel y lápiz. En el amplio salón, está el guardia, la defensa, la parte acusadora y algunos tres familiares, un traductor, la secretaria y el dibujante del juicio —Everyone stand! His lordship will enter at this moment. —Y, al instante, todos los ahí presentes se levantan, y aquel juez impertérrito entra, aquí no hay bromas de “cositos”, ni bravuconerías de quienes se acostumbraron a jugar con la justica, tampoco criminales que se creen arcontes, realmente ese hombre representa la seguridad nacional desde el Derecho, en esa instancia y su figura se hace sentir. Se escucha lentamente el aleteo de una mosca. Cossette será llamada a testificar.
Un inclemente Juez se para frente a los dos individuos. —Ustedes dos fueron las voces activas de conspirar contra su propio país, han buscado debilitar el Estado de Derecho de su nación para beneficio de sus grupos, maquinaron como alimañas nocturnas, siguiendo un plan de Honduras en destrucción: saqueándolo, usurpando la voluntad de su población, usando medios de comunicación sobornables para levantar propaganda y erosionar la confianza en las instituciones que les han dado de comer toda su vida ¡Seres viles! Ni aún buscando podría encontrar un infierno en Dante donde poder ubicarlos. ¿Cómo se declaran los acusados? — Sonrisitas nerviosas, quizá Tommy piense que puede llamar algún “líder” que lo ayude, mientras Cossette no se contiene y rompe en llanto, se les bajó la presión y la prepotencia también, la Themis gringa se venera. La orquesta se paró, los violines dejan de llorar y quienes mantienen los hilos de los sirvientes, los cortan. La momia vuelve al baúl.
La mente pequeña de la clase política hondureña es la responsable del caos de país que hemos vivido, nos enseñaron a ver como normal lo anormal, desde que tengamos un himno que alaba al asesino, hasta que un partido político sea una estructura criminal con líderes presos por narcotráfico, que hasta el nombre del pais lo haya puesto el saqueador, que nos enseñen en la educación pública 12 años inglés y realmente nunca pasamos del “good morning teacher how are you?”; que se venda la Patria en pedazos y que llamemos a eso “crecimiento” o “inversión extranjera”, que seamos un país triste con las calles pequeñas y las escuelas en el suelo, que lleguemos a la barbaridad de pagar por un poder del Estado como la Justicia que solo este año nos está costando 4,146 millones de lempiras –y lo que falta de “pascuas”– y que de paso es tan mediocre que les dicen que les van a poner una paralela por ser tan inútiles y sin inmutarse lo aceptan. Themis en Honduras no solo no tiene venda o la espada rota, es el instrumento para que el corrupto no reciba castigo y el malnacido siga en libertad. Los magistrados viven más allá de lo que un hondureño jamás podrá, sin tener resultados y cada vez pide más dinero al lomo del pueblo, es la antítesis del desarrollo.
Los temas que deberíamos discutir como nación se vuelven “memes”, ante la falta de ciencia cualquier idiota escribe desde “X” y comienza el debate pendejo, si algo es IA o no, que si la esposa del narco quiere ser presidenta o si el que tiene juicios pendientes puede ser candidato, el desmontaje de un sistema democrático serio pasa por los miles de ejemplos de abogados vendiendo sus servicios a los criminales, mientras están recibiendo un exagerado salario de los hondureños, los criminales compran y venden jueces, por eso el medios tradicionales mienten en impunidad, llegan a los excesos de borrar sangre en las fotografías, pastores y sacerdotes los bendicen, como una aburrida película del Viejo Oeste no hay Sheriff en el pueblo, entonces lo ofrece el extranjero, aún el busero maquina desde el “Progreso” –o Polanco, donde se esconde la escoria en sábanas de seda; Batson ahí anda paseando en los centros comerciales, todavía perseguido por el ridículo ante Fulton, inmune por ser “Parlacen” –que tampoco sabe nadie para qué sirve, más que para chupar los pueblos y esconder gansters de Estado – y su hija también, su yerno también, una cola infinita de corrupción, ilegalidad donde el criminal muere gordo y feliz. Mientras nos sigue llegando la factura de la Justicia que bien pagamos y sirve a otro.
Los audios de Cossette, no es un tema de muchachos en una esquina fumando mariguana, es seguridad nacional, dos de los principales personajes de esta mala narconovela política involucrados en acciones en contra de todo un país… mientras nuestra justicia se toma vacaciones para no retornar jamás, Kafka retrató hermosamente su Poder Judicial al que no tendíamos nada que admirarle, la justicia como una fuerza absurda, laberíntica e inalcanzable, un poder que existe pero que nadie comprende del todo. No es la justicia racional que busca la verdad, sino una maquinaria burocrática que devora al individuo. Desde “Banana man” hace más de 100 años, el constructor del Partido Nacional, donde la clase política regaló el territorio y la justicia nunca actuó, es más le fue servil, la maldición se quedo en la tierra, se enredó en las plantas y hoy vive en el alma de los políticos corruptos.
Como nación nos han acostumbrado tanto a la destrucción, que cuando miramos algo distinto, lo vemos ajeno, como lo que no nos pertenece, como lo que no existe para la prensa tradicional y los delirantes de la “Prisión Vede”. El hondureño tiene el derecho y el deber de vivir en un Estado de bienestar, lejos de las lacras vividoras, que enferman el cuerpo de la sociedad, durante 200 años los dueños de Honduras, políticos y empresarios, le han venido a contar al pueblo las maravillas del desarrollo de las Naciones avanzadas, de sus grandes monumentos, de gente alegre, bulevares de 16 vías, calles iluminadas, pero a nosotros solo nos construyeron una sociedad obscura, atraso, en resumen un ambiente malo que los que no resisten migran por la noche. Avanti.
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