Si Donald Trump no reflexiona sobre su política radical anti-migrantes, el Gobierno de Honduras tiene todo el derecho de responder bajo los parámetros del derecho internacional, dijo a EL LIBERTADOR, el analista político, José Zuniga.
El experto señaló que la presencia militar de EEUU en el país, solo ha generado réditos al país norteamericano, sin embargo, precisó en la necesidad de una salida diplomática al conflicto.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. La opinión pública y la sociedad en general se sorprendió con el anunció de la presidenta Xiomara Castro en la primera cadena nacional del 2025, donde destacó –entre múltiples puntos– la posibilidad de cerrar la base militar de Estados Unidos (EE.UU.) en Honduras, la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo, instalada en Base Aérea Soto Cano, en Comayagua.
Lo anterior, como una respuesta a las políticas antimigrantes que promulga el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien amenazó con una deportación masiva de personas indocumentadas. Recientemente salió a luz que el país norteamericano mantiene una lista de 280,000 hondureños en proceso de deportación.
Según la mandataria Castro, de concretarse la medida que promueve el republicano Trump –que tomará la presidencia el próximo 20 de enero–, «tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación con EE.UU., especialmente en el campo militar, en el que sin pagar un centavo por décadas, mantienen bases militares en nuestro territorio, que en este caso perderían toda la razón de existir en Honduras».
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, señaló que espera que la Administración de Donald Trump, "sea abierta al diálogo constructivo y amistoso" y "no tome represalias innecesarias" contra los migrantes hondureños, que son un "gran aporte" para la economía de la nación… pic.twitter.com/fj8zXS8nKh
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Lo expuesto por la gobernante hondureña, a criterio del abogado y analista político, José Zuniga, responde a la aplicación del derecho internacional y, sobre todo, al interés de proteger los derechos del migrante hondureño, sin embargo, enfatizó que es necesario recurrir a soluciones diplomáticas con el que será presidente de Estados Unidos.
“Si Donald Trump tendría ya, como decisión final y que a pesar de tratar de revertir por los canales diplomáticos, alguna decisión en la política migratoria de Estados, sin ningún resultado exitoso, pues, anteponiendo los intereses patrios y sobre todo de aquellos hondureños que viven en el extranjero, tendrían que tomarse decisiones recíprocas basadas en lo que el derecho internacional nos señala”, matizó Zuniga.
Para el togado, cerrar la base militar en tierras hondureñas representaría un golpe importante en los intereses geopolíticos de Estados Unidos en la región, ya que se desmantelará el conocido como ‘triángulo del Caribe’, que se complementa además de la base Conjunta Bravo, con la que se asentó en Vieques, Puerto Rico y Guantánamo, en Cuba.
Honduras podría retirar la base militar de EEUU de su territorio
La presidenta de Honduras Xiomara Castro expresó sus deseos de que la nueva administración de Donald Trump en el Gobierno de Estados Unidos esté abierta al diálogo y que no tome represalias contra los… pic.twitter.com/o17cR6hbdk
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“Esperamos, como por bien de las relaciones diplomáticas que se han tenido, amistosas, durante años con el gobierno de los Estados Unidos, que nada más haya sido un discurso político del señor Trump durante su campaña anti-migratorias, con el fin de que nuestros compatriotas no sufran una deportación masiva y esto tenga repercusiones obviamente en la economía de nuestro país”, acotó el analista.
Asimismo, se refirió a las diversas reacciones de la opinión pública ante el anuncio y aseveró: “El problema con nuestro país, en cuanto a las posturas, es que hemos estado acostumbrados a décadas de sumisión diplomática y a no tener discursos soberanos”.
Honduras no es el único país en chocar con las políticas radicales del magnate Trump. Recientemente, el presidente panameño, José Raúl Mulino, respondió que el Canal de Panamá es y será siempre del país centroamericano, luego que el mismo Trump afirmará que Estados Unidos necesitaba hacerse de nuevo con el control de la vía interoceánica.
Anteriormente, fue México a través de su jefa de Estado, Claudia Sheinbaum, quien puso frente a la radicalización del presidente electo estadounidense, quien primero amenazó con subir los aranceles de exportación a los productos mexicanos si no se frenaba la migración y, también, de anexar parte del país azteca.
Sobre el tema, el sociólogo Armando Orellana apuntó que la postura de la presidenta Castro es importante ya que en sus manos está la dirección del país y como líder, “tiene que prever esos escenarios, esos escenarios políticos, económicos y sociales, y realmente lo que está asumiendo es ese verdadero liderazgo”.
Uno de los puntos que elevó la presidenta, fue que desde el asentamiento de la Fuerza Tarea Conjunta-Bravo, Honduras no ha percibido dinero y bajo ese parámetro, el analista Orellana enfatizó: “Esta postura firme es señalar a ese gobierno de los Estados Unidos, que tiene también el gobierno [de Honduras] la forma soberana, la posibilidad de rescindir esos acuerdos que han establecido bases militares y que no pagan ni un cinco, que no reditúan a nosotros, pero que sí a ellos en su geopolítica”.
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