En una reunión del pleno del Tribunal de Justicia Electoral (TJE), se designó el orden de presidencia que regirá para los próximos comicios electorales, definiendo que el ente estará bajo el mando del bipartidismo (Partido Nacional y Partido Liberal), lo anterior tras la elección como magistrada en jefe, de Miriam Barahona.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El Tribunal de Justicia Electoral (TJE), en una sesión pública, definió este martes el orden de precedencia y quien asumirá la presidencia de este ente electoral de cara a los próximos comicios primarios y generales.
La magistrada Miriam Barahona, representante del Partido Liberal (PL), presidirá el ente por un año y abarcará las elecciones primarias de 2025; mientras que Mario Urrutia, del Partido Nacional (PN), estará al frente en las elecciones generales meses más tarde. Por su parte, el magistrado Mario Morazán, del Partido Libertad y Refundación (Libre), asumirá la titularidad en 2026.
Sin embargo, durante las votaciones para definir estas rotaciones, el magistrado Morazán votó en contra de que Barahona ocupe la presidencia en las elecciones primarias.
“Si me presionan, no voy a atender a esas presiones; me separo de cualquier instrucción cuando la clase política sugiere a los magistrados lo que deben hacer, están vulnerando el principio de independencia judicial”, manifestó.
Morazán también aludió a negociaciones previas entre el Partido Nacional y el Partido Liberal, señalando que dichos acuerdos políticos, similares a los ocurridos en la elección del Consejo Nacional Electoral (CNE), se repitieron en el TJE.
“Ese capítulo queda cerrado, pero se consumó el pacto del acuerdo tanto en el CNE como el TJE en el sentido que entre el Partido Liberal y Partido Nacional se distribuirán las elecciones internas y las elecciones generales fue una realidad para mí ya la elección hoy se hoy ha concluido”, declaró Morazán.
El magistrado enfatizó la importancia de la independencia de los magistrados del TJE, recordando que su juramento es ante la Constitución de la República y no ante intereses políticos.
“La idea es que fueran independientes para que pudieran analizar sin ningún sesgo lo que había sucedido el año 2023 para transparentar este órgano judicial”, indicó Morazán. Y puntualizó que, su independencia como magistrados es esencial para garantizar la imparcialidad en la toma de decisiones dentro del órgano.
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