¡Madre Santa! Virgencita de Suyapa, levantó mi oración y te pido por lo hombres y mujeres que trabajan día y noche hasta que el lomo curvea; por los niños de Honduras, ya no quiero verlos en la calle con cartones de cama; Patrona, también te pido por esos idealistas que luchan por una nueva Honduras, aún cuando cada día gana el desaliento; igual pido por el corrupto y el farsante porque adentro tienen el diablo; por esos que Dios les dio ocasión de manejar el rumbo de este país y terminan arruinándose la vida y en la caída nos joden a los del pueblo. Morenita, ellos nos odian, ¿verdad?
No crea que no, Virgencita, tengo fe y mucha, sé que la gente de mal corazón puede cambiar y suplico por sus almas; sé que Honduras en algún momento dejará de ser desigual y ya nos dejarán entrar a verla adonde Usted vive, en la basílica, sin distintivos de rangos o ropas o color de piel.- Rezo cada día por esa gran Nación prometida cada cuatro años… Hoy quiero confesar con sensatez, mis votos de santidad, porque a este pueblo solo le ha quedado la fe.
Reflexión
EL LIBERTADOR
redaccion@ellibertador.hn
Tegucigalpa. Han pasado 276 años, desde que don Alejandro Colindres y el joven Lorenzo Martínez la encontraron, allá en el Piligüín; no fue casual que se haya manifestado a los trabajadores de tierra, campesinos y hombres de bien, buenas personas; no a los malandros, enfermos por deseos de billete fácil y abundante, que maquinan el mal y expulsan aliento bélico.- Como advocación, como presencia mariana que es Usted, rezo un padre nuestro, miro al cielo buscando su rostro y le pido perdón por llegar un día tarde, pero es que ayer vine vestido de “indio” y no me dejaron entrar.
Madre santa, el hondureño es bueno, te pido por ellos, ese hombre que trabaja día y noche hasta que el lomo se le curvea, por esas mujeres que echan riata por un par de cipotes; el que pone su negocito y también el que encontró trabajo, Virgencita, te pido por los niños de Honduras, ya no quiero ver esos güirros en la calle con cartones de cama; Patrona, también te pido por el corrupto y el mentiroso porque tienen el demonio adentro y que los que gobiernan que tengan discernimiento y sabiduría, que recuerden que solo son humanos, mortales, imperfectos y que aún el Rey Herodes (el grande), perdió el poder, que no olviden que el poder es fugaz es solo un ratito como la vida. Ojalá que ilumine a esos vividores de la política y a los enemigos del pueblo hondureño y a los que se marean y se olvidan de servir al prójimo con sólo poner un pie en una oficina pública.
–“En su casa todos somos iguales, Virgencita, pero es que ayer me dio pena entrar, yo venía desde el centro de la capital para pedirle que cure a mi mama, porque allá donde yo vivo no hay doctor; sudado y chuña, pero adentro había unas botas de militares sentados en los taburetes, nos cerraron la puerta, porque estaba “la gente importante”, bien catrines; nosotros somos los que dijo un tal señor Sosa, los pobres, los olvidados, los muchos… Pero dijeron que cuando terminen ellos y se vayan en sus carrotes, nos van a dejar entrar, Virgencita, aquí estoy al lumbral de la puerta esperando en penitencia por amarle”.
Para Dios y usted no hay imposibles.- Hay gente mala que cierra los ojos y deja buena ofrenda, obispos y cardenales se ríen con ellos –aquí estoy viendo– pero no es buena gente esa, nos miran hacia abajo como si ya compraron el cielo, una señora enferma se sentó en el suelo y llegaron a sacarla, de seguro por el fuerte olor de la miseria –que les aseguro no es para nada igual al de sus elixires de agua de rosas para no envejecer– la desgastada mudada que andaba ella y sus tres cipotes. Qué bonita es la Virgencita, morena como yo, hasta indígena parece ¿Será?; vestido rosa pálido y manto adornado de estrellas doradas, esos adornos de alhajas caras, se la pusieron los hombres, ¿verdad?
¡Morenita! Nos cayó la plaga en el campo y en la ciudad, allá de animales que se comen las plantas y nuestra comida, aquí de los que se comen el pisto ajeno.- Ya viera cómo está la cosa, allá en el centro, donde los vendedores del periódico, leí un tal LIBERTADOR y decía “Narco gobierno con disfraz de república” ¡Jum! Malrayo lo parta –con su disculpa Patrona– ¿Imagina Madre? Que hasta los narcos llegaron al gobierno (Shhh… ya me hacen perdidizo); pero es la pura verdad, se echaron a la bolsa hasta los zapatos de los cipotes y la escuelita en el pueblo son cuatro palos, dígame ¿Qué van a ‘prender si solo tienen tortilla dura en la panza? Y solo piensan irse en unas caravanas allá donde los gringos.
¿Se acuerda cuando la secuestraron y robaron? Que me la dejaron envuelta en papel allá “La Terraza de Don Pepe”; yo estaba con el Cristo en la boca, pues a nosotros como pueblo nos han hecho lo mismo.- Cada cuatro años nos prometen que van a cambiar y que serán diferentes, pero, eso no se ve, creo que se ríen de nosotros y piensan que somos tontos.- Virgencita ¿Usted cree que cuando llegan a sus casas y van hartarse piensan en nosotros? ¿Y cuándo van a tomar decisiones por nosotros? Hasta un supuesto italiano anda gritando que un pedazo de tierra es de él, a mí también me gustaría tener, aunque fuera una parcelita, como las que tenía mi abuela en Tocoa, y que no pudo defender porque un empresario llegó con milicos a decir que eso era suyo… ay mí Suyapita, vivir en esta tierra es duro, si supiera…
No crea que no, Virgencita, tengo fe y mucha, sé que la gente de mal corazón puede cambiar y suplico por sus almas porque si no se van al infierno.- Ya viera ese montón de cámaras y periodistas que andaban, unos hasta parece que lloraban, mientras otros hablaban como si tuvieran la verdad en sus manos, es que miran una cosa y dicen otra, una vez desde esos medios el cardenal pidió baños de sangre y hubo, viera; las periodistas serias y los periodistas serios cuentan hasta votos rurales por esas mismas cámaras que la enfocan a Usted, y después el sucio ganador le daba la espalda a Usted cuando el cura le prestaba la iglesia para que mintiera al pueblo y a Usted, ¿imagine Santa Madre? Hasta donde llegan estos abusivos de los medios tradicionales, ateos de la verdad, por eso cuando voy a orar pido por todos, hasta por la mentada Ana y por los mercenarios de la información; le cuento que Ana ahora es cristiana, pero cuando andaba en el avión y guajiada, ni con el codo decía adiós.
Allí están con lo de esa Corte, como melón trozado, unos piden cinco y otros tres y eso es pura picardía, es que son pícaros y saben lo que han hecho, tienen miedo que los metan al mamo, mire ese pelón del Ministerio Publico, calladito con los poderosos y “pianito” con los gringos, igual que el amigo de aquel que está allá, el Arqueta, que ya es tembladera de canillas porque se va de la guayaba. ¿Virgencita por qué estos hombres y mujeres que Dios les da oportunidad de ser buenos terminan arruinándose la vida? ¿Ellos nos odian, verdad? Aunque no les hayamos hecho nada. Anda como gran señora, una tal Lena que dejaron libre esta semana.- Padre nuestro que estas en el cielo, santificado sea tu nombre…
Virgencita, le pido por el que lee, por el que entiende y aún más, el que reflexiona.- Le pedimos también por esas almas que esta noche están llenas de odio contra el prójimo, le pido aún más, cuando ese prójimo es la mayoría empobrecida de su triste pueblo hondureño.
Tres padres nuestros, una súplica y la mirada al cielo.
Amen.
VEA AQUÍ EL LIBERTADOR MENSUAL, ENERO 2023
Deja un Comentario