El 60% de los hospitales en Honduras operan en condiciones de precariedad, la mayor parte del presupuesto asignado a Salud se va en pago de salarios, la falta de mantenimiento a instalaciones y equipos es norma, y, por si fuera poco, la dictadura nacionalista no dejó un esquema de transición que permita a las nuevas autoridades trabajar en condiciones óptimas para sanar al pueblo.
Esto y más, revela el primer informe de “Parálisis Sanitaria” que presentó el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) en conjunto con la Secretaría de Salud, dejando manifiesto que tras 12 años de dictadura, la vida de los hondureños nunca importó.
Redacción central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. En febrero pasado, la nueva Secretaría de Salud (Sesal), a cargo del recién nombrado José Manuel Matheu (que había sido electo como diputado), se acercó a las autoridades del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), para forjar una alianza de auditoria que ya ha entregado a la sociedad hondureña un informe del terror hospitalario.
El pasado martes, ambos entes revelaron la primera parte de “Parálisis Sanitaria”, un documento que analiza a detalle las condiciones de los 32 hospitales que operan en el territorio nacional, más de la mitad en condiciones que no son óptimas para salvar vidas.
El documento plantea además que, la cifra histórica de inversión pública para cada ciudadano, promedia apenas 1,000 al año que, evidentemente no es suficiente para tratar las dolencias profundas que hoy lamenta la población.
El estudio señala que actualmente 19 de los 32 hospitales del territorio nacional, están en condiciones no óptimas para atención integral a pacientes y seis clínicos incluso están en calamidad.
De momento, los clínicos en calamidad son: Hospital del Sur, en Choluteca; Dr. Roberto Suazo Cordova, en La Paza; Regional de Puerto Lempira, en Gracias a Dios; San Isidro y Dr. Salvador Paredes en Colón; y el Hospital de Roatán en Islas de la Bahía.
El CNA apunta también que los hospitales presentan déficit presupuestario por los cambios obligados que tuvo que hacer el Gobierno de Xiomara Castro a inicios de año, y que históricamente el dinero que se invierte en Salud, se traduce en pago del personal y no en compra de medicinas, equipo o construcción de nuevos sanatorios.
“Durante la visita técnica por parte del equipo multidisciplinario, se observó un común denominador y es los directores y jefes de áreas de los hospitales no realizaron ningún tipo de gestión de transición a las nuevas autoridades, por lo que dificulta iniciar operaciones efectivas, ya que no cuentan con información sobre los recursos, presupuestos, insumos y otros datos pertinentes para la toma de decisiones”, revela el informe.
Con esto en mente, el titular de Sesal, doctor José Manuel Matheu, anunció que a partir del 17 de noviembre comenzará una reestructuración del sistema sanitario.
Un dato curioso es que el 46% de las investigaciones realizadas por el CNA se ejecutaron sobre el sector Salud, derivando en 64 casos presentados ante la justicia hondureña, en ellos, se identifica al momento un perjuicio económico de más de 5,600 millones de lempiras.
Foto principal: Facebook Consejo Nacional Anticorrupción CNA Honduras
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