Varios analistas advirtieron que el Gobierno de Juan Hernández utilizaría la pandemia para su interés electoral y partidario, es así que se viraliza por redes sociales a cientos de hondureños repudiando la “extorsión por vacuna” y públicamente activistas del Partido Nacional sin vergüenza admiten que líderes de su partido les facilitan buses para llevar su gente a vacunar hasta las dos dosis como pasó esta semana en Campo Parada Marte.
Redacción central/EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El Partido Nacional continúa con la “extorción de vacunas” y se pasea impunemente por todo el Distrito Central, sin que haya autoridad judicial que de oficio los enjuice por ese delito. Esta semana, los buses que trasladaban activistas nacionalistas llegaron por la mañana a Campo Parada Marte y los coordinadores con guías en mano solicitaron como prioridad –violando el derecho de los demás— las vacunas anticovid para sus simpatizantes sin seguir el orden de llegada al que obligan a los ciudadanos.
Cientos de hondureños denunciaron esta acción criminal, violatoria de la vida, el principal derecho humano universalmente reconocida. Las diferentes redes sociales reprodujeron las pruebas del delito y el malestar de la ciudadanía por el abuso de los nacionalistas, pues centenas deben incluso dormir dentro de sus vehículos o en la calle para lograr un cupo y aplicarse la vacuna, por eso, han mencionado que el Gobierno Hernández ha “politizado” el peligro de la pandemia para obtener votos.
De la misma manera, han reaccionado especialistas del sistema sanitario, incluso, analistas consultados por EL LIBERTADOR ya avizoraban que esto ocurriría, el pueblo hondureño indignado hizo trascender varias imágenes que muestran la negligencia de las autoridades.
Un denunciante anónimo manifestó: “En Campo Parada Marte no han empezado a vacunar a los que estamos desde la noche anterior haciendo fila, pero sí han dejado entrar tres buses llenos de nacionalistas y sin hacer fila ya los están vacunando”.
Las imágenes muestran buses bien equipados con propaganda de la farmacia Simán, en una publicación anterior que hizo este rotativo, además, observamos que personal del Comité Permanente de Contingencias (Copeco) participó en situación permitida por las autoridades de la Secretaría de Salud y los responsables de coordinar los centros de vacunación.
Los buses también mostraban propaganda política del alcalde del Distrito Central, Nasry Asfura mal llamado “Papi a la Orden” y del empresario de transporte que después de dos veces de no lograr una diputación lo intentará por tercera vez, Blas Ramos. Además, en imágenes se percibía que enfermeras sin uso de guantes de bioseguridad y con camisas con logo del Gobierno aplicaban la supuesta dosis.
El LIBERTADOR calculó que según los contratos por 4,3 millones de Sputnik V y 4,4 millones de dosis Pfizer que alardeaba el Gobierno habían adquirido, un total de 4 millones 315 mil habitantes estarían vacunados, pero la población se pregunta, ¿qué hizo el Gobierno con esas vacunas?
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