Con una carrera de más de 30 años como burócrata en instituciones del Estado, Juan Hernández ha tenido el descaro de creerse dueño de lo ajeno y sacar en cara a los hondureños la vacuna contra el Covid-19 –mientras el pueblo sigue sin acceder al fármaco–, voces con criterio del país le han recordado al “mandamás” que el fármaco es un derecho humano y obligación de su Gobierno, marcado por ineptitud.
Destaca la opinión de la doctora Suyapa Sosa, que ha lamentado que Hernández es un miserable al jactarse de estar “cumpliendo” con sus obligaciones como jefe del Gobierno, quien, por cierto, ayer se aplicó una de las dosis que compró el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) con capital de los trabajadores.
Hasta finales de 2019, el gobierno tenía una mora de 1,100 millones de lempiras con el IHSS y el sector privado le debía casi 6,000 millones, eso quiere decir que esa institución sólo ha venido operando con el dinero que se deduce del salario a los trabajadores. Aún así, la vitalicia Junta Interventora del IHSS, agarró 20 millones de dólares de la institución y se los prestó al Gobierno Hernández para la construcción del Centro Cívico Gubernamental (CCG).
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El pueblo hondureño, médicos, periodistas, académicos y expertos en gestión pública han reprochado al gobernante Juan Hernández, por su desconocimiento de las funciones de un servidor público y del gobierno como administrador del Estado de Honduras.
Tanta ignorancia es inaceptable, porque Hernández lleva más de 30 años trabajando como burócrata y hasta sus estudios fueron pagado por el pueblo hondureño, aún con tanto beneficio público para él y su familia, no sabe que los bienes del Estado pertenecen a la sociedad y, en ese contexto, voces con criterio le han recordado que su administración es genocida y negligente, ante el fracasado manejo de la pandemia que ya ha cobrado más de 11,000 vidas de compatriotas, según la asociación de funerarias privadas.
Lo anterior, tras sus palabras –que hacen eco hasta hoy– en la convención del Partido Nacional, en un exclusivo hotel de Tegucigalpa, Hernández sacó en cara a líderes opositores y medios de comunicación críticos de su régimen, que gracias a él estaban siendo vacunados, demostrando total ignorancia porque los insumos pertenecen al pueblo hondureño.
Y es que por ejemplo, la doctora con especialidad en neumología, Suyapa Sosa, le ha recordado que “la vacunación es una responsabilidad y obligación del gobierno. Para eso pagamos impuestos, que deben ser invertidos en toda una población”.
Además, la galena ha referido que Hernández se percibe como un ser miserable, porque “el jactarse de que todos se estén vacunado, es solo un signo de miseria espiritual. Si no se roban el dinero, ajusta para todos”.
En tanto, la presidenta del Colegio Médico de Honduras (CMH), Suyapa Figueroa, ha dicho a través de su cuenta de Twitter que se le debe recordar “al sujeto que usurpa la silla presidencial. Las vacunas las compro con el dinero del pueblo y las compro tarde y no compro suficiente y es una vergüenza y una violación a los derechos del pueblo no servir ni para hacer los mandados que el cargo obliga”.
Otro del gremio que criticó a Hernández por sus declaraciones, ha sido el presidente de la Asociación de Médicos del Seguro Social de San Pedro Sula, Carlos Umaña, quien ha recalcado que a ningún funcionario se le debe agradecer por cumplir con sus obligaciones “para eso se da un salario”.
Umaña remarcó que: “Quien no haga su función por inepto mejor renuncien y no estén haciendo alharaca de sus obligaciones y mucho menos robándose protagonismo queriendo mejorar imágenes”.
Y ayer Umaña retomó el tema, reiterando que “las vacunas son un derecho humano y no político. Es una obligación del Estado vacunar a su población y sobre todo cuando se han dilapidado recursos que ahora no se tienen y nos dejan endeudados hasta la coronilla con préstamos sacando pecho en lugar de estar un montón en cárcel”.
Es destacado mencionar que ayer Hernández se aplicó una dosis de la vacuna de AstraZeneca, comprada por los aportantes del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), que ante la lentitud de la Secretaría de Salud, se optó por buscar un mecanismo alterno con el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).
En su cuenta de Twitter, el jefe de Estado dijo que aunque había rechazado ponerse el fármaco en solidaridad con el pueblo, finalmente decidió aplicárselo porque asegura padecer de dos enfermedades base y todavía lucha con las secuelas del virus tras su infección hace casi un año.
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