“Nos declaramos en lucha activa por hacer legítimas y nuestras las acciones de rebeldía que todas las mujeres hacemos en cada espacio político en el que andamos: casa, comunidad, familia, cuerpo y colectivos”, afirman las participantes en el Campamento de Mujeres Indígenas, Campesinas, Garífunas y Feministas.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. En un evento sin precedentes, hondureñas de los departamentos de La Paz, Intibucá, Francisco Morazán, Santa Bárbara, entre otros, se han conectado de forma virtual en el Campamento de Mujeres Indígenas, Campesinas, Garífunas y Feministas, para la reflexión, debate y lucha de 14 al 16 de octubre de 2020.
Fueron más de 1000 mujeres alcanzadas con ponentes de diferentes organizaciones, entre ellas COPINH, MILPAH, CEM-H, Plataforma 25 de noviembre, Las Hormigas, MAS (Movimiento Ambientalista Santabarbarense) JASS, CESPAD, CEHPRODEC, Red Mariposas Libres, La Voz de Zacate Grande, Comisión de Autocuidados de la Red Nacional de Defensoras, Vía Campesina, Mesoamericanas en Resistencia por una Vida Digna, ADEPZA y AGIMS de Guatemala.
Acá el texto íntegro:
Nos miramos en el mapa de Honduras como en un espejo, en su territorio, nuestro cuerpo se resiste y transforma la vida de cada una y del mundo. Entre todas construimos una visión sobre nuestras luchas, que son todas de justicia, dignidad, libertad y de buena vida para toda la gente, pero especialmente para las mujeres. Nos dimos cuenta de las carencias de nuestra visión, de los cambios que estamos viviendo y las necesidades de retomar ejes de lucha en común.
Nos encontramos de manera virtual para leer poesía, debatir, cuestionar, cantar y reír, desafiar al miedo que nos imponen como política de control vital, proponer ideas nuevas o reforzar las que ya practicamos alrededor de luchas, preocupaciones, esperanzas y proyectos comunes que nutren nuestras diversas búsquedas políticas como mujeres y feministas.
Este campamento se manifiesta con toda su fuerza, belleza y rebeldía en contra de la persecución de nuestras compañeras defensoras de la tierra y el territorio y también de compañeros, que, como el pueblo Garífuna, han sufrido la desaparición de sus líderes por defender sus luchas. Nos manifestamos por la justicia y exigimos el esclarecimiento del vil femicidio territorial de Margarita Murillo y Berta Cáceres y se castiguen a los responsables intelectuales y materiales de estos crímenes.
Nos posicionamos indignadas, rebeldes y dolidas ante la miseria aplastante, la explotación, la entrega impune de los bienes comunes, el racismo neocolonial y la violencia militar, policial, doméstica, sexual, el femicidio, simbólica que son las únicas propuestas que el neoliberalismo patriarcal nos ofrece a las mujeres y que se ha profundizado con esta pandemia del Covid-19.
Denunciamos que el 911 ha recibido más de 60 mil llamadas por violencia hacia las mujeres y el femicidio, que pasó de un promedio de 3 semanales en marzo, a un promedio de 7 semanal en mayo, lo cual implica que en la emergencia sanitaria por el Covid-19 las mujeres hemos llevado la peor parte.
Expresamos que este gobierno con características dictatoriales en vez de fortalecer el sistema de salud y educación, ha venido derrochando los recursos del pueblo militarizando la sociedad y acumulando grandes actos de corrupción inclusive en la crisis sanitaria, por lo cual el Estado no ha podido dar respuesta efectiva ante la pandemia del Covid-19 y han sido las comunidades con sus saberes ancestrales quienes han enfrentado la emergencia sanitaria utilizando la medicina natural, sembrando e implementando el trueque para alimentarse, apoyándose en sus sanadoras y parteras.
Manifestamos que los mega proyectos extractivistas han aprovechado la emergencia sanitaria, para circular libremente y hostigar a las comunidades, mientras a las y los defensores de la tierra, el territorio y de derechos de las mujeres se les ha venido negando los salvo conductos para que puedan ejercer su labor de defensa de los derechos humanos.
Nos declaramos en lucha activa por hacer legítimas y nuestras las acciones de rebeldía que todas las mujeres hacemos en cada espacio político en el que andamos: casa, comunidad, familia, cuerpo y colectivos. En cada lucha ahí estaremos y seguimos exigiendo:
ü La investigación y el esclarecimiento de cada femicidio en el país y la creación de las unidades y estructuras necesarias estatales y asignación de los recursos necesarios para este fin.
ü La respuesta rápida y efectiva a las denuncias y llamadas de las mujeres y niñas que viven violencia en este país.
ü El respeto a los derechos sexuales y derechos reproductivos de las mujeres y niñas y la derogación del decreto que prohíbe la promoción y uso de las Píldoras de Anticoncepción de Emergencia.
ü La salida de los megaproyectos extractivistas depredadores de las comunidades que les quitan el agua y la vida a las personas en este país, así como la NO implementación de las ZEDE pues son un proyecto de tercerización de despojo territorial a las comunidades de Honduras.
ü La protección inmediata a defensores y defensoras de derechos humanos en el país.
ü La búsqueda de las personas desaparecidas de las comunidades Garífunas y castigo a los responsables.
ü Rechazamos las agresiones misóginas contra las mujeres en los diferentes espacios, ya sea que estos vengan del movimiento social, del gobierno o la comunidad.
ü Exigimos una respuesta inmediata en la crisis sanitaria del COVID 19 que llegue a todas las comunidades.
ü Exigimos el cumplimiento de la ley de medidas especiales de difusión, prevención, y atención de la violencia contra la mujer, y acciones para garantizar la igualdad de género durante la vigencia de la emergencia nacional, declarada a raíz de la pandemia del covid-19 en cada uno de sus artículos.
SI TOCAN A UNA, RESPONDEMOS TODAS
NI DISCRIMINACIÓN CAPITALISTA, NI VIOLENCIA PATRIARCAL
POR LA DIGNIDAD DE LAS MUJERES, DEFENDEMOS NUESTRO DERECHO A LA TIERRA Y LOS BIENES COMUNES
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