La Asociación de Funerarias, complementando datos con el personal de medicina que batalla contra la pandemia en primera línea ha informado que a la fecha, son 5,423 hondureños los que han fallecido por Covid y no 2,612 como maneja el Gobierno.
Por otro lado, el gobernante Juan Hernández, haciendo caso omiso a la petición de los profesionales de la medicina, no tiene pensado cancelar el periodo vacacional de la “Semana Morazánica” y, de hecho, ha invitado a la población a que salgan en masa a los centros turísticos.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El hondureño es un pueblo en total indefensión, agobiado por el crimen, la política y la miseria; dirigido por un régimen carente de amor al prójimo y respeto a la vida. En un periodo de siete mes batallando contra la pandemia y el hambre, nunca hubo una iniciativa que tendiera la mano de los casi siete millones de personas que vive en pobreza.
Mientras en países con mínimo enfoque social se logró aguantar el virus en periodos de entre tres y cuatro meses, Honduras está cerca de cumplir e año sin poder alcanzar la “meseta pandémica”. Y es que las estrategias de la autoridad carecen de una visión profesional.
Ya que el gobernante Juan Hernández se resistió al asesoramiento del Colegio Médico de Honduras (CMH) y otros organismos de sociedad civil, hoy las cifras del Covid-19 carecen de legitimidad, entre tanto, se señala que no son actuales y que la capacidad para identificar casos es extremadamente baja; lo único que se mantiene a la orden del día, es la promoción de la “reapertura económica”.
El pueblo hondureño ha pagado con creces la negligencia y la corrupción, ya hay quienes piden que a los acusados por estafar una vez más a la salud pública se les acuse también por genocidio, y es que según la Asociación de Funerarias, ya son 5,423 personas las que han muerto por Covid-19, más del doble de las que registra el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager): 2,612.
Los datos han sido avalados por los profesionales de la medicina, quienes incluso han sido enfáticos que la curva de casos que se registra en el país está lejos de lograr la meseta o bajar el contagio, y que las gráficas se asemejan a un ritmo cardiaco irregular.
Más de 60 miembros del personal de la salud han perdido la vida por la batalla en primera línea y, en ese contexto, el presidente de la Asociación de Médicos del Seguro Social, Carlos Umaña, se duele que: “Esta es la dolora realidad compare usted las estadísticas pinochescas de la Sinager con la Asociación de Funerarias”.
Y lo insólito es que ante este panorama mortal, Hernández ni se inmuta y de hecho, ha invitado a la población para que masivamente salga a vacacionar durante el feriado de la “Semana Morazánica”, que este año se definió del 4 al 7 de noviembre.
“Yo le digo a los hondureños, salgan y aprovechen que es saludable”, dijo Hernández con relación a que el pueblo debe buscar visitar parques ecológicos, restaurantes y hoteles, afirmando que estos centros recreativos cuentan con medidas de bioseguridad y tendrán a disposición los centros de atención especializada “triajes” que “deben estar en todos los municipios de Honduras”.
El gobernante insistió en que los hondureños deben romper el confinamiento y ponerse en riesgo de contagio para “salvar” a 270 mil familias que dependen del rubro turístico, ya que nunca hubo un plan bien pensado para reducir el impacto económico.
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