

Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Si hay pesar nacional, sentimiento genuino por esos hondureños útiles para la nación, en verdad valiosos, pero se van, que en lugar de quitar, dieron gloria y reconocimiento nacional e internacional a nuestra cultura, que se adelantan en el camino, más todavía, cuando le han cantado a Honduras. No pudo pasar la aduana del cáncer, la muerte se puso con papadas en el camino de Guillermo Anderson.
Familiares del cantautor hondureño, informaron que ha perdido la vida la mañana la mañana de hoy sábado en el hospital Vicente D´Antoni de la ciudad de La Ceiba.
El reconocido artista padecía desde hace tiempo de cáncer en la garganta, el pasado 31 de julio, Anderson fue trasladado en estado crítico de Guatemala a la ciudad caribeña del departamento de Atlántida.
De momento, las autoridades del hospital no han reportado el diagnostico, ya que por petición de familiares este será reservado, al menos hasta ser reconocido por especialistas.
Después de su traslado de Guatemala a tierras hondureñas, Anderson mostró una aparente recuperación, según su doctor “estaba más animado”.
El cuñado del cantautor quien es medico de profesión, Elías Canahuati había afirmado que confiaban en que Anderson superaría el cáncer, sin embargo esta mañana trascendió su declive.
El fallecido artista estaba recibiendo una pensión vitalicia del parlamento hondureño para tratar la enfermedad.
Originario de la ciudad de La Ceiba, Honduras, donde vivió y se preparó académicamente y luego viajó al extranjero para estudiar la carrera de Letras enfatizada en Literatura Hispanoamericana. En Estados Unidos ejerció en el teatro y a finales de la década de 1980, decidió volver a Honduras. Deja un legado musical enorme y su voz no se ha ido, queda para siempre en esta tierra catracha.
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