El primer colegio en ser militarizado fue el Saúl Zelaya de la capital; varios miembros de la Policía Militar aprovechan en adoctrinar a los jóvenes invocando el controvertido programa “Guardianes de la patria”.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El gobierno hondureño determinó militarizar el sistema educativo público alegando la violencia que azota a los barrios y colonias donde se encuentran las escuelas y colegios.
El primer colegio en ser militarizado fue el Saúl Zelaya; varios miembros de la Policía Militar se encuentran en las instalaciones donde a la vez educan a los jóvenes invocando el programa “Guardianes de la patria”.
Este programa ha sido cuestionado por la ONU y Unicef, porque lo consideran como “doctrinario” y que en vez de promover la paz profundiza la violencia en la jueventud.
De hecho, el director de educación de Francisco Morazán, Miguel Gómez, indicó que están investigando qué otros centros educativos necesitan intervención de las Fuerzas Armadas, al justificar la presencia de pandillas o bandas criminales.
No se descarta que en los próximos días se militaricen más instituciones, donde las FFAA serán las responsables de dar seguridad a los estudiantes.
Este proceso de militarización ocurre en el momento que la Policía Nacional atraviesa otra crisis derivada del asesinato del “zar antidrogas” Arístides González ordenado por la cúpula que dirigió el organismo durante la dictadura de Roberto Micheletti.
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