Las cinco víctimas vinculadas al rubro del transporte fueron atacadas por hombres que conducían en automóvil tipo picop 3.0; según la Policía Nacional, en las matanzas del 17 y 18 marzo los asesinos iban a bordo del picop blanco.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. En el lapso de tan solo cinco días, en la ciudad industrial de San Pedro Sula, norte de Honduras, se han reportado tres matanzas, cuyas víctimas son propietarios y parientes cercanos de personas vinculadas al rubro del transporte urbano.
Jueves 17 de marzo
Mientras transitaban por la segunda calle de San Pedro Sula, en una camioneta blindada, el empresario del transporte, José Ricardo Benavidez Hernández, fue atacado a balazos sujetos a bordo de un picop 3.0, color blanco.
En el tiroteo fallecieron uno de sus hijos gemelos Fernando Benavides Contreras con apenas 11 años de edad y su chofer identificado como Hamner Josué Rodríguez (19).
Según las autoridades, Benavides ingresó a un solar baldío para realizar algún trato con los sujetos que se transportaban en el picop, al cabo de un rato los malvivientes que andaban encapuchados y con fusiles AR-15 les dispararon en repetidas ocasiones, la camioneta blindada mostraba alrededor de 50 disparos.
Viernes 18 de marzo
José Alberto Herrera (23), hijo del propietario de Empresas de Transportes Herrera de la ciudad industrial, caminaba en horas de la mañana en la 13 calle, 18 avenida del barrio Paz Barahona, cuando fue interceptado por desconocidos y le dispararon en repetidas ocasiones, muriendo al instante. Los asesinos también se conducían en un picop blanco.
Lunes 21 de marzo
Una mujer que respondía al nombre de Ana Aguilera Turcios (52) y su hijo identificado como Lenín Castellanos fueron asesinadas hoy lunes en el Barrio Barandillas, en la avenida Circunvalación de San Pedro Sula.
Aguilera Turcios era la dueña de buses rapiditos de la Colonia Felipe Zelaya en la conflictiva zona de la Rivera Hernández, se conducía en una camioneta color verde cuando fue atacada a disparos. En la escena del crimen quedaron al menos 50 casquillos de arma de fuego.
Según testigos, las víctimas eran perseguidas por varios sujetos a bordo de un vehículo picop 3.0 en la escena del crimen se encontraron varios casquillos de AK-47 y 9 milímetros.
Hasta el momento la Policía Nacional no ha dado con los hechores de los tres crímenes, ni han brindado declaraciones para conocer las hipótesis que manejan, que sin lugar a dudas responden a crímenes cuidadosamente planificados.
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