Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. La señora Marcela Facussé, hija del extinto y reconocido empresario Miguel Facussé Barjum, ha reaccionado molesta con el gobierno, porque la Guardia de Honor Presidencial no le permitió ayer ingresar a un centro comercial de su propiedad, ubicada frente a Casa Presidencial en Tegucigalpa.
La dama, mayor de edad y con un problema en su pierna para caminar, fue interceptada en un retén policial-militar cuando realizaba la rutina matutina de llegar a su centro de trabajo en su vehículo, pero la mañana de ayer se encontró con vallas y circuitos de efectivos que le impidieron ingresar su carro y tampoco le permitían avanzar a pie.
Cuando se vio impotente gritó a los policías y militares el porqué había invadido la propiedad privada, refiriéndose a que no podía entrar a su negocio, varias veces preguntó con quién podía hablar, sin hallar respuesta a sus constantes suplicas de ser escuchada y atendida por los responsables de montar la cerca en la calle principal de Casa Presidencial.
“Que no abusen del poder”, expresó después de tanto repetir que estaban invadiendo propiedad privada y de tanto hablar sin que policías ni militares reaccionaran ante sus reclamos. Al final, accedieron que la señora ingresara hasta su negocio, pero debió caminar de manera penosa unos 800 metros.
Como si se tratara de ironía de la vida, en ese momento que Marcela afrontaba la intransigencia de policías y militares obedeciendo órdenes del Gobierno, a esa misma hora su padre Miguel Facussé, que pidió la reelección presidencial de Juan Hernández, estaba en el lecho de muerte y unas horas después abandonaría la vida de manera natural.
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