Este suceso pasó en Honduras, en ciudad de Ocotepeque, 410 kilómetros al occidente de la capital; la madre asfixió su recién nacido y luego enterró en el patio de la vivienda; el crimen parecía perfecto, hasta que un perro, mientras paseaba con su amigo, olfateó la tumba clandestina y escarbó hasta desenterrar el cuerpo. La policía fue avisada del macabro hallazgo y, la mujer de 36 años (imagen), fue capturada ayer y va para juicio.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Una mujer creyó que había ejecutado el crimen perfecto contra su hijo en el momento del nacimiento, lo asfixió y después lo enterró en el patio de su casa.- Pero, otra vez los perros demuestran superioridad en inteligencia y moral que muchos humanos.- Según las investigaciones, la mascota escarbó y sacó el cuerpo del recién nacido, fue entonces que el amigo que la acompañaba en el paseo avisó a las autoridades que, tras recolectar pruebas, un equipo de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) liberó una orden judicial de captura, al ser considerada sospechosa del delito de parricidio en 2020. Cuando un padre mata a su hijo, el delito se llama “filicidio” y, también, puede ser considerado “parricidio” en algunas jurisdicciones, ya que se refiere al asesinato de un ascendiente o descendiente.
Esta mujer fue arrestada en el marco de la operación Plan Solución Contra El Crimen Fase lll, y a través de esta iniciativa, la DPI reafirma su compromiso con la ley y con la sociedad hondureña, trabajando incansablemente para que ningún crimen quede en la impunidad y para que los responsables enfrenten el debido proceso judicial. De esta manera, esta fémina será puesta ante el Juzgado que solicito su formal captura, para que se le continúe con el procedimiento conforme a ley.
Esta efectiva labor policial, fue llevada a cabo por agentes de la Dirección Policial de Investigaciones con el apoyo de la Dirección Nacional de Prevención y Seguridad Comunitaria (DNPSC) en el barrio Santa Catalina, munición de La Encarnación, Ocotepeque.
La ahora capturada de 36 años, es originaria y residente en el mismo lugar en donde se efectuó su formal captura. A ella se le ejecutó una orden judicial, emitida por el Juzgado de Letras de Ocotepeque, en fecha 01 de abril de 2025, por suponerla responsable del delito de parricidio, en perjuicio de un recién nacido.
Según las investigaciones, este atroz hecho ocurrió el 14 de agosto de 2020, en el barrio Catalina, municipio de La Encarnación, Ocotepeque. De acuerdo con el informe investigativo, la ahora detenida habría dado a luz en su vivienda y, presuntamente, asfixió al recién nacido para luego enterrarlo en el patio de la propiedad.
Horas más tarde, una mascota comenzó a escarbar en el lugar y desenterró el cuerpo del bebé, fue entonces cuando el dueño del animal, al percatarse de que se trataba de un recién nacido, alertó de inmediato a las autoridades.
Tras conocer lo sucedido, un equipo de especialistas de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) se trasladó al lugar y llevó a cabo una serie de diligencias investigativas, logrando recabar evidencia clave que vincula directamente a la mujer con este crimen, por lo que se procedió a emitir una orden de captura en su contra.
Este resultado se enmarca dentro de los esfuerzos estratégicos del Plan Solución Contra el Crimen Fase III, con el objetivo de combatir los delitos de alto impacto y garantizar justicia para las víctimas, especialmente en casos que afectan a menores de edad y personas en situación de vulnerabilidad.
En esta ocasión, el perro le hizo justicia al bebé de Ocotepeque, sin duda, un canino justiciero que con su hallazgo y fina intuición hará cumplir la ley y el orden por su iniciativa propia, aunque carezca de autoridad legal para hacerlo. Este perro, no pensó en las amenazas reales que se deriven de la búsqueda de justicia para un bebé, y este can, se distingue de quienes simplemente vigilan la conducta delictiva y la denuncian a la policía.
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