“Lo que realmente ahuyenta la inversión y el desarrollo es un modelo inequitativo que no fomenta la competitividad”, así lo ha recalcado la directora del Servicio de Administración de Rentas (SAR), Mariana Ríos, ante una nueva “oleada” de ataques contra la Ley de Justicia Tributaria que considera, “rayan en lo absurdo”.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. “La Ley de Justicia Tributaria no es un arancel ni pretende establecer un régimen dictatorial tributario; solo busca que paguemos los impuestos conforme a nuestros ingresos”, reiteró la directora del Servicio de Administración de Rentas (SAR), Mariana Ríos.
Lo anterior en respuesta a la insistente campaña de grupos selectivos de multimillonarios que están en contra de un cambio al sistema que les permite pagar apenas tres centavos por cada 100 lempiras que ingresan en sus empresas.
La funcionaria recalcó que “los ataques contra esta ley se han convertido en argumentos que rayan en lo absurdo y buscan mantener un sistema fiscal injusto a costa de engañar al pueblo”.
Y, es que, los sectores de la sociedad que se oponen a la justicia tributaria, han manipulado y tergiversado ante la opinión pública el propósito de esta ley, siendo boicoteada su aprobación en el Congreso Nacional, negando el hecho que desde hace décadas se aconsejó al país cambiar el sistema tributario.
Según el exsecretario de Finanzas, Marlon Ochoa –ahora en el Consejo Nacional Electoral (CNE)–, el esquema actual permite que las diez familias más ricas del país solo paguen tres lempiras en impuestos por cada millón que obtienen por sus negocios.
“Nunca se ha planteado imponer barreras al comercio; lo que realmente ahuyenta la inversión y el desarrollo es un modelo inequitativo que no fomenta la competitividad”, dijo Ríos.
La directora del SAR recordó que algunos empresarios, los que cumplen con sus obligaciones tributarias, “coinciden en que un sistema fiscal justo no debilita la economía, sino que la fortalece”.
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