DOS MILLONES COBRABA FISCALÍA POR BALÍSTICA DE ARMA QUE MATÓ A ISY OBED

A través de una conferencia, la coordinadora del Cofadeh, Bertha Oliva, junto a los padres de Isy Obed Murillo –asesinado en un plantón de protesta contra el golpe de Estado en 2009–, relataron cómo por casi 16 años buscaron justicia para el joven que sufrió un impacto de bala que lo liquidó aquel trágico 5 de julio que le arrebató la vida.

Según detalló la defensora de derechos humanos, todos los intentos por llevar justicia a la muerte del mártir fueron obstruidos por un Ministerio Público cuya estrategia era desvincular a los jefes militares del caso, incluso, llegando a pedir hasta dos millones de lempiras para realizar las investigaciones. 

Redacción Central / EL LIBERTADOR

Tegucigalpa. Casi 16 años pasaron desde el día en que una bala –de procedencia militar– impactó en la humanidad del joven Isy Obed Murillo un 5 de julio del 2009. Él se encontraba junto a otros miles de hondureños a inmediaciones del Aeropuerto de Toncontín, en una de las protestas contra el golpe de Estado, evento que marcó un retroceso de décadas para el país, con problemas sociales y económicos severos. 

El joven, entonces de 19 años, se encontraba con la multitud a la espera del derrocado presidente Manuel Zelaya, pero un cerco militar terminó con lo que era una marcha para exigir la recomposición del orden constitucional y también con la vida de Isy Obed. Por su muerte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) culpó al Estado de Honduras. 

Entre los principales señalados y acusados de ser responsables materiales estaba la cúpula militar que entonces lideraba Romeo Vásquez Velásquez como jefe del Estado Mayor. Fue hasta ayer, 5 de enero del 2025, que las autoridades emitieron orden de captura contra el ex-jefe castrense y otros dos soldados, el ex-subjefe militar, Venancio Cervantes, y el excomandante del Comando de Operaciones Especiales, Carlos Roberto Puerto. 

Una de las organizaciones pioneras en la lucha por exigir justicia contra las víctimas de las opresiones del Estado es el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh) y a través de su coordinadora-fundadora, Bertha Oliva, se pronunciaron en una conferencia de prensa, ofreciendo detalles del proceso para exigir justicia para Isy Obed. 

La activista detalló que el Ministerio Público anteriormente usó la estrategia de intentar desvincular el asesinato del joven de las altas esferas militaras que, en informes como el que presentó la Comisión de la Verdad, tuvieron una participación más directa como permitir el uso excesivo de la fuerza para reprimir las marchas contra el golpe de Estado. 

“El Ministerio Público nos dijo que si nosotros teníamos dos millones de lempiras para iniciar las pesquisas a las armas [que presuntamente dispararon contra Isy Obed]. ¡Nosotros de dónde vamos a tener dos millones de lempiras! Además, cómo es posible que nos están tirando la carga de una responsabilidad de ellos. Esa fue la justificación primera que hicieron para convertirlo en un caso imposible de llevarlo a cabo”, explicó Oliva.

Además, el proceso judicial del caso ha estado rodeado de polémica debido a irregularidades y tensiones en las audiencias y la falta de avances. Según la activista, han intentado deslegitimar la participación de organizaciones defensoras de derechos humanos y han obstruido investigaciones, incluyendo el extravío de pruebas y expedientes. 

Para Oliva, la captura de Vásquez Velásquez es vista como una oportunidad única para romper con décadas de impunidad en el país. Diversos sectores de la sociedad han pedido vigilancia y apoyo ciudadano para garantizar que el proceso judicial sea transparente y justo. 

También la madre de Isy Obed, Silvia Mencia, y una de las víctimas de la represión posterior al golpe alzó su voz exigiendo justicia para su hijo: “Estos 15 años han sido de sufrimiento, de dolor, a veces se cierra la herida, luego se vuelve a abrir. Pero aquí estamos y estamos pidiendo justicia”.

“Él era quien comandaba [refiriéndose a Romeo Vasquez] y claro que es culpable. Si lo han requerido, es porque existen pruebas”, afirmó. Además, destacó el apoyo recibido por el Cofadeh, que ha acompañado a las víctimas desde el inicio del proceso, asimismo, reiteró que su búsqueda no es por venganza, sino por el derecho a la verdad y la justicia: “Cuando se comete un acto ilícito, la justicia llega tarde o temprano”. 

La madre cerró su intervención recordando a las autoridades y al público que el sufrimiento de las víctimas no debe quedar en el olvido ni en la impunidad. “No es justo que quienes tienen dinero salgan impunes. Mi hijo era un ser humano, no un animal como algunos lo han dicho, y su vida merecía respeto”, concluyó.

También el padre de Isys Obed, David Murillo, relató el dolor de haber perdido a su hijo y los años de persecución que él y su familia enfrentaron: “A los tres días de haber enterrado a mi hijo, fui encarcelado por 37 días solo por ser su padre”. Y recordó que además, hubo persecución que los obligó al exilio en Argentina durante siete meses.

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