El analista político, José Zuniga, reflexionó con EL LIBERTADOR sobre los constantes mensajes y campañas de odio contra la actual presidenta del país, Xiomara Castro. A su criterio, el hecho que existan “pseudo-comunicadores”, periodistas y activistas opositores emitiendo mensajes negativos, invalida cualquier argumento acerca de que en Honduras se violenta la libertad de prensa.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. La presidenta hondureña, Xiomara Castro, ha sido objeto de ataques y campañas de desprestigio que, en lugar de enfocarse en su gestión, se han centrado en su género. La actual secretaria de Defensa Nacional, Rixi Moncada, también ha sido víctima de este tipo de agresiones.
Con relación a este tema, se han presentado denuncias, por ejemplo, contra el aspirante presidencial del Partido Liberal, Salvador Nasralla, quien se ha referido a ambas funcionarias con términos despectivos. De igual forma, se ha condenado el mensaje detrás de las caricaturas que dibuja el liberal Darío Banegas, a quien se le acusa de misoginia en sus obras.
Y, recientemente, se ha plasmado en diferentes calles de las principales ciudades del país la frase “¿Dónde está Xiomara?”, con una intención crítica. Ante esto, el abogado y analista político José Zúñiga afirma que estas acciones reflejan la naturaleza machista de la oposición y su falta de creatividad para contrarrestar lo que a su criterio es una buena gestión gubernamental.
“Ante la falta de novedad o de creatividad de parte de la oposición, es que vemos como estos siguen utilizando argumentos sin fundamentos para atacar la figura presidencial y generar un ambiente de ingobernabilidad en nuestro país y agudizar sobre todo la violencia de género contra la primera mujer presidenta”, argumentó Zuniga.
El analista señaló que sectores, incluso, vinculados al golpe de Estado del 2009, están pagando campañas mediáticas contra el Gobierno “con el fin de recuperar el estatus quo que se perdió a través de que el pueblo se pronunció en las urnas en noviembre del año 2021”.
Además, agregó: “desde que presidió la silla presidencial Manuel Zelaya Rosales [2006 – derrocado en 2009], donde se benefició al pueblo con un incremento al salario mínimo, estos sectores quedaron con un profundo sentimiento de odio hacia cualquier situación que pudiera oler a beneficio del pueblo”.
Estas agresiones –extiende Zúñiga– reflejan que la narrativa sobre la persecución y la violación de la libertad de prensa en Honduras, emitida por medios y personalidades de la oposición, no es real. Además, criticó que, si el sector opositor condena estas prácticas, “¿por qué sigue haciendo uso de ellas?”
“No hay que generar un ambiente de ingobernabilidad. Tuvieron 12 años para haber hecho una mejor Honduras, pero en esos 12 años lo que hicieron fue convertirla en un ‘narcoestado’. Ahora es el turno de que el actual Gobierno, de la señora presidenta, Iris Xiomara Castro, con beneficios directos al pueblo hondureño, siga haciendo las cosas bien”, concluyó Zuniga.
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