“Toño martillo” ya se fue en alas de mariposa, solo esperó la fiesta de Halloween con sus socios en el patio frío del Congreso Nacional y salió jalado al norte cuando en el amanecer de noviembre llegaron de pronto los nuevos fiscales a sentarse en el Ministerio Público.
Durante más de un siglo, la justicia hondureña ha sido moldeada a crueles intereses de grupos, del poder cavernario que ha manejado la ley como club de amigos intocables, infinitas cartas de libertad para ladrones y asesinos; ese reino fantástico donde el criminal habita feliz y poderoso en la esfera pública, pero todo tiene final, esta vez, la Jugada magistral de Redondo la definió como “golazo” uno de sus analistas, no queda más que seguir gritando en la tele.
La vieja guardia política: los partidos Nacional y Liberal, son los más espantados con los cambios que apenas han tomado asiento en la nueva justicia, y no es para reírse, la bestialidad de delitos contra el soberano y la República da para escribir enciclopedias, son la muerte, en eso pecados capitales cayeron hasta los “Salvadores de Honduras”, la soberbia, la vanidad, la ingenuidad y el ansia de poder los llevó a la senda incorrecta de la historia, ven hacia el norte por ayuda que no llegará… ¡dulce o truco!
Reflexión
EL LIBERTADOR
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Tegucigalpa. Que fría es la herida de la derrota cuando la soberbia se ve exhibida; tirado en el suelo y arrugado el traje de ignorancia. ¡Es día de los muertos y no están felices! Los zombis enfurecidos empujan la puerta legislativa, toman palos y tubos, quieren romper los candados, unos sobre otros –con el cerebro atrofiado– el miedo los mueve como si el piso va desapareciendo; los vampiros –irónicamente– destrozan sillas para hacer estacas; Frankenstein con su lento caminar se asoma por la esquina con su violenta turba de fieles súbditos (dos y una es la hija), con martillos en las manos, los monstruos se golpean entre ellos y sangran, lloran, sacan armas y buscan matar, la desesperación es total.- Esta noche, las brujas no tiene consensos, tartamudas ven caer a pedazos el viejo orden que construyeron…


El poder representado a través del conspirador BOC, sus medios, periodistas, oenegés y analistas, fueron humillados en su ambiente. Como gato negro pasó Luis Redondo, soportó el embate y conjuros de quienes “fueron dueños” de la justicia en el país, desde genio o pendejo, se le juzgó y él resistió, los que creyó amigos lo ofendieron y su mismo partido lo despreció y corrió de la comunidad, espasmos de éxtasis sentían los periodistas melancólicos, recordaban aquellos cheques gordos a sus nombres, la fortuna acumulada y los favores a sus cónyuges y los altos puestos públicos de sus hijos y el de los amigos de los hijos… pensaron que era el declive de Redondo y cayeron impávidos en el embrujo de una noche de Halloween. La frustración es válida y, después de todo, también tienen el derecho a llorar, los hombres también lloran cuenta una ranchera en cantina de barriada.


En esa noche del terror corrieron los titiriteros para montar la obra, las calaveritas nerviosas se ubican cada quien en su lugar, en el club de amigos donde juegan a ser autoridades de un poder del Estado se nombran las “amiguis” presidenta imaginaria de Narnia –¡Ay se le cayeron otra vez los hilos a Suyapa, ya no puede ni hablar y de paso se despeinó!– Los periodistas intentan “alumbrar” el acto y desde el set el muerto viviente de turno, corre, diligente, corre a gritar “¡Ultima hora!” –¡Ay se nos desplomó Fátima! ¡Ya no puede hablar! ¡dios, Suyapa la repetidora se quedó muda! ¡No se entiende que dice!– Saca la pistola el imponente “Padre de la Patria” ¡Santa bárbara!, sintiendo las cadenas en los patas ¡Salta! Como niño asustado por el azoro, mientras Tommy, ya sin uñas que devorar, en la casa embrujada golpea a la mascota con el martillo, que herida salió (recuerden que es teatro, así que es de mentiritas). Aaahhh éste quiere la portada de EL LIBERTADOR, pero neles, ya vimos que le pegó Tommy, es teatro, ja, ja,ja,ja.
Aparece espectro maquillado, respetado periodista Renato, su rostro denota que los años no han pasado en vano, pero más feo envejece el alma en el retrato oculto en el cuarto donde la voz es opacidad, en ese estudio de secretos confusos, donde la foto está llena de gusanos, moscas y otras alimañas… –Mirame Luis, mirame que soy yo quien te habla, sino podés renuncia ¡renuncia Luis! –grita, según él, ungido en algún poder místico o en trance de histeria colectiva. El enojado y gruñón comunicador, rápido pide la llamada con algún duende que pueda avalar la maldición, llámese Maribel, Lara, Barquero o Marcia o cualquiera de esa lista de bobos bien pagados, es un buen día, para que las apariciones hagan sus estrafalarias entradas –Conjuro de 60 días– foros explotando en insultos, mientras reían y se sentían poderosos y más que aquel que se fue a Rusia a saber a qué o comiendo en aparente paciencia palomitas en el cine.
Tic, tac, marcaba la muñeca del presidente del Congreso y tomaba un sorbo de espumoso refresco, con abundante hielo y soda.


Durante cien años la justicia fue trono conquistado e indiscutible del poder, así ha sido y seguirán buscando que así sea la eterna impunidad para los amigos y las amigas, “party” infinita de Cartas de Libertad como los compas, en ese reino fantástico el delincuente ha entrado riendo con algodón de azúcar azul y rosado en la mano, dándole una palmadita en el hombro al periodista de fuente –invitado habitual los viernes en la noche–; pero también arma contra los insurrectos malcriados, sobre todo, esos que llaman pueblos indígenas u originarios, los rebeldes que se atreven alterar el orden establecido (donde yo gano y vos perdés). Es inaudito e imperdonable que hayan sido domados y deben arrodillarse en las noches frías del capital intentado pedir favores, un “montuno” que no conocen. Las sombras han sido expuestas a la luz.
El problema fue creer que a los Estados Unidos le importan los crímenes en la noche de la limpieza, de la expiación, en la noche del demonio en Honduras, cuando aparecerían los cheles haciendo círculos, el hechicero supremo doctor Strange (o que el otro mago los salvaría); a los gringos les importa que no toquen a sus nacionales, ni las bases militares, ni sus negocios de gringos turbios como aquel próspero de Roatán y, por supuesto, para todo eso necesita controlar la justicia, esté quien esté y sacrifiquen algún corrupto idiota, no les importa; creyeron que era más útil pagarle a un lobista en EE.UU. para una charla de la sin patria Salazar, que trabajar en una estrategia de negociación, en lugar de ir al foro a despotricar o de creer que todos son amigos (cof, cof), saco mi pañuelo rojo, blanco, rojo.


“Es una noche satánica, de terror, de mucho terror” Uuuuuyyyyy “la Chula”, decía el periodista de mayor credibilidad, que de paso su nombre está escrito en letras de oro en la lista “Hermes” ¿Conflicto de intereses? Mientras miraba a sus azules amigos, como cucarachas que se resisten a desaparecer, escondidos detrás de un pilar, el pecado del Partido Nacional y Liberal no es el mismo que el de los Salvadores; mientras los demonios de los primeros son la muerte y la corrupción; los segundos es la vanidad y soberbia, añoran afecto, una tibia palmadita extranjera, que les digan son inteligentes, al final a todos se les ofreció “trick-or-treating”, se comieron el dulce y sufren la trampa.


–Amiguis del BOC, no sigan cometiendo horrores, es política y sus amigos de los medios no se los van a resolver, solo los bajaron, ¿vieron a JOH? Se creía “coco”, le deban paja para bajarlo a lo estúpido y lo bajaron a lo pendejo, dinero que ahora pagamos todos, yyy, después al pobre hombre lo sacaron hasta con las chiches peladas en el Campo Marte ¿Recuerdan? Siéntense y negocien, no sean dundos, no le paren bola a la viejita golpista que le da casaca allá camino al Picacho, a ella no la van a meter al mamo, pero ustedes piensen en su familia, antes tenían al Fiscal Adjunto, Sibrián el hombre sin cabeza, hoy no tienen nada; la soberbia y la torpeza son las hermanas que los trajeron hasta aquí, entonces que sea la sapiencia y sabiduría que los saque. ¡Pikos! Y corazones rojos en los ojos.
Posdata: Una hermosa reflexión. Un amigo me contó, que cuando era niño su papá lo llevaba escuchar los discursos del General Carías y ahí aprendió, de aquel viejo zorro, que “nunca debes subestimar a tu adversario y, en política, menos”. Avanti
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