Llegaron en el momento más obscuro de la Nación, hablaron de reconciliación y del imperio de la verdad, con el chance de rescatar al hondureño que soñaba con más que un Mundial; en poco tiempo, mientras la fuerza popular seguía entre balas, ellos compartían con la “socialité” y daban refugio al dictador Micheletti. Los cuatro años volaron y, de repente, fueron burla, Rosa Elena dejó los vestidos “Yoyo”, por las esposas “made in Israel”, hoy ironiza con el “yo no lloro” mofándose de Juan, ninguno ha reflexionado lo bajo que han caído y hasta qué hondonada ha ido a parar la élite política criolla.
El ejemplo del cuarteto azul es alerta para el nuevo Gobierno, ya es necesario que los funcionarios entiendan que los cargos a los que son llamados le pertenece al campesino olvidado, a la mujer abusada, al migrante valiente y al niño huérfano por el narco. No es suficiente rechazar el carro del Estado o bajarse el sueldo, si no se concibe la transformación de un sistema que ha hecho tanto daño.- Si en el inicio ya están fallando al sueño social entiendan este verso del Capitán de Neruda: “Te he hecho daño, alma mía, he desgarrado tu alma”.
En este espacio, tan querido por el hondureño, ya hemos dicho la “oportunidad de oro” que varios han tenido, éstos optaron por la mala compañía –como Ebal, Lisandro y el pastor “anticristo”– y hoy hasta es inaudito, el país fue saqueado por el bipartidismo, insistir con sus hombres y mujeres “clave” en cargos importantes, niega la lucha de 12 años, claro, entendemos que la capacidad no ve banderas ¡la capacidad! porque obviooo, la prioridad es el pueblo.
Reflexión
EL LIBERTADOR
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Tegucigalpa. Y las viejas ruinas con sus despojos de alma, después de su reunión matinal de Opus Dei se juntaron en Miami, entre verrugas extirpadas y corrección de “bocas de payaso”, se reían entre susurros y chismoseo ¿viste lo que le hicieron a la Rosa? Ji, ji, ji –Es que nunca tuvo que ser primera dama, yo le decía que sí, porque no me convenía, aunque se miraba chafi. –Dijo la más puritana de todas. –¡Claro que sí! La verdad que le decía que se vestía bien, por el empleo de mi hijito en la embajada de Italia. –Escupía la que se había llevado la portada dominical de “Gente”. –Así pasaba la tarde entre carcajadas, envidias y miradas prohibitivas e imágenes compartidas. –Pero, ¿quiénes somos nosotras para criticar? –Finalizó la que dice es empresaria, con el contrato recién firmado por la nueva “primera dama”. Después de todo, no todo en este mundo es rosa y la que es guapa es guapa como dicen las Senior.
Rosa Bonilla, rodeada de todas las doñas de la “socialité” que aplaudían como mandriles la mínima expresión de la exprimera dama, se tropezaban para ver quién le hacía más rápido la más insignificante solicitud, le tiraban lisonjas por cualquier trapo corriente o al peinado casero, corrían las portadas y hasta análisis de los colores que usaba, “sobria” y “elegante”, aunque unos años después lo cambiarían por “corrupta” y “presa”. Cuando dejás que la hipocresía se siente en tu mesa, estás a un paso de caer en desgracia, esos espíritus flojos de los funcionarios sedientos de la aprobación de extraños, hábiles buitres aduladores y estas pequeñas presas, con los orejas alargadas sedientas de adulación. ¡Débiles! Después de un proceso largo y solitario, apenas el esposo al lado y el teléfono sin sonar, “Rosita” que ya fue donde Ana va, les responde desde la experiencia: “Soy madre, soy mujer, a mí me enchacharon, me pusieron grilletes y yo no estoy llorando”.
Sabe qué Capitán, y esto prefiero escribirlo desde el profundo amor de Neruda para esta noche no tomarme un protector gástrico, saben qué queridos lectores, no da pena cómo exhiben encadenados y chachas a funcionarios hondureños, algunos merecen la pena capital, lo inaceptable es hasta dónde éstos criminales nos han arrastrado como pueblo, a lo infinito de la tragedia, de la miseria y de la vergüenza, lo que nos debe estremecer de indignación es hasta dónde redujeron el Estado y el servicio social de la función pública, hoy uno de los cargos más desprestigiados es el de presidente del país, cualquiera ha llegado a la administración del Estado y cualquier loco se postula, los requisitos dan risa, ni siquiera piden saber leer y escribir; mi amigo Fernando, que pide en las esquinas del bulevar Morazán, tiene más dignidad y limpieza mental para ese cargo después de JOH. En seriooo, Capitán.
¿Cuándo se perdió el funcionario hondureño? ¿Cuándo creyó que su saco era más importante que su humanidad? ¿Acaso olvidó que los cargos no tienen nombres?, porque no son permanentes, es ley del poder, mi gente, ni permanente ni absoluto. Los que están destinados (y pagados) para servir, terminan creyendo que pueden hablar con Zeus en el Olimpo y, si los dejan, matan a Prometeo para que no traiga el fuego a los hombres. ¿Cuán pendejo se tiene que ser para dejar a los “compas” que han estado cuando eras un desconocido, para correr a los brazos de los que siempre te despreciaron? Me voy a adelantar, aunque te digan “ministro” sólo ven la posibilidad del cheque, después de eso, no valés absolutamente nada, allá estará la doñita en casa o el doncito panzón, el último y real refugio. ¡Funcionarios de Hoy! ¡Secretarios! Sólo son la oportunidad de la ocasión, nada especial, ya otros pasaron por allí y les contamos…
El hombre al que los militares le mandaban hacer camisitas de mentiras, y la policía se le cuadraba a su voz, fuimos pocos los que mantuvimos la postura de que nunca fue presidente ni inteligente, viajando en su jet privado no escuchaba los gritos de las personas asesinadas aquí abajo, embajadores, sultanes y emires le presentaban sus credenciales; los tres poderes del Estado en una sola mano, los grupos de poder convertidos en gelatinosas masas adictas al “pisto” fácil, sin riesgo, le dicen los banqueros, domados por el “indómito” que nos prometía 50 años y a quien no le gustara, pues, como Escobar: “aceptás el dinero o te caen las balas”, a nosotros nos cayeron las balas y a otros el dinero.
Hoy, Juan lleva 18 días rodeado en “los Cobras”, tratado como delincuente, de todo lo que fue. “La ruina es de un naufragio colosal. A su lado, infinita y legendaria, sólo queda la arena solitaria…”, enuncia el poeta Shelley en su escrito “Ozymandias”, para recordarnos lo finito del poder del hombre. Aunque algunos se crean dioses. Y, de nuevo queridas y amigos, el poder no es malo, explica con experiencia Mujica, sólo refleja lo que en verdad es el interior de la persona y, la que está llena de complejos y bajos instintos, con un poquito de autoridad desborda en turbulentas pendejadas como en invierno el río Choluteca. Éstos, nos van a terminar de matar si no exigimos pruebas psiquiátricas estrictas a quiénes desean cargos públicos.
Han sido nobles los castrenses que hoy reconocen a su comandanta general, la abrazan y saludan con el pecho inflado, han pedido perdón por el daño y el luto causado, ¿y si en lugar del perdón se abren a una auditoria?, la justicia verde oliva ya se demostró incapaz cuando aceptó una reelección ilegal, hoy juegan a ser importantes en Casa Presidencial al controlar entradas y salidas, y “cuidar” a la presidenta; soldaditos de papel que cuando el hondureño los necesitó le apuntaron con un rifle, nosotros no olvidamos, escribimos la historia, ninguno de ustedes está preso por don Anselmo y los casi 40 mártires de la insurrección, y, sin ser arrogantes, las portadas de EL LIBERTADOR fueron las consignas de los que hoy gobiernan, más mansitos para la próxima.
Juan, en su delirio, creó los “Superministros”, Ebal siendo el fiel sirviente reinaba con soberbia sobre los súbditos, aún se recuerda la imagen de Ebal cuando se llevaban a David Romero y gritaba desde su estrado: “Este día se impuso el Estado de Derecho”, y lo acusó de “extorsionar para evitar su condena y captura”. Hoy nadie sabe de Ebal, apenas una imagen borrosa de un gordito con gorrita entrando al Ministerio Publico y el adiós en su última misión fallida de buscarle refugio al “Patrón” allá en Managua; Lisandro en su tontería, sin jáquima y sin bozal, gritó que quería iniciar una guerra y los militares vividores diciendo que sí; el Pastor Solórzano con la biblia en una mano y la pistola en la otra, bendiciendo desde helicópteros, llevando su ego con él, hoy hasta su cuenta en Twitter ha cambiado y dice que anda evangelizando en Miami y no sabe cuándo volverá… ¡Dame paja que soy paloma!
Pero no son los únicos, antes que éstos vagos ya existían otros muy superiores como los “Chicago Boys” y cada presidente ha traído su manada de personajes incapaces de entender que un cargo público es para servir; pero no como la Guzmán que, como una peste, se niega a salirse de las cuentas públicas o Madero, que comparte el ADN del reguetonero Killa, cambiando 12 cheques en un solo día. Pocos funcionarios han pasado a la historia por sus éxitos (buenooo, si tienen éxitos en el museo del mal) y los que aún sobreviven caminan recordando con añoranza “cuando yo fui…”. Si les contáramos el desfile de exfuncionarios que ha pasado por las oficinas de EL LIBERTADOR, relatando sus tristes historias y cómo los vivieron, lo mucho que han sufrido y cómo debieron hacer las cosas, de quiénes tuvieron que rodearse y más, pero ya es tarde, y la grabadora deja de grabar. “Off the Record”, claro está.
En las manos del genio, las oportunidades se traducen en beneficio para las mayorías, en las manos del penco es maldición de las sociedades. Algunos pocos tienen la suerte de “la Rosa” para poder replantearse en la vida, así como los que hoy gobiernan y vienen desde el “Poder Ciudadano”, si se vuelven a juntar con los mismos y los traicionan, ya no será un engaño, será estupidez digna de un “Marvin’s Award 2022”. Claro que hemos escuchado las voces de las personas que gritan por un empleo y el reclamo de la contratación de nacionalistas y liberales en puestos clave y no, no creemos la historia de “reconciliación”, pero si creemos en capacidades, ¡capacidades! Si las personas tienen las habilidades para los puestos ¡Bienvenidos! Independientemente su partido político. Pero es irónico la “quiebra del Gobierno” y la abundante contratación de activistas de otros partidos en todo grado de puestos.
“Matamos a Dios y en su lugar pusimos al hombre, nada cambió, entonces nos dimos cuenta que el problema no es el hombre, ni Dios, sino el lugar”, mencionó el escritor de “Mundo Feliz” Huxley en alusión a Nietzsche. Hermosa reflexión para la sociedad, quizá no se trata de partidos políticos y personas, el problema es el viejo sistema. Quizá…
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