El gobernante Juan Orlando Hernández (JOH) dejó claro ayer en su nocivo sermón de ignorancia sobre las funciones del Gobierno, que la oposición política y medios de comunicación que critican su pésima gestión pública no tienen derecho a la vida, ni a la salud, ni a vacunarse contra el Covid-19.
El doctor Marco Eliud Girón subraya que ninguna dosis de vacuna contra el Coronavirus ha sido comprada por el Gobierno negligente de Hernández, todas han sido donaciones y otras adquiridas por el pueblo trabajador como las del Seguro Social.
El galeno pide a JOH mostrar la factura de compra de las 40 mil Sputnik V de las que tanto se jacta, cuando en realidad fueron logradas por medio del Gobierno de Nicaragua. Además, señaló que Hernández desconoce las leyes que hablan de los derechos a la salud para todos los hondureños sin excepción.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Como es costumbre del Gobierno Hernández, ayer no sólo mintió. El gobernante nacionalista demostró que está muy lejos de entender qué es y cuál es la responsabilidad del Gobierno. Peor aún, ofendió a la tercera edad y, al asumir que es “dueño” de las vacunas, las sacó en cara a los periodistas que exhiben su mala gestión, igualmente hace unos días recordó una donación solidaria a El Salvador; dejó claro que para él no debe vacunarse nadie que critique su administración, por tanto, no tienen derecho ni a la salud ni a la vida.
La charlatanería oficial surgió de un discurso ridículo que dejó entrever que Juan Hernández ve con naturalidad la violación de derechos humanos y, en particular, de negar el derecho a la vacuna contra la Covid-19, pero el doctor Marco Eliud Girón cuestiona al mandatario que no existe factura que compruebe que el Gobierno ha puesto “un cinco” en compras de vacunas, pues éstas se adquieren del bolsillo del pueblo o donativos en nombre del Estado de Honduras.
Juan Hernández ve desde sus intereses de activista política el trabajo por el que la sociedad hondureña le ha pagado fortunas; según él, la oposición y medios de comunicación que denuncian su corrupción y pésimas gestiones públicas deben verse como que “el Partido Nacional los dejó ‘callados’ con la llegada de 40 mil vacunas Sputnik V que, de acuerdo a diversas fuentes se adquirieron con la ayuda de Nicaragua, no por gestión del gabinete Hernández.
En su excluyente discurso hasta aprovechó para meterse con las personas de la tercera edad que ha recibido vacuna que, a criterio de Hernández, son familiares de personajes de la oposición, sin embargo, hay enfatizar que los inmunizantes que han llegado al país han sido donaciones y ninguna adquirida por el Gobierno.
Y afirmó Hernández: “Esos de oposición y esos medios se dedican a atacar todo el tiempo lo que dice el Gobierno, todo critican. Pero miren qué bueno los he visto la semana anterior que andaban vacunando a sus abuelitos”, con su confusa y rara forma de expresare, prosiguió: “y ahora ellos mismos, se están vacunando ahorita”, refiriéndose a la jornada de vacunación de medios de comunicación de ayer 24 de mayo en el Colegio de Periodistas de Honduras (CPH).
En vez de guardar silencio y sentir vergüenza por la fracasada gestión durante la pandemia y rendir cuentas como autor intelectual del robo en hospitales móviles, de lo que existen pruebas publicadas a través de todos los medios de comunicación, continuó: “Decían, no van a venir las vacunas rusas, no hay contrato con Pfeizer, y ahora con el bracito pelado, y yo digo, qué bien gracias a Dios porque trabajamos para todos. Siempre les hemos tapado la boca con hechos y no con palabras. ¡Así somos los nacionalistas!”, gritó delirante el gobernante, mencionado en las cortes de New York por narcotráfico y corrupción.
Además, aunque ha sido durante su Gobierno que Honduras se posicionó como el país más violento “en la faz de la tierra”, situación que también fue mencionada por un fiscal durante el juicio donde su hermano ‘Tony’ Hernández resultó condenado a cadena perpetua más 30 años, él no dudo en tergiversar a su favor y culpar a la oposición.
“A puro ataque quieren volver al poder, a pura mentira y engaño y ya demostraron su incapacidad para gobernar y su irresponsabilidad, porque el pueblo hondureño los llevó al poder y ahí destruyeron al país”, señaló sorprendentemente JOH, quien hace unas semanas decía que los hondureños tenían miedo a vacunarse, excusándose en que Honduras sea el país de América con menos población inoculada, apenas dos por ciento del total en edad de riesgo.
Sobre las contraproducentes palabras vertidas ayer por Hernández, EL LIBERTADOR consultó con el doctor Marco Eliud Girón, quien apuntó que a pesar que JOH dice ser abogado “tiene desconocimiento total de las leyes”, y citó que el “artículo 64 de la Constitución de la República habla del derecho a la salud para toda la población, ¡sin excepciones!”.
Pero manifestó que puede entenderse la reacción de Hernández ya que “ha sido acusado como violador de los derechos humanos, lo cual ha demostrado, desconoce”. Es más, en su pernicioso sermón dejó claro que quien se oponga a él “no tiene derecho a la salud ni a la vacuna”, Girón subrayó que JOH “ha politizado el tema de la vacuna y la pandemia, en general”.
Esto se ha comprobado-detalló el médico- cuando por ejemplo, entrega su raquítica bolsa solidaria a unos cuantos de sus partidarios tras las tormentas Eta e Iota, las cuales también fueron donadas, unas por El Salvador y otras por la solidaria población hondureña, lo mismo cuando hablaba de su cuestionado tratamiento MAIZ.
“Esas vacunas (Sputnik V) no le costaron al Gobierno ni un cinco, que enseñe la factura de compra. En absoluto todas han sido donadas y las del IHSS las compró el pueblo trabajador, con el sudor de su frente”, le recordó Girón a Hernández.
A la vez, destacó que los medios independientes deben denunciar el desfalco de 48 millones de dólares (1,200 millones de lempiras) en chatarras móviles, la compra sobrevalorada de insumos durante la pandemia, para que el gobernante rinda cuentas y corrija. “Él piensa que con una vacuna deben callarse” cuando se supone que la obligación de un Gobierno es garantizar la salud de la población, si no lo ve así, entonces está en el puesto equivocado.
Cabe recordar que Honduras sólo ha inoculado entre el 1.5 y 1.8 por ciento de la población, según informó Girón. Sin embargo, esto es poco, sólo ayer fallecieron 10 personas en el Hospital Escuela de Tegucigalpa. La cifra oficial de fallecidos es de 6,146 a nivel nacional pero según la Asociación de Funerarias la cifra real casi triplica a la oficial.
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