La abogada Rebeca Ráquel Obando, juramentada por el Congreso Nacional como presidenta de la nueva Corte Suprema 2023-2030, tiene claro que el Poder Judicial es bastión clave para lograr condiciones que dignifiquen la vida de los hondureños.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Desde su autopostulación la recién juramentada presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Rebeca Lizette Ráquel Obando, tenía claro que ese poder del Estado, es clave para lograr condiciones que mejore la vida de los hondureños.
Y es que en el formulario de inscripción que entregó a la Junta Nominadora, la abogada Ráquel Obando expone su pensar y sentir, destacando que como hondureña “tengo tanto derechos como obligaciones, servir a mi país sería no una obligación, sería un deber ciudadano”.
“Amo mi país y quiero un Poder Judicial (PJ) Fortalecido, creo que no habría más alto honor que poder servir en una tarea tan respetable, tan delicada, como es la correcta impartición de justicia”, prosigue el texto donde la jurista plasmó su motivación para llegar a la Corte.
La nueva jefa del PJ es fiel creyente que cuando se crean las condiciones para una correcta aplicación de la justicia, es el pueblo quien se ve favorecido: “La inversión en el país mejora, se logran mejores condiciones de vida para sus habitantes, no tendría nuestra juventud que salir de nuestro amado país dejando sus familias”.
“El Poder Judicial es bastión importantísimo para lograr esas condiciones que todos los hondureños ansiamos. Definitivamente daría lo mejor de mí para contribuir a lograr, sentar las bases para tener un Poder Judicial, que haga suyos los principios de independencia, imparcialidad e integridad”, cierra la abogada.
A continuación, breve perfil de la presidenta judicial:
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