Esta mañana el pueblo hondureño ha juramentado (Gráfica) a la nueva directiva del Congreso Nacional, según el «Acuerdo Bicentenario» del 12 de octubre; en paralelo los nacionalistas, liberales y ex Libertad y Refundación, nombraron su junta lejos del edificio Legislativo en el área social del Club Bosques de Zambrano, fuera de la capital Tegucigalpa.
Las redes sociales oficiales del parlamento hondureño, anunciaron la presidencia de Jorge Cálix; no obstante, en el hemiciclo se otorgó el distintivo a Luis Redondo de “Salvador de Honduras”, abrazado por la presencia del pueblo que desde anoche esperó la sesión y que no se moverá del Parque La Merced.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. No rectificación ni conciliación, el Congreso Nacional se resiste a servir a los hondureños de buena fe y en paz, ha pesado más el juego de intereses de la clase dominante, aterrorizada al proyecto de refundación que se firmó el pasado 12 de octubre entre los partidos Libertad y Refundación (Libre) y Salvador de Honduras (PSH).
Desde anoche, cientos de hondureños se acercaron a los bajos del Congreso para la vigilia convocada por la presidenta electa, Xiomara Castro, en varios puntos de la capital Tegucigalpa, las reuniones de bancadas retomaron las “misas negras” que sólo han dejado herencia de dolor a la nación.
De hecho, estas reuniones de la clase política, han sido una permanente desde el jueves anterior, pues el viernes se nombró la Junta Directiva Provisional y esta mañana se cerraba el cuadro definitivo al mando del Poder Legislativo.
Tras el cambio de bando de 18 diputados electos en el partido Libre, la sociedad metió presión para cumplir con el «Acuerdo Bicentenario”, que designó a Luis Redondo del PSH como presidente; sin embargo, desde el amanecer, cosas extrañas sucedieron en la “casa de los legisladores”.
Desde temprano se anunció falla en el sistema eléctrico, la sesión iniciaba a las 7:00 de la mañana, la presencia popular cambió todo ya que los nacionalistas, liberales y los 18 expulsados de Libre enviaron una convocatoria para trasladar la votación a la zona social de Bosques de Zambrano, que en tiempo record, preparó –como premeditado– el escenario lejos de la presencia popular que no ha dejado de gritar encolerizada por la traición.
Mientras 96 congresistas –titulares y suplentes–, acataron el mandato ciudadano y fueron recibidos como héroes por el mar de gente asentada en los bajos del Congreso, se observó a Jorge Cálix huir en helicóptero con guardaespaldas, una escena nunca vista e insólita para el congresista que una vez ganó mérito fingiendo ser taxista para escuchar al pueblo o cuando caminó por la ruta migrante para conocer ese dolor del éxodo provocado por malos gobiernos nacionalistas que hoy lo apoyan.
En el intento de obtener una explicación de Cálix, la periodista Karen Mejía de la cadena internacional Azteca, filial Honduras, fue agredida por al menos 15 guardaespaldas armados, mientras el legislador siguió su camino indiferente hacia la aeronave, una actitud que hasta ahora sólo ha sido vista en el gobernante saliente, Juan Hernández.
La sesión en Bosques de Zambrano se convocó a las 8:20 de la mañana, pero el comunicado oficial giró a eso de las 8:14, en un sector que está a 42 kilómetros hacia el norte de Tegucigalpa, unas dos horas y media si se considera el tráfico de la carretera CA-5, una de las más congestionadas por el transporte interurbano normal y el exclusivo del aeropuerto Palmerola, sumado a los camiones de carga pesada y vehículos familiares.
Lo anterior refuerza la hipótesis que desde anoche se pensó celebrar la sesión en ese sector, allí se juramentó de nueva cuenta a Cálix como presidente; sin embargo, en el casco histórico de Tegucigalpa, se nombró con propiedad y con soporte popular la junta directiva con Redondo a la cabeza.
Mientras los medios de comunicación oficiales del Congreso anunciaron a Cálix, la sede legislativa coreó a Redondo y, una vez más, la ciudadanía entró a un sector que hasta hace poco era sitió “sagrado” para “honorables”, de hecho, desde anoche la Policía Nacional rompió la cerca que se instaló tras el golpe de Estado en 2009 y que impidió a los hondureños interpelar a quienes fueron en contra de dignificar a la nación.
Xiomara Castro ha dicho que desconoce la elección de Cálix, ratificando que será Redondo quien la acompañe este jueves en la investidura e inicio de su mandato.
La ciudadanía, según reportan representantes del nuevo Gobierno, seguirá en los bajos del Congreso.
Así plantean directivas paralelas:
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