El dirigente indígena, Juan Carlos Cerros, asesinado el domingo, nunca alertó amenazas contra su vida, pese a que él tenía un enlace militar y policial que lo beneficiaba, según informó este día a EL LIBERTADOR el Director del Mecanismo de Protección, Danilo Morales.
El funcionario defensor de derechos humanos, insta a la población hondureña a confiar en el Mecanismo e invita a brindar información acerca de riesgos que adviertan los beneficiarios para determinar medidas idóneas y actuar a tono en cada caso.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El dirigente indígena, Juan Carlos Cerros, efectivamente contaba con el amparo colectivo del Mecanismo de Protección desde 2018, pero fue trasladado a otro sector del país, también por temas de seguridad, ha dicho este día el Director General del Sistema de Protección para los y las Defensoras de Derechos Humanos para Periodistas, Comunicadores Sociales y Defensores de Derechos Humanos en Honduras, Danilo Morales.
Lo anterior fue vertido a EL LIBERTADOR, luego que la Directora de ACI Participa, Hedme Castro, señaló a través de este mismo periódico que las medidas “del Mecanismo de Protección en que estaba amparado Cerros, nunca se hicieron efectivas, lo que prueba que es otro ‘elefante blanco’ en el país”.
Morales recalcó que en su momento se hicieron las evaluaciones adecuadas y que en el caso del dirigente indígena se resolvió una evaluación colectiva, es decir, las medidas de protección no se otorgaron de manera individual, sino a las comunidades en el sector del Río Ulúa, en esa instancia, se realizaron valoraciones y, Cerros, en su momento, se individualizó de ese mecanismo, ya que volvió a su lugar de origen.
“Él, siendo una persona de tierra adentro, dedicado a labores agrícolas, no se sentía a gusto estar fuera de su sector y, mediante ese proceso de evaluación de riesgo, decidió regresar a su lugar en 2019, desde entonces siempre estuvo en comunicación con la lista de seguimiento y protección, para reportar situaciones de riesgo e implementar otras medidas urgentes, situación que no pasó con don Juan Carlos, porque no nos reportaron”, informó Morales.
El Director del Mecanismo dijo que la última vez que se estableció contacto con Cerros fue en mayo del año pasado y que “él tenía un enlace militar, policial y también era beneficiado con patrullajes, sin embargo, pese a que podía recurrir a estas medidas tampoco se dio el llamado que se espera en una situación de peligro, lamentamos que perdió la vida de manera violenta”.
Ante esa acción criminal, el funcionario insta a la población a que confíe en el Mecanismo y que si hay información referente a una situación de riesgo de los beneficiarios que por favor notifiquen al Mecanismo, para determinar las medidas idóneas y actuar; Insiste en que “la falta de información y esos vacíos que no se reportan, ya sea por desconfianza, temor, eso no nos va a colaborar mucho para poder determinar qué acciones son las que se deben aplicar”.
El brutal asesinato contra el líder indígena aconteció el pasado domingo por la noche, luego de haber visitado a su madre y mientras regresaba a casa junto a sus hijos, en ese momento, fue interceptado por tres sujetos, que sin cruzar palabra lo atacaron con 40 disparos, arrebatándole la vida en el acto.
La víctima, que tenía 41 años y de origen Lenca, era defensor de los derechos humanos y presidente de Movimiento en oposición al proyecto hidroeléctrico “El Tornillito”, ubicado en Chinda, Santa Bárbara
HONDURAS: DE 40 DISPAROS ASESINAN OTRO GUARDIÁN DEL AMBIENTE
En la escena del crimen, autoridades de la Policía Nacional (PN), hallaron 40 casquillos de diferentes armas de fuego, por lo que procedieron abrir investigaciones del asesinato y la mañana del lunes informaron la captura de un presunto homicida.
Un nuevo dirigente indígena se suma a la dolorosa cifra de asesinatos para los protectores del ambiente y derechos de pueblos aborígenes. Honduras es territorio peligroso para estos valiosos hondureños; luego del asesinato de la lideresa indígena, Berta Cáceres, en marzo de 2016, se registran 39 muertes violentas.
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