Este veterano periodista ha trabajado en radio y en los diarios El Día, La Prensa, El Cronista, La Noticia, La Tribuna, Tiempo, El Periódico, Tiempos del Mundo y actualmente dirige la sección Deportes de EL LIBERTADOR.
EL GOLPE A FERRARI
A inicios de la década de 1990 al presidente del Olimpia, José Rafael Ferrari, se le intentó defenestrar del equipo. “Supe que le iban a dar golpe a Ferrari, le pregunté sobre su salida del club. Él se enojó y no contestó, pero luego supe que el golpe fue abortado”, afirma Cálix.
Redacción / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Cuando entró por vez primera a una sala de redacción jamás imaginó que más de cuatro décadas después, se convertiría en un referente de la prensa deportiva nacional. Él es Jorge Alberto Cálix y esta es su historia.
Cálix nació en Tegucigalpa en 1939. “Inicié en 1969 a nivel de radio con don Manuel López Mayorga, que fue mi maestro. Él me dio las mejores enseñanzas como reportero a nivel de radio y prensa escrita”, rememora.
Ese mismo año recibió el primer curso de capacitación periodística, al tiempo que tomaba cátedra de conducción de programas deportivos en las voces de German Márquez y Servando Cruz.
En Unión Radio “cubría las canchas de barrios y colonias; particularmente en el barrio La Cabaña y El Chile dando seguimiento al equipo Promesas Chilenas”, enfatiza.
Posteriormente ingresó al programa “Radar Deportivo”, que dirigía López Mayorga, donde tuvo su primer contacto con el micrófono y, en alguna ocasión, hizo las veces de maestro de ceremonias en eventos deportivos.
TRABAJO AD HONÓREM
La primera experiencia en prensa escrita se le presentó en 1971, en el ya desaparecido diario El Día, Cálix agrega que “mientras trabajaba, terminé mis estudios de perito mercantil y contador público, y de forma autodidacta estudié las leyes y estatutos de las distintas disciplinas deportivas”.
Pese a no percibir salario, en ese medio de comunicación laboró con ahínco para aprender las técnicas de redacción y de reporteo, así como la cobertura de las ligas de basquetbol, voleibol y beisbol.
“Recuerdo que cuando me enviaron a trabajar con el periodista Andrés Torres, me sentí pequeño y salí huyendo, pero mi jefe, don Manuel López Mayorga, me ordenó que regresara a trabajar. Volví y Andrés me enseñó a cómo tomar notas y la redacción moderna de artículos”, enfatiza el entrevistado.
PRIMEROS FRUTOS
En su largo camino, Jorge Alberto se las ingenió para seguir y dar cobertura al campeonato mundial de ajedrez más relevante de la historia, el encuentro de dos maestros de la estrategia y el posicionamiento: el estadounidense Bobby Fisher, frente al oriundo de Leningrado, Boris Spassky.
“Tuve que aprender a identifica cada pieza y qué movimiento se hacía con cada una de ellas; ponía un tablero enfrente, escuchaba la radio que decía la pieza y el movimiento que hacía, tomaba nota de eso y redactaba la nota”, relata.
Aprendió y trabajó con insistencia en la labor informativa al punto que el periodista López Mayorga le confió la conducción del programa “Radar Deportivo”.
Enfatiza que el colorido en la descripción de la nota se ha perdido, “los periodistas se han vuelto haraganes, pues cada día debe ser un reto para ganarse la primera plana”.
Al respecto, comenta que vaticinó con tres meses de antelación que un campeonato mundial juvenil de fútbol que se desarrollaría en Sudáfrica, no se llevaría a cabo debido a problemas de seguridad, ante la resistencia del régimen de segregación racial.
“Recuerdo que meses antes del anuncio de ese campeonato en Sudáfrica, estaba en la capital hondureña Jack Wagner, íbamos los dos en un ascensor y le pregunté si viendo la situación social en Sudáfrica, el campeonato mundial juvenil no se iba a realizar; y él hizo un gesto y un ademán dando a entender que no”.
Durante la reunión de redacción, “preguntaron qué notas traíamos para elegir la primera planta, yo les dije lo que tenía y el director dijo que iba a arriesgarse para ponerla en primera plana…y efectivamente, tres semanas después Joao Havelange confirmó el traslado de la sede a otro país”, recuerda con agrado.
PIDIÓ OTRA PLAZA
Uno de los recuerdos más valiosos de Cálix data de 1978, cuando arribó a Honduras el entonces presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), Joao Havelange.
“En la conferencia de prensa, le pregunté por qué la FIFA no asignaba un cupo más para la Confederación Centroamericana de Fútbol (Concacaf) para acceder al campeonato mundial de fútbol”, sostiene.
Hubo compañeros que se burlaron de mí –agrega– y me criticaron por preguntar cosas de ese tipo al presidente de la FIFA.
“Hoy la Concacaf tiene un cupo más pues tres equipos que clasifican directamente y uno que pelea un boleto con un equipo de Oceanía o de América del Sur, o sea que mi pregunta valió la pena”, enfatiza con orgullo.
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