Y… que salga al escenario la siempre humilde, la que nunca alega porque creció lejos del mercado “Mamachepa”, en familia de buen decir, mega, turbo educada, he ahí, la de modales y voz suave, casi, por poquito una “ladie” de nobleza, siiii, es ella, Cossette. A ella le corresponde el minuto de fama de aquí en adelante por el cargo en el CNE, después nadie la llamará, es ahora el caballo en el ajedrez de la conspiración, todos a gritar ¡Fraude, fraude! ¿Pero quiénes hicieron fraudes en 2013 y 2017? ¿Alguien recuerda?
Sin paja, lo que sucede en el CNE no es de ganar, en Miami saben que su proyecto fracasó por los inútiles que pusieron en el frente de ataque para desestabilizar y manipular los inocultables logros del Gobierno Castro y desacreditar para justificar la violencia que tiene escrita el “grupo de María”, viene la nueva fase del “Plan Honduras”, sigue la guerra de la prensa tradicional, no lo extrañe prontamente –a tono con el manual– terrorismo, vandalismo y guarimbas quemando todo como hicieron Capriles, Leopoldo y la “Nobel de la Paz”, Corinita.
De fondo suena el vulgar reguetón “… la perra, la diva, la potra…”, el audio lo acompañan imágenes de Cossette caminando como dueña en el Consejo Electoral, se quedó congelada pensando que sigue siendo “presidenta”, quizá alguna vez se tragó la casaca que sería “primera dama”; en Palmeras de San Ignacio no la quieren ver ni en pintura; por cierto, ahora la “madre” de la democracia, anda máscara para mentir y ejecutar las últimas actividades de la conspiración, el guion está dictado, gritar fraude, negar resultados y buscar hacer vergueo en las calles hondureñas, sobre todo, en la capital.
Reflexión
EL LIBERTADOR
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Tegucigalpa. Las máscaras sirven para ocultar, invocar o proteger, los romanos lo sabían, el dios Jano tenía dos rostros, con uno miraba el pasado y con el otro el futuro. Durante las fiestas los “cives romani” tapaban sus semblantes con caretas para decir lo que no se atrevían con sus “caras reales”, de ahí nace la palabra “persona“ del latín per-sonare, “sonar a través de la máscara”. La máscara es la voz pública y lo que hay debajo, lo íntimo. Cossette ha vestido de transparencia y el diseñador ha sido la prensa tradicional, pero uno debe tener cuidado cuando sale por la azotea y Luz Ernestina tiene las flamas abajo: ¿Cuándo dejás la máscara y ella te usa a vos? Cossette, los demonios que invocamos nos persiguen y quien hoy sonríe, mañana te despreciará. Una mascara se comienza a romper.
A propósito, mi niña, «máscara» también se cree deriva del árabe maskharah (bufón) o del latín medieval masca (fantasma), “tonces”, ¿bufón o fantasma?
La consejera demostró mediocridad en la dirección de las elecciones internas ¿o no? Todavía andan buscando a los buses con maletas. Quizá fue así la labor y ese es el problema de hablar detrás de la máscara, desde esa vieja penumbra habitual para las momias mandaderas, desde el fango donde el reptil se siente cómodo para morder el sueño del pueblo y el progreso de Honduras, desde ahí hoy grita, insulta y ataca con turbas nacionalistas, esta lugarteniente es la pieza central desde la autoridad electoral del país, la idea fuerza es gritar “fraude, fraude”, y ya el dicho lo saben todos “el intoxicado mira a través de sus toxinas”, y otra vez la repetida, Juanchis fue buen maestro en puercadas, se quiere reelegir Libre, ¿y quién se reeligió? Ayúdenme a recordar. Quieren imponer la Corte ¿Y quién destituyó a los magistrados de la Sala Constitucional? Y así y así, esa basura ya la sabemos, ¿quiénes hicieron fraude en las elecciones de 2013 y 2017?
Pequeña Cossette, dame paja que soy paloma, ésta hace más de un año viene repitiendo como lora, pues el conflicto no es ganar, ya se sienten perdidos, el objetivo es otro, es desacreditar para ser violentos, y no actúan por iniciativa propia, la línea cae del Norte, finalmente es su señor al que deben y tienen que servir, y lo hacen corriendo. La pequeña Cossete será instrumento interno, Salvador externo, avalados por los que viven de los pobres que llenan iglesias; los que viven del título de empresario, sin empresas; quienes se llaman periodistas si serlo por praxis y cuando alguien les dice una verdad de frente, se achican, se acobardan y dicen: “solo soy un empleadito, mis frijolitos, es que la imparcialidá…” El alma del despersonalizado de Batson aún recorre los pasillos negros del Consejo Nacional Electoral (CNE), el espectro arrastrado a la nueva sede y las cadenas se escuchan tronar sobre el piso. Aún muerto se asusta si escucha un nombre “¡Fulton!” ¡y Booo!
¡Ultima hora! ¡Ultima hora! El país en llamas, tomadas las carreteras y avenidas, está paralizado Honduras, humo en las calles es testigo silencioso pero tóxico de lo que se vive, la democracia está en riesgo ¡Crisis electoral! ¡¿Quién podrá salvarnos?!; aquí tenemos la opinión del imparcial representante de ASJ o del CNA, asegura que la única forma de salir de esta “crisis política” es con una comisión de intervención de los países libres, soberanos y amigos (o sea, je,je,je los gringos). Así lo dice el asertivo periodista del medio tradicional, mientras se limpia la lengua como quien frota un cuchillo filoso, algún empresario le escribe: “Muy bien, sigamos así, los reventamos si mantenemos esta presión tres días”, ¡buen muchacho este periodista!. Es 10 de diciembre 2025, un pequeño grupo de vándalos ha invadido las calles de Honduras, no aceptan los resultados del CNE, esto ya ha pasado, este manual lo conocemos desde otras regiones del mundo. Así será aquí y los vándalos de corbata y sin rostro están listos. ¡Chusmas!
—¡Perdieron, acéptenlo! —les grita en la cara un “chele” con autoridad prepotente, y baja la cabeza sumisa el candidato de los liberales; a su lado, quien nunca lo deja ni para ir al baño y quizá un lúgubre Marlon Lara, por ahí hundido en lástima y tristeza. Esta vez no invitaron al “Chele” Castro, por carecer de buenos modales y abrazar mucho a María.- Cerca de julio o junio de 2025, en Miami se llevó una reunión, los rubios y los sin patria de Honduras y Cuba. Marco y la sanguijuela de Salazar que no han parado de chupar al viejito de la televisión y al capital obscuro que lo mantiene por última vez en campaña política, como niños en escuela pobre los sientan en alguna esquina de un hotel dos estrellas o, donde sea, cerca del botellón de agua como cuando iba Juanchis, hoy recordado amorosamente por 6ix9ine desde la prisión –¡Les dimos los recursos, les pusimos las instituciones a su servicio, hablamos con nuestros socios, hasta mandamos al panzón general hacerse la víctima en una montaña y no sirvió! ¡Son inútiles! –A Rubio le brillan los ojos de la cólera, mientras observa aquellos tres esperpentos de personas–. Salva y su doña miran extasiados al extranjero, se sienten importantes por la horrorosa puteada, alguien como ese hombre los toma en cuenta siquiera para tratarlos con desprecio, en súplica agachan la cabeza. Elvira, con las cuentas gordas, asoma una pequeña… sonrisa, burlona.
Uno fracasará desde adentro y otro desde afuera. Ahora bien, si se porta bien Cossette seguirá chupando a los hondureños desde el puesto que le… dejaron en el Parlacen, mientras que Nasralla volverá al baúl de los recuerdos, aquel anciano que dirá “yo soy presidente” sin nunca serlo, y a seguir bailando X/0. Cada vez que se grita “voluntad del pueblo”, la mascara pesa un poco más. Aunque ella hable de “neutralidad institucional”, es parte de un partido político que ha sido catalogado como organización criminal, la incoherencia sobresale ¿Quién no conoce al pueblo tiene el descaro de hablar en nombre de él? La toma del Congreso será prioridad y, para eso, ya tienen alguien entrenado en el arte de adueñarse de lo ajeno, presionar y tener socios importantes. Este momento también pondrá a prueba a Libertad y Refundación, las estructuras serán clave en el sostenimiento de la paz democrática en el país y el respeto de la voz soberana que es ley; sin embargo, quienes están detrás no les importa la ley, orden o democracia, son bestias sedientas de poder y ambición qué “harán lo que tengan que hacer” para tomar el control del país.
En Japón, existe el famoso Teatro de Ño, hace siglos un actor llamado Sayio, interpretaba el papel de una mujer que se convierte en fantasma por los celos que sentía. La historia cuenta que Sayio lloró debajo de la mascara y las lagrimas endurecieron la madera, cuando intentó quitarla le fue imposible, el personaje se fundió con la persona, entonces un monje dijo que cuando un actor interpreta un sentimiento extremo, el espíritu del sentimiento entra en la máscara. El proyecto está cerrando su ciclo, las tareas están siendo canceladas y no hay “fastrack” que apresuren lo que ya no hicieron en las etapas tempranas, los costos se elevaron y alcance se cambió. Mi pequeña Cossette, la vulgaridad ya no importa, ni los gritos o la violencia. La versión aún más degradada de la “mataperros” gringa, Kristi Noem deberá entender qué: Quien usa una máscara debe saber que también la máscara puede usarla a ella. Avanti.
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