“No es serio manipular al pueblo con información falsa. Estas maniobras mezquinas solo buscan enfrentar a la población con el gobierno e impedir el crecimiento económico que el mismo sector empresarial dice que desea”, así respondió la directora del SAR, Mariana Ríos, al empresario Adolfo Facussé tras que este manifestara que la carga tributaria en Honduras es “bárbara, sofocante y opresiva”.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. La directora ejecutiva del Servicio de Administración de Rentas (SAR), Mariana Ríos, afirmó que las maniobras mezquinas de ciertos sectores solo buscan enfrentar al pueblo con el Gobierno de la presidenta Xiomara Castro e impedir el crecimiento económico que, según ellos mismos, dicen desear.
La respuesta de la directora surge luego de que el presidente de la Junta Directiva de la Fundación Covelo, Adolfo Facusse, manifestara que la carga tributaria en Honduras es “bárbara, sofocante y opresiva”. Ríos calificó como una manipulación irresponsable las versiones que culpan al sistema tributario del estancamiento económico.
En ese sentido, desmintió que la carga tributaria en Honduras sea “bárbara” u “opresiva”, explicando que el promedio nacional es del 16.6 por ciento. Según la funcionaria, está por debajo del rango del 22–25 por ciento en Latinoamérica y del 34 por ciento en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Además, “la gran mayoría de privilegios fiscales ha beneficiado a grandes grupos, no al ciudadano común”. Asimismo, detalló que el proceso de declaración y pago del Impuesto sobre la Renta (ISR) vence el 30 de abril, y que el 25 por ciento aplica únicamente sobre la renta neta real y verificada, no como un pago fijo adelantado.
Añadió que los pagos a cuenta en junio, septiembre y diciembre no son pagos extras ni corresponden al siguiente año fiscal, sino que son anticipos acreditables del mismo ejercicio fiscal y no duplican el impuesto.
Ríos también desmintió categóricamente que las personas paguen “1.75 veces” el ISR o un 43.75 por ciento, y reiteró que la tasa del ISR es del 25 por ciento, señalando que la aportación solidaria solo aplica al exceso de ingresos superiores a 1 millón de lempiras, con un recargo del 5 por ciento. “No se suman ni se duplican”.
Indicó que no es la carga tributaria lo que frena la inversión, sino factores como la estabilidad política, la seguridad jurídica y la calidad de los servicios públicos.
Y concluyó: “A un pequeño grupo de empresarios les parece que el Estado es improductivo y gigantesco cuando les controla y les cobra impuestos, pero no reconocen todos los bienes y servicios públicos que usan y necesitan para sus empresas, desde la fuerza de trabajo formada en las escuelas y colegios públicos y atendida en los hospitales, las carreteras, la energía, los puertos y aeropuertos, hasta la seguridad pública, por ejemplo”.
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