Es apenas un grupito, pero puede hacer árbol genealógico desde Abraham como hijo de Agar, la esclava egipcia de Sara, el humillado se volvió señor perverso en Honduras, aunque igual somos bastardos; durante 130 años los criollos gobernaron creando atraso y abismo, después los del desierto no variaron. Apareció –desde las calles– alguien que intenta enseñar dignidad popular, pero la ocultan esas uñas mugrosas, hombres y mujeres que no valen nada, pero con cartera extranjera para fabricar noticias falsas.
En la misma semana que el Gobierno celebró inauguración de la cancha número 75, una escuela de música en la capital y, entre otros, que Olancho ya está libre de analfabetismo, apareció la estrella “Hoy Mismo”: de un brinco gritó alarmado porque los jilotes subieron un lempira y los frijolitos tiernos 50 centavos ¿Desde cuándo, si ustedes compran en súper? , luego, todos en cadena repetidora: ¡comunismo!, ¡no hay inversión!, y etcétera, etcétera…
Los billetes de Honduras cargan rostros de vergüenza, figuras que han hecho desastres en esta tierra, ¿recuerda cómo se molestó ese grupo enemigo de la Nación cuando se pidió que Berta saliera en el de 200 lempiras?, pues eso resume todo, nos han tenido apendejados, majeeee, ¿realmente pensás que un libro que narra el golpe 2009 te va a “adoctrinar”? Ja, ja, ja ¡ya lo estás, desde hace cinco siglos!
Reflexión
EL LIBERTADOR
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Tegucigalpa. Caminamos errantes sobre un territorio que todavía no sabemos si es nuestro o cuánto mide, con héroes falsos y dioses impresos en los billetes y también impuestos en los álbumes escolares: nos han convencido desde siglos que si somos buenos, en la eternidad barreremos humildemente calles de oro y bañaremos en mares del yogur preferido –¡por esas calles yo voy a caminaaar!, grita el destruido rostro de bótox en la vigilia democrática de las brujas–. Enfermos e incultos, esperando se destape la cerveza cada viernes y el lunes comenzar la rueda del infortunio, sin conocer nuestra historia, deformando nuestras tradiciones e imitando las de otros (sin comprender ni J), es una rutina interminable hasta que el corazón falla, el cáncer o la miseria llegan, o peor, que un niño de 15 años –que cree es el personaje de la música que escucha–, nos asesina en una esquina por un cigarro… Juan Rulfo lo llamó “Comala” y García Márquez “Macondo”, y para nosotros: Honduras.


Alguien orquesta, con varita en mano, nuestra desgracia, desde hace ya muchas lunas. Ya los bulevares tenían nombres de presidentes gringos, como nuestros departamentos, nombrados estúpidamente por honor a extranjeros, que aparte de asesinos no podían usar una brújula y encima aparecen en la vista de los estudiantes como “héroe”, “audaz navegante”, al idiota ese lo nombran en nuestro himno nacional ¡Nacional!; sea un poco curioso, saque un billete de 50 lempiras –los amigos azules sabemos tienen muchos de esos ¿Verdad?–, y vea a Juan Manuel Gálvez, sepa que el 6 de julio en la ciudad de San Pedro Sula, fueron asesinados más de 200 estudiantes en manos de este tirano que rendimos honor oficial en nuestras manos ¿Quién lo santificó en un billete de circulación diaria? ¡Aaah! ¿Ahora ve que hay alguien desde las sombras que no es tan pendejo?


Sigamos, saque ahora un billete de dos lempiras ¿Ve la cara de ese que parece idiota? Es Marco Aurelio Soto, murió siendo muy rico en París, Francia, eso gracias al dinero robado del ferrocarril nacional, junto a su socio Washington S. Valentine conocido como el “Rey de Honduras”, a principio del siglo XX, así es, este gringo eso fue… Y lo más triste de todo es que posiblemente usted ni sabe quién está en esos billetes, esos mismos que toca todo el día es nuestra memoria histórica, así nos han hecho mierda, llamando amigo al enemigo, los nombres que dice todos los días… hasta nuestro teatro tiene el nombre de un golpista y creador de la prisión verde como Manuel Bonilla, busque su relación con “The Banana Man” (Samuel Zemurray), maestros de historia no somos tampoco y es responsabilidad de cada ciudadano conocer su patria. Pero también toquemos algo: ¿Seguís creyendo vos que por leer un libro del golpe de Estado le van a meter a tu gran intelecto “ideologías” jajaja? ¡Ya te tienen idiota!


El aparato ideológico es posiblemente la herramienta de guerra más hermosa que existe, no te despedaza piernas o manos, sino que asalta el cerebro y como un virus lo coloniza, invade el alma y no muere con la persona, sino que muta en forma de “tradiciones” y valores de los que mandan en los países, sistemas de creencias, religiones, modelo de educación y finalmente los medios de comunicación, en el contexto de Honduras, aunque los medios tradicionales ya no son los únicos en el espectro, siguen teniendo influencia, igual que los medios de nichos o los nutridos por los extranjeros con sus propias agendas –un dato amigos, lo que define ser medio tradicional o alternativo, no es el tiempo de fundación, besitos–, este huracán de información contamina el espacio mental del hondureño y termina diciendo “el comunista es malo”, mientras no sabe cuánto es 3×2, ni conoce a Wagner y su “Walkürenritt o Ritt der Walküren”, tampoco se ha sentido conmovido por la “sonata para piano n.º 14 en do sostenido menor, Op. 27 n.º 2, Quasi una fantasía” de Ludwig van Beethoven; peor vagando con Whitman o sintiendo el dolor de estar vivo con Hermann Hesse y para que no digan los intelectuales que somos eurocentristas, simplemente contemplar el espectáculo que es Loubavagu del doctor Rafael Murillo Selva… Pero ahí va, el idiota por el mundo, repitiendo “tengo miedo al comunismo y la dejamos aquí porque haré maratón de Betty la Fea/ narcos / el patrón del mal”.


–¡Los jilotes aumentaron 1 lempira! –salta Melgar de la silla, mientras el peluquín se le mueve un poco–. Y ¿desde cuándo le importa eso a Melgar si él compra en Pricemart? Andate mi rey a la feria de Banasupro y luego me contás o llená tu carreta en la Feria del Agricultor, pues, la conocés solo por tus periodistas; pero éste, aunque pequeño, pero interesante ejercicio, nos refleja como luego el hondureño con menos luces comienza a repetir que los “jilotes están caros”, que el gobierno de Xiomara es malo, aunque no lo sepa, aunque no vaya nunca a comprar nada, es más, aunque no los consuma; en ese mismo día, el gobierno Castro inauguró una nueva cancha deportiva –suma 75 en poco más de tres años–, se compraron vehículos forestales para que el Instituto de Conservación Forestal se mueva y evite incendios ¿Han visto que no hay bruma y nadie lo menciona claro? Y encima se declaró Olancho y Cortés, como departamentos libres de analfabetismo ¿Y eso no es noticia? ¿No aparece en ningún lugar? Solo EL LIBERTADOR lo destaca, no por quedar bien con los de turno, sino por la responsabilidad de combatir todo el vertedero de mierda de la prensa tradicional ¿Que no la creen? Compitas, estamos celebrando 22 años de fundación, no tres: somos y seremos.
Un grupo pequeño en Honduras mueve los hilos malignos, adictos al látigo del chele sobre su lomo y, él, se la desquita golpeando al hondureño sencillo, pero por supuesto ellos, como puercos gordos, están bien hartados; ese pequeño grupo, hace pensar a la mayoría que deberíamos volver a los que nos convirtieron en el “shithole” como dice su adorado presidente Trump ¿Tiene algún sentido pensar que los gobiernos de más de 130 años tienen la solución para sacarnos de donde nos metieron? ¿Verdad que cuándo lo lee así, lo hace sentir como medio pendejo a uno? Lo único que desean las almas de Malinche es que el extranjero vuelva a mandar, no incomodarlo que, como el Big Brother de Orwell, ellos controlen la historia, nos impongan sus valores y finalmente seamos un país sometido, agachados siempre, hablando bajito para que no se enojen los que mandan. Eso, es precisamente lo que oculta la campaña de la prensa tradicional, mantener el yugo sobre la mayoría de hondureños, sin capacidad para viajar en avión ni a La Moskitia. Aaahhh, pero ellos si vuelan por el mundo como moscas jucas.


Solo pensá esto ¿Por qué Marcia si ha ido a Rusia a pulirse las uñas de las patas a una clínica de estética y belleza? ¿Eso la hace comunista? ¡Ja,ja,ja!; ¿Por qué la hija de Asfura, Monique, nos habla del patético Andy Warhol? ¿Cómo lloraba de emoción Óscar Álvarez cuando dijo que por fin era “ciudadano” en Estados Unidos? Ellos no son idiotas saben cuánto ganan y han ganado mintiendo y engañando al hondureño de iglesia y pala, el idiota es uno siendo pobre dejándose guiar por los cerdos de la granja, delincuentes con altavoces. Tenemos retraso de 130 años, la aspiración de cada hondureño no debe ser tampoco cambiar de color político, sino comprender que la atención ciudadana real ¡jamás! Será iniciativa del poder económico con permisos de operación sobre el espectro radioeléctrico (medios de comunicación tradicionales) que nos pertenece a todos, hasta el niño que anoche rogó para ajustar el hotdog y nunca le llegó visita de “Porque nos importa…”, cuando más obscura es la noche, es cuando empieza el amanecer, muchachos y muchachas, avanti.
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