MIRE CÓMO “DIPUTADA AGUATERA” BUSCÓ DAÑAR CON VIOLENTO PROYECTIL AL PRESIDENTE DEL CONGRESO

Ariana Banegas, ha sido identificada como la vandálica diputada del Partido Nacional de Honduras que, de manera irracional y violenta, puso en riesgo la integridad física del presidente del Poder Legislativo, Luis Redondo, al aventarle con fuerza un bote lleno de agua, sin considerar que en función de dónde le pegara podía provocar daños.

Redacción Central / EL LIBERTADOR

Tegucigalpa. “Los guardias del Congreso andan armados”, así reaccionó la diputada del Partido Nacional, Ariana Banegas, representante de Colón, en su cuenta de “X”, luego que su bancada denunciara el “atentado contra la vida” a su correligionario Jack Uriarte, quien buscó vandalizar el estrado central del hemiciclo, donde está ubicada la junta directiva del Poder Legislativo.

Lo anterior ocurrió el pasado martes, cuando el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, ordenó la suspensión de la sesión incitando a la “oposición” para comenzar un zafarrancho y, como si de un mal chiste se tratase –por cinismo o estupidez–, la diputada Banegas compartió el video del momento en que ella agredió a Luis Redondo.

EL LIBERTADOR accedió de manera exclusiva a videos de seguridad que han registrado el momento justo, mientras el personal del Congreso baja a Uriarte del estrado, en ese mismo instante, la vandálica Banegas, valiéndose de la multitud, lanzó una botella de agua que impactó en la cara del presidente del Legislativo.

Pero en su mensaje, Banegas condenó: “No es posible que tengamos que llegar a tantas peleas por un derecho que le asiste al Legislador”. Recalcando que la seguridad del Legislativo, porta armas de fuego y victimizándose sin reconocer su acto que solo refleja un espíritu antisocial.

El Partido Nacional es el principal promotor de la violencia política hondureña y esta afirmación se sustenta en las acciones que esta institución ha llevado a cabo desde hace décadas con golpes de Estado, represión, fraudes electorales, redes de corrupción, uso de maras y pandillas –según narcoinvestigación internacional–, y el vandalismo de sus activistas y diputados.

Actualmente, su máximo líder, el exgobernante Juan Hernández, se halla purgando una pena de 45 años de cárcel en New York, luego de ser condenado por narcotráfico y delitos conexos en EEUU.

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