La constante confrontación de organismos de “Sociedad Civil” con el Gobierno de la República, sumado a la polarización del país, ha generado debates sobre las intenciones de estos entes financiados por la cooperación internacional y, a criterio del exsecretario de la Presidencia, Rodolfo Pastor, éstos responden a intereses políticos y económicos, no así al bienestar de los hondureños.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. “Las que hoy en día se perfilan y se venden como sociedad civil, realmente son parte de una estructura de organizaciones que dependen de financiamiento de ciertos grupos de interés y que lo que hacen es realmente lejos de representar sectores genuinos de la sociedad”, afirmó el exsecretario de la Presidencia, Rodolfo Pastor De María.
Las disyuntivas entre el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) y la Asociación Para una Sociedad Más Justa (ASJ) con el Gobierno de la República, que dirige Xiomara Castro, han aumentado debido a la presencia de los dos organismos con informes y declaraciones criticando la actual administración.
Recientemente, el CNA actualizó el esquema de nepotismo que se extiende en el actual Gobierno, sobre todo haciendo énfasis en las familias de la presidenta Castro y su esposo, el exmandatario José Manuel Zelaya, así como los consanguíneos de la exsecretaria de Finanzas, Rixi Moncada, quien es la predilecta por el oficialismo en las próximas elecciones electorales.
Otro grupo de esa “Sociedad Civil” que continúa haciendo trabajos de oposición al Gobierno, es la ASJ, quienes a través de sus técnicos, han criticado las medidas energéticas de la actual administración, asimismo, han aportado sus informes a Transparencia Internacional donde elevan la corrupción del país en grados altos, sin reconocer los esfuerzos de las autoridades para combatir la herencia de la dictadura de Juan Hernández.
Sin embargo, el Gobierno actual afirma que estas entidades se sostienen por intereses económicos y políticos, lejos de la labor social que representan. A criterio de Pastor, esto se entiende mejor si se estudia quiénes financian estos grupos.
“Claramente tienen intereses de afectar la imagen del Gobierno, tratar de deslegitimar y lo hacen con una agenda bastante clara de hacer eso y de no cuestionar a otros sectores con los que incluso en algún momento colaboraron, como en su caso la ASJ y el régimen de Juan Orlando Hernández”, puntualizó el exfuncionario.
Otros organismos han criticado que los fondos procedentes de la cooperación internacional funcionan como un modelo injerencista para instalar sus ideas en los países, es así como Pastor desglosa que: “Es importante reconocer, por un lado, el papel que debe jugar la sociedad en una democracia, pero también ponerle un nombre y un apellido claro a una organización que se vende como sociedad civil pero que busca una agenda política”.
Para Pastor, estos grupos son punta de lanza de los ataques que se hacen desde distintos sectores “y que lo hacen de una manera disfrazada de sociedad civil pero con una clara agenda política”, también suelen ser selectivos porque “buscan muy bien a quién y cuándo cuestionar, y a quién no y cuándo no”.
En el caso del CNA, pese a que recibe fondos de los hondureños, está muy apegado a la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID, por su sigla en inglés), mientras que ASJ es muy cuestionada por su cercanía al ex mandatario Juan Orlando Hernandez, promotor de uno de los gobiernos más corruptos de la historia y quien fue juzgado por delitos relacionados al narcotráfico.
“Y a mí me da pena que algunos actores que en algún momento quizá han jugado un papel más legítimo como representantes de sociedad civil a veces se presten realmente, como le digo, a ser más bien los voceros y las puntas de lanza de una estrategia de desacreditación y de desestabilización”, concluyó Pastor.
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