BATALLA POR LA VERDAD: LA ENEE Y LA MANIPULACIÓN EMPRESARIAL HONDUREÑA

El argumento de “incapacidad gubernamental”, ha sido utilizado por medios de comunicación de masas para deslegitimar las medidas de renegociación de contratos energéticos realizados por el Gobierno Castro.- Esta crítica a través de medios afines al poder tradicional no es más que un intento de defender intereses privados y mantener privilegios a costa del bien público.

La constante cobertura negativa y los editoriales que critican las actuales políticas energéticas, destacando errores administrativos y ocultando a la sociedad que, entre otros logros, al comparar los últimos tres Gobiernos, las renegociaciones de la ENEE representan un ahorro para el Estado de más de 30 mil millones de lempiras.- Esa conducta de la prensa tradicional, forma parte de una estrategia de engaño y manipulación de la percepción pública.

Es fundamental que el Gobierno adopte una estrategia de comunicación efectiva que contrarreste la operación psicológica de los medios de desinformación, presente un contexto completo y transparente de la situación, y asegure las reformas necesarias para rescatar de una vez por todas lo que le pertenece al pueblo hondureño.

Redacción

Héctor Maradiaga*/

EL LIBERTADOR

redaccion@ellibertador.hn

En el complejo panorama político y económico de Honduras, la gestión de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) se ha convertido en un campo de batalla donde los sectores empresariales y su maquinaria mediática han desplegado una ofensiva sin precedentes.

A través de las técnicas de la agenda setting y framing, estos actores han logrado imponer un relato que deslegitima los esfuerzos gubernamentales y protege privilegios históricos. Analizaremos estas tácticas comunicativas y su impacto en la percepción pública, ofreciendo una perspectiva crítica sobre la batalla por el control de la narrativa en Honduras.

El argumento de “incapacidad gubernamental”, ha sido utilizado por estos actores para deslegitimar las medidas de renegociación de contratos energéticos implementadas por el Gobierno. Sin embargo, esta crítica no es más que un intento de defender intereses privados y mantener privilegios a costa del bien público.

En la grafica, el periodista Héctor Maradiaga.

La constante cobertura negativa y los editoriales que critican las políticas energéticas, destacando fallos administrativos sin mencionar los logros que en comparación a los últimos tres Gobiernos han sido significativos y sin precedentes en la historia reciente de Honduras forma parte de una estrategia de imposición de agenda narrativa que manipula la percepción pública, enfocando la atención en los errores y omitiendo los contextos históricos y los beneficios de las renegociaciones, los cuales representan un ahorro para el Estado de más de 30 mil millones de lempiras.

Se ha enmarcado la renegociación de contratos como una muestra de incompetencia, ignorando deliberadamente los antecedentes de corrupción y sobrevaloración en las contrataciones anteriores.

Los contratos de energía fotovoltaica durante los últimos tres gobiernos alcanzaron precios de hasta 15 centavos de dólar, más 3 de incentivos (18 centavos), mientras que en Panamá se adquirían a 8. Estos contratos fueron otorgados a sectores con moral cuestionada, incluyendo narcotráfico y élites empresariales vinculadas a partidos políticos.

Al enmarcar las medidas actuales como problemáticas, se busca desviar la atención de los abusos del pasado y proteger intereses establecidos. Durante las administraciones anteriores, los medios y sectores que ahora critican la renegociación guardaron silencio frente a la corrupción y los contratos desventajosos.

Este doble estándar revela una estrategia para perpetuar un sistema que beneficia a una minoría a expensas del interés público. Las medidas de renegociación son precisamente un intento de corregir las distorsiones del pasado, donde se pagaban precios inflados a proveedores vinculados con actividades ilícitas y corrupción. La renegociación busca establecer tarifas más justas y sostenibles, beneficiando a la mayoría de los hondureños y hondureñas.

La renegociación es un avance hacia la transparencia y la eficiencia. Al renegociar contratos, el Gobierno está asegurando que el sector energético se maneje de manera más ética y económica, alineado con los intereses nacionales y no con los de unos pocos que por años se han enriquecido en detrimento de la ENEE.

Agenda setting: controlando la narrativa pública

El concepto de agenda setting se refiere a la capacidad de los medios de comunicación y otros actores influyentes para determinar los temas que el público considera importantes. En el caso de la ENEE, los sectores empresariales han utilizado su influencia sobre los medios de comunicación para poner en el centro del debate la supuesta incapacidad del gobierno para gestionar la empresa.

Estrategias utilizadas:

Focalización en la supuesta incapacidad gubernamental: los medios controlados por intereses empresariales han enfatizado repetidamente los errores y deficiencias en la administración de la ENEE. Al centrar la atención en estos aspectos negativos, han logrado que este tema se convierta en prioritario en la agenda pública.

Omisión de contexto histórico: al destacar exclusivamente los problemas actuales, se omite deliberadamente el contexto histórico de corrupción y mala gestión durante administraciones anteriores, lo que sesga la percepción del público.

Impacto:

Percepción pública: las audiencias reciben un flujo constante de información negativa sobre la gestión actual, lo que puede influir en la opinión general y reducir el apoyo popular a las medidas de renegociación.

Distracción de problemas pasados: esta estrategia desvía la atención de los abusos cometidos por los gobiernos anteriores, manteniendo el foco en el presente y en la administración actual.

Framing: manipulando la interpretación

El framing se refiere a la forma en que la información es presentada y estructurada para influir en la interpretación y percepción del público. En el caso de la ENEE, los sectores empresariales han utilizado marcos narrativos específicos para presentar las acciones del Gobierno de manera negativa.

Estrategias utilizadas:

Silencio sobre la corrupción pasada: la narrativa dominante ignora los altos precios de los contratos anteriores y los vínculos con el narcotráfico y élites empresariales corruptas, presentando la situación actual sin el contexto completo.

Impacto:

Deslegitimación del Gobierno: al enmarcar las acciones del Gobierno de esta manera, se socava su legitimidad y se refuerza la percepción de incompetencia.

Protección de intereses privados: este framing ayuda a mantener los privilegios de los sectores que se beneficiaron de los contratos sobrevalorados, resistiendo las reformas que podrían afectar sus intereses.

Hipocresía y doble estándar: silencio cómplice del pasado

Evidencia de hipocresía: durante los últimos tres gobiernos, los sectores que ahora critican la renegociación de contratos mantuvieron un silencio cómplice frente a la corrupción y los precios inflados en la contratación de energía. Esta falta de crítica previa destaca un doble estándar y revela intereses ocultos.

Este comportamiento reduce la credibilidad de los críticos, ya que su motivación parece estar más ligada a la protección de sus intereses que a una preocupación genuina por el bienestar público.

La crítica selectiva ayuda a preservar el statu quo, dificultando la implementación de reformas necesarias para la transparencia y eficiencia del sector energético.

La batalla por el relato sobre la gestión de la ENEE en Honduras es un claro ejemplo de cómo los sectores empresariales pueden utilizar técnicas de comunicación política para influir en la opinión pública y defender sus intereses.

Es fundamental que el Gobierno adopte una estrategia de comunicación efectiva que contrarreste estas narrativas, presente un contexto completo y transparente de la situación, y asegure las reformas necesarias para rescatar de una vez por todas lo que le pertenece al pueblo.

*/ El autor, Héctor Maradiaga, es periodista, con máster en Gestión Estratégica de la Comunicación, un MBA en Big Data y especialista en Marketing político y estrategia. Cuenta con certificaciones internacionales en Comunicación de Gobierno, investigación del mercado electoral y neuropolítica.- Se especializa en segmentación psicográfica aplicada al estudio del comportamiento electoral. (Titulo original de la opinión: batalla por el relato: la ENEE y la narrativa empresarial hondureña)

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