Los agentes contaminantes en el aire que, desde hace varias semanas enferma a hondureños, representa un peligro letal para quienes ya padecen trastornos respiratorios; según médicos abordados por EL LIBERTADOR, incluso personas sanas pueden desarrollar afecciones como la bronquitis crónica, enfermedades cardiovasculares y alergias que afectan la vista, incluso golpes de calor pueden llegar a ser letales.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Honduras afronta una emergencia ambiental y sanitaria, valoran médicos abordados por EL LIBERTADOR que exponen el alto riesgo para personas con enfermedades respiratorias de tipo crónico a causa de la exagerada contaminación, situación que también es un peligro para toda la ciudadanía en general.
Según el doctor Carlos Umaña, quienes más afrontan el peligro por la capa de humo que ha cubierto al Distrito Central (Tegucigalpa y Comayagüela), capital del país –y otras urbes–, son aquellos con diagnóstico de problemas pulmonares, específicamente pacientes asmáticos que sufren de bronquitis crónica.
Umaña explica que estos pacientes son vulnerables a cambios de temperaturas, ya sea por el intenso calor o el frio, porque se inflaman sus vías respiratorias y, producto de la contaminación “son quienes más sufren”; pero no son los únicos, ya que también aquellos que padecen de alergias, especialmente por rinitis alérgica.
Sobre esta condición, señala que es cuando “la nariz empieza a secretar una sustancia transparente y congestiona, y aunado a esto van las personas que padecen de conjuntivitis primaveral –enrojecimiento, lagrimeo e irritación o comezón en los ojos–, que está relacionada con contaminantes también del ambiente”.
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Además, el galeno extiende que hay una tercera categoría, que abarca a personas que sufren de diabetes y que por la alta temperatura, son vulnerables, porque son más sucesibles a los golpes de calor, “se descompensa la presión arterial y se descompensa el azúcar, entonces las recomendaciones que se están dando, van en ese sentido, que quienes están enfermos de estas condiciones prevengan no exponiéndose al aire libre”.
El experto en medicina considera que a diferencia de 2020, cuando se sufrió un escenario similar con el extra de los primeros casos de Covid-19, hoy no existe problema porque el sistema de salud “está preparado” pero que lo difícil sería el manejo de la población, ya que hay un déficit de recurso humano en algunas instituciones, especialmente en los hospitales generales y Seguro Social.
Umaña refiere que, por otro lado, se debe prestar atención al dengue, ya que la enfermedad es mortal y, a causa de la ola de calor y la capa de humo, los mosquitos se desarrollan en el efecto invernadero por lo que proliferan y viven más para perjudicar a las personas.
“Con las pocas lluvias que han caído hoy millones de zancudos han eclosionado y por eso el dengue está descontrolado, en este momento está bien elevada la sala en San Pedro Sula, hay alrededor de unos 35 pacientes hospitalizados entre el Catarino Rivas y el Seguro Social, y aquí en Tegucigalpa hay otros tantos”, puntualiza.
El galeno concluye que si la contaminación se mantiene y no llueve en los próximos días, la autoridad debe considerar mantener el teletrabajo, ya que también influye la emisión de gases vehiculares y, en la zona norte del país, “también hay que tener cuidado con la quema de la caña de azúcar, que empieza este mes, todas estas cosas deben regularse, definitivamente”.
Por otro lado, la doctora Esmeralda Yanes, ilustra que producto de los agentes contaminantes y las defensas de las vías respiratorias disminuyen, sobre todo, cuando la persona se expone al aire tóxico y esto aumenta la probabilidad de enfermedades respiratorias o el empeoramiento de las ya existentes.
Además señala que también existe un riesgo de daño cardiovascular, especialmente en grupos susceptibles como niños, ancianos o personas con enfermedades preexistentes relacionadas.
“Por lo tanto, desde su punto de vista, las autoridades de la nación deberían seguir regulando más las actividades que generan contaminación del aire, como el uso de vehículos individuales y la urbanización de áreas verdes protegidas”, explica.
La galena es del criterio que debe haber mejores mecanismos legales para protección del ambiente y que se emita sanciones considerables a empresas y personas individuales que hagan caso omiso de las mismas; además que insta a tener “un mejor plan de prevención para no volver a llegar a estas condiciones y hacer campañas de promoción para despertar conciencia y conductas favorables hacia la naturaleza”.
Algunas enfermedades que surgen por la contaminación del aire:
1. Enfermedades respiratorias: el asma, la bronquitis crónica, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y las infecciones respiratorias agudas como: neumonía, bronquitis crónica y enfermedad pulmonar obstructiva crónica y asma bronquial.
2. Enfermedades cardiovasculares: la hipertensión arterial, enfermedades del corazón como cardiopatía isquémica que es la obstrucción de las arterias y accidentes cerebrovasculares.
3. Cáncer: la exposición a ciertos contaminantes del aire, como los compuestos orgánicos volátiles y los carcinógenos atmosféricos, puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer.
4. Problemas neurológicos: en el desarrollo neurológico, especialmente en los niños, y se ha relacionado con un mayor riesgo de trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer y el Parkinson.
5. Alergias y enfermedades dermatológicas: la exposición a contaminantes del aire puede desencadenar reacciones alérgicas y exacerbaciones de enfermedades de la piel como la dermatitis.
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