Ecuménicas por el Derecho a Decidir (EDD), la ONU y H-SOMOS ELLAS, a través de la iniciativa de Diálogos Interreligiosos, han celebrado el conversatorio: “Discursos discriminatorios y su impacto en la vida de las mujeres, niñas y adolescentes”, que simboliza una nueva fase complementaria a los trabajos integrales que iniciaron en 2020.
Este ciclo de diálogos representa un paso crucial hacia la construcción de una sociedad hondureña más justa y equitativa, donde las mujeres y niñas puedan vivir libres de violencia y discriminación en todos los ámbitos de sus vidas.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. La Organización de las Naciones Unidas (ONU), H-SOMOS ELLAS y Ecuménicas por el Derecho a Decidir (EDD), en un esfuerzo conjunto por abordar la violencia de género y los femicidios en Honduras, han llevado a cabo el Tercer Ciclo de Diálogos Interreligiosos e Interinstitucionales, bajo el lema “Discursos discriminatorios y su impacto en la vida de las mujeres, niñas y adolescentes”, donde se erige un punto de inflexión en la lucha contra la violencia hacia mujeres y niñas en el país.
El proyecto, respaldado por el liderazgo de ONU Mujeres-Honduras y financiado por la Sección de Asuntos Internacionales contra el Narcotráfico y Aplicación de la Ley (INL) de la Embajada de los Estados Unidos, ha reunido a representantes de diversas congregaciones religiosas, la sociedad civil y entidades gubernamentales para abordar de manera integral esta problemática.
Una de las principales estrategias delineadas en este ciclo es la promoción de la formación e información en las comunidades religiosas sobre los diferentes tipos de violencia que afectan a las hondureñas, incluyendo la violencia sexual, el acoso callejero, la imposición de normas sociales y el control sobre sus propios cuerpos; además, se propone una reinterpretación de las sagradas escrituras para superar los patrones de violencia de género arraigados en la religión.
Además, García señaló que estos diálogos han contribuido significativamente al fortalecimiento de los liderazgos de mujeres eclesiásticas, que influye en evidenciar de manera más contundente la violencia contra las mujeres y niñas, así también para comprender y denunciar los femicidios al punto de facilitar la proposición de mecanismos efectivos de prevención dentro de las organizaciones basadas en la fe.
Por su parte, la coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas, Alice Shackelford, subrayó la necesidad de unir esfuerzos para combatir la violencia y discriminación contra las mujeres y niñas, reconociendo que la colaboración entre todas las denominaciones religiosas es fundamental en este proceso.
“Aquí hay muchas cosas que nos unen, hoy es seguir trabajando por una Honduras con paz, donde las mujeres pueden caminar libre en la calle, puedan estar libres de violencia en su casa, en su comunidad, donde la iglesia pueda ser un espacio de refugio, de apoyo y de reconocimiento, debemos unir esfuerzos para que menos niñas y mujeres las sigan violentado”, destacó Shackelford
En los últimos tres años, estos diálogos interreligiosos han demostrado ser efectivos en la prevención y sensibilización sobre la violencia de género en ciudades como el Distrito Central y La Ceiba.
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