La sociedad hondureña fue fundada sobre maltrato y violencia, una historia donde los agresores (grupos que dictan el destino del país) son respetados y respetables, y sus víctimas (hondureños), son pobres diablos, tontos “resentidos sociales”; aflora el respeto y exaltación de aquellos que se enriquecieron siempre defendiendo la mentira e izando la traición contra la gente sencilla; no extraña, para nada, el rugir de voces advirtiendo “telarañas comunistas” o que el sistema se victimice gritando amenazas graves a la libre expresión.
Los altos cargos en el Estado se disminuyen ante el viejo enclave mediático, la colonización es mental desde el vientre, la sumisión está en el alma; desde el subconsciente se explica la conducta humillada de muchos funcionarios.- Falta de consciencia y de realismo en muchos que dijeron “revolución” y terminaron sentados dando cuentas a la decadente prensa tradicional que, sobre el cadáver de 100 periodistas, sigue atentando contra la moral, la vida y la sociedad, ¿no es eso alta traición?
En naciones con fuerte Estado de Derecho y claro conocimiento del porqué el poder económico funda y financia su propio aparato ideológico y fortalece con holgado capital sus medios de comunicación de masas, ningún secretario de Estado lloraría en “X” (Twitter) que un periodista no lo atendió; en países donde el Estado se respeta, empresas que arengan la inestabilidad social y el desastre contra la forma de Gobierno como Televicentro, hace décadas habría caído en la espada de Themis, con resultado letal.
Reflexión
EL LIBERTADOR
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Tegucigalpa. Un “alto” funcionario reclama que un medio de comunicación no lo deja hablar, se queja dolido que lleva una hora esperando atención para dar un “anuncio en materia de salud de la mayor importancia para el pueblo hondureño”; en el otro lado nadie respondió, por más afán o insistencia.- Esta célebre televisora tiene mil denuncias, ha sido destacada golpista y así la nombran los funcionarios, también “mentirosa”, “manipuladora”, “voz de la oligarquía”, “cocina de fraudes”, “inventora de votos rurales”, “enemiga del pueblo, etcétera, etcétera; pero, pero, esos mismos hombres y mujeres de Estado están con la oreja caliente esperando en el otro lado de la línea, que alguien afectuosamente, les responda. ¿Hipocresía o ingenuidad? Quizá ciertos, y solo quizá, algo peor, esclavos con cadenas mentales, a veces caen por vanidad, por esa lucha interior de la sombra que desea importancia.
¿Han oído la expresión que para nacer de nuevo como humanos libres, primero debemos descolonizar el cerebro del dominio esclavista?, “deconstrucción de la alienación mental para edificar nuestras propias ideas conscientes del mundo”, dicen los intelectuales, pues bien, señores y señoras, el colonizador mediante la fuerza de sus armas (ideología, ideas de su interés y pólvora), destruye la cultura de su oponente para implantar la suya, pero no basta con extinguirla, sino que obliga al esclavo a despreciarse y, en esa tortura, termina abandonándose a sí mismo.- Las lecciones del enfermo presbítero dominico y primer inquisidor general, Tomás de Torquemada, aún están presentes en la sangre y en las neuronas de aquellos que no se han podido liberar de las ataduras del alma; no significa que hay que negar esa calamidad mental, hay que confrontarla y aceptarla para poder avanzar hacia la libertad interior y total, y solo así, sólo así, habrá refundación en el alma, habrá hombre nuevo como dijo Cristo a Nicodemo, tenés que volver a nacer, pero del espíritu.
El Gobierno, en términos muy amplios, es la administración de las funciones del Estado (población, territorio y leyes) para eso se han creado las secretarias, estructuras administrativas y las autoridades que ejercen el poder en beneficio o en contra de la sociedad gobernada. Nada más elevado que eso –políticamente hablando– y aún así, parece insuficiente en estos días, poco, frente a un solo medio de comunicación; parece y no tanto, que funcionarios y “líderes” de opinión, suplican su atención o que, por casualidad, se les caiga una migaja de información para sus imágenes públicas; sin embargo, esto no es tan simple, hablamos de algo más peligroso que una bomba nuclear que destruye cuerpo, es una “Bomba H” que destruye cerebros, el aparato ideológico del sistema, la superestructura del poder construye los valores de la sociedad, porque canaliza la moral, creencias, que es y no importante, quiénes deben goberbar, son el sistema circulatorio de las “virtudes” de la clase dominante, sobre la dominada que siempre es la mayoría de habitantes.- El funcionario que suplica su atención es solo un esclavo y no es su culpa, está desubicado; busca donde jamás lo han querido ni querrán, no es de su clase, nunca lo será, no es su político, no lo será.
La invasión cultural en la población, como reflexiona el magnífico educador, pedagogo y filósofo brasileño, Paulo Freire, se ejecuta mediante los medios de comunicación tradicionales del poder que, en particular, insertan en la mente inocente del votante quién es al mejor opción y quién no; por eso es injusto el reclamo a un pobre periodista o presentador ávido de dinero, sin entender la complejidad de un sistema ideológico, no se trata de personas, sino de un orden construido desde el sistema de leyes, orquestado como sinfónica, ejecutado perfectamente, que desde la individualidad del hombre y la mujer hace creer que solo ellos tienen “la verdad en sus manos” y el cerebro frágil cae, como una hoja en otoño o un árbol desarmado frente al ruido de la motosierra.
Ese sistema funciona aunque no sepa que existe, opera en las ideas que usted asume como suyas, es tan simple, que puede afirmarse que son pocas personas que hacen lo que quieren, la mayoría son productos en serie y dicen en todo lado, así soy yo: anticomunista, religioso demócrata y capitalista, ja,ja,ja ¡Para caerse de la risa o callarse y admirar el efectivo resultado del aparato ideológico reproduciendo en la mente social el orden establecido en Honduras.
Nuestra sociedad se ha fundado sobre el maltrato y la violencia, son ya más de 500 años de construcción mental del hondureño esclavo, con bajo amor propio, mediante la miseria y la ignorancia como estrategias centrales del sistema dominante, un hondureño sin identidad nacional, amante de lo extranjero, gobernantes del capital y la política traidores, nada de esto es casual ni aparente, detrás de esta historia hay sangre humilde y conspiración contra la felicidad del hondureño, por eso el Himno Nacional sigue celebrando a los ladrones de la corona española y sus carteles del crimen y el saqueo, después no cayeron los ingleses que junto a la iglesia y los conservadores asesinaron a nuestro amado Morazán, y desde hace unos 150 años nos controlan los gringos, ahora tenemos como portavos de esos mismos enemigos a la prensa tradicional.- El mar no cesa canta Héroes del Silencio. ¡Que no jodan!
Por eso aquí se respeta al agresor, se premia, se admira como el modelo a seguir para llegar al capital, es el próspero que levanta la copa con vino en partículas de oro en las fiestas de etiqueta y trajes blancos, y la victima es la tonta, como un tipo de síndrome de Estocolmo, al que secuestró la información y manipuló la sociedad, lo han enriquecido con miles de millones de fondos estatales, es la voz oficial de los golpes de Estado y la casa de las conspiraciones; a ese, es el que se termina amando, suplicando caricias y mimos, en la búsqueda de la aceptación del “Pater” –al que también se desprecia en esa contradicción– pero al final en la relación del sometimiento el despreciado seguirá buscándolo, pues no es consciente de su desgracia, en la que desprecia a los que considera iguales o inferiores a él, porque lo miran con la dignidad de ser humano.
El que padeció hambre, cree que la avaricia es el secreto para jamás volverla a sentir, es siquiera lograr una mirada del poderoso para sentir esa tibieza de la insignificancia sufrida en el alma.- Los cargos se devalúan frente al enclave mediático, una colonización mental, vemos la misma conducta en personajes como Lucky Medina o Allan Alvarenga que, aunque jóvenes, caen rendidos al llamado del “Big Brother” y corren desesperados por un poquito de micrófono, como infantes alegres al escuchar de boca del educado presentador “que buen trabajo han hecho”, quizá pensó en algún momento que el puesto lo nivelaría, que generaría una nueva dinámica de poder, que ya no serían lejanos; mientras Ana María toma un tren a París, sin saber quiénes son.
LIBRE, como estructura política e ideológica, nunca será parte de Televicentro ni, sobre todo, de los grupos fácticos nacionales y extranjeros que con su billete financian esas cámaras y sus voces. LIBRE, es el triunfo de la resistencia, de la tortillera, del empresario, del obrero, de la mujer y del hombre que pusieron el pecho y la vida para destruir el bipartidismo que nutrió e hizo influyente la prensa tradicional; La expresión de libertad popular que encarna la esencia de LIBRE, jamás, pero jamás, será aceptado por el orden establecido, porque en la memoria de rebelión social de los últimos 12 años, fue y es, destruir el sistema esclavista que mantiene hundido al 90 por ciento de la población, y el funcionario lastimero que clama tocando las puertas de TVC, nunca se enteró que en aquellas noches y días de soledad, desprecio, bala y muerte, entre los cristales rotos cayendo se oía “vándalos de la resistencia”.- Funcionario olvidadizo, ¡cuéntalos bien! “No son cinco…” los que te colocaron en ese cargo, trabaja pensando en esa memoria.
Es desde la altura del conocimiento que se puede entender la actitud alienada, de ese enajenado entreguismo que somete y maltrata, cada acción encaminada agradar al colono moderno, aunque el retorno sea así, una ofensa para la memoria de los caídos y los sobrevivientes, solo desde ahí se puede comprender la diferencia entre el reclamo al Gobierno y la envidia de los que nunca arriesgaron nada, ¿pero qué es eso de llenarlos de premios, otra vez?, viajes y dinero, primeros nombres en la lista a los que traman con la guadaña de la muerte contra este gobierno; funcionarios que imploran un poquito de atención, un minuto siquiera y si los llaman sus hermanos de calle, no tienen tiempo, ¿qué putas es eso, esclavo? No es superior un cargo, es quien lo ejerce; buscando la aprobación del pater que le domina la mente desde que estaba en vientre; ahí no puede habitar la relación entre iguales o respeto mutuo, es relación amo-esclavo y también tiene su explicación filosófica.
¡Sectarizate con el pueblo que cambió la historia para siempre en esta tierra¡
Posdata: Este escrito busca el ánimo de reflexión y el encuentro con la verdad en las ideas, con la liberación del oprimido, ojalá que estas letras provocarán mejores servidores y seres humanos libres.- Desde estos teclados ya sin letras, con amor para Ustedes, desde la inmortal sala de redacción de EL LIBERTADOR, avanti.
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