DUEÑOS DE PRENSA TRADICIONAL DEPRAVARON MEDIOS EN INDUSTRIA CONSPIRADORA DE CRISIS

La producción de noticias no depende de la libre voluntad del periodista ni de cómo imagina su trabajo, reside en los intereses del dueño de la empresa y sus nexos con el poder local y extranjero; así, un medio tradicional apoya la crueldad del gobierno o del capital en un momento de la historia; en tanto, un medio que hace periodismo jamás irá contra la paz social y se opondrá al absolutismo de todo régimen político y económico.

“En general, el lenguaje sirve para comunicarse, pero inevitablemente también contiene la función de darle forma a las ideas, es aquí donde actúa el poder de la comunicación de masas; según sus intereses, el medio de comunicación siembra en la cabeza de sus públicos el modelo del mundo que conviene a sus dueños y al capital que financia; la prensa tradicional fertiliza el control mental y atraso de los hondureños, y medios como EL LIBERTADOR, estimulan el pensamiento crítico y los desafíos de la sociedad”, explica en esta entrevista el Director Fundador de EL LIBERTADOR, Jhonny Lagos.

Los conceptos “prensa tradicional” y “prensa alternativa” no los determina la edad de un medio, la diferencia está en los contenidos, por ejemplo, mientras la alternativa exalta las manifestaciones del verdadero clamor popular, la tradicional distorsiona la realidad de la mayoría de habitantes en provecho de sus socios y remacha la ignorancia y superstición con telenovelas, espectáculo frívolo o noticias irrelevantes y falsas.

Redacción
EL LIBERTADOR
redaccion@ellibertador.hn

Tegucigalpa. “La gente sentiría terror al encender un televisor o leer un periódico si en verdad entendiera la poderosa fuerza destructiva de mentes que es un medio de comunicación de masas cuando al servicio de intereses perversos está en contra del desarrollo de un pueblo”, razona en esta entrevista el Director Fundador de EL LIBERTADOR, Jhonny José Lagos Henríquez.- Ahora comprendemos con mayor claridad que el repetido principio de objetividad, imparcialidad y verdad que dicen defender la mayoría de medios de prensa tradicional en Honduras y en el mundo, es en cierto sentido una ilusión, una trampa de control social, es “la realidad” construida a imagen y medida de cómo la desean las empresas de información.

El auge de redes sociales y la creciente influencia de medios alternativos de comunicación escritos, radio y televisión, hizo posible que la sociedad hondureña rompiera en la última década el monopolio de noticias que por mucho tiempo fue de la prensa tradicional.

Así iniciamos esta entrevista con Jhonny Lagos, en el contexto conmemorativo del 20 aniversario de EL LIBERTADOR, “Primer Auditor Social de Honduras”, el reciente 20 de mayo de 2023. Y, en el desarrollo del diálogo, expone momentos que han marcado este viaje de dos décadas como fundador del medio escrito alternativo más longevo de Honduras, ya en la historia del periodismo nacional y referente internacional por su coherente tarea social junto al pueblo y contra el fatal golpe de Estado y dictaduras de la última década.- El “Director”, como le decimos en este periódico —prefiere que le digan Jhonny”—, habla pausado y piensa antes de responder, y así analiza cómo funciona la manipulación mediática: “Lo que percibimos y vivimos como ‘actualidad’, tal como la presenta un noticiero de radio o televisión o medio escrito, no es la realidad en sí, no es lo que en verdad afronta toda la sociedad, es el mundo recortado a la medida de los medios en función de los intereses que representa.- CNN tiene un lema que afirma esto que le digo, sutilmente expone cómo fabrica el mundo que quiere en la mente de los telespectadores, el mundo diseñado por los dueños y sus socios del poder estadounidense, igual pasa en Honduras: ‘Esta es la pantalla donde ocurre todo…’”, el mensaje escondido que se instala en el cerebro de las masas es que afuera de sus códigos ideológicos mediante sus noticias no existe nada, ni otros hechos ni otras realidades”.

–Una duda simple, ¿se ha preguntado usted cómo una mañana todos los foros de la prensa tradicional amanecen encadenados al mismo tema, o con extraños debates en apariencia buenos, o con asuntos que a la sociedad no interesan, ¿ha pensado por qué? De esa manera el medio construye “su actualidad” que vende como la actualidad de todos; “sus crisis” que presenta como las crisis de todos; “su preocupación” que luego será la preocupación de todos, esa será la charla que muchos comentarán como propia en el café, en la calle, en el trabajo, en el hogar, o en los mismos medios donde ajustan todo a su modelo de realidad.

–Mire, dice, cualquier periodista arrogante puede suponer que repetir conceptos escritos hace muchas décadas y en realidades distantes a la de Honduras, lo eleva a experto en Ciencias de la Comunicación. – Algunos se lo creen y otros no se han ocupado nunca ni por leer la teoría de los géneros periodísticos, así que en nada se diferencian de los empíricos y por eso cualquiera piensa que puede ser periodista o tontamente asume que ejerce y es fácil el periodismo.

El pueblo hondureño suele figurar entre los más infelices del mundo; en la gráfica, un hombre contempla desencantado el asalto de Casa Presidencial realizado por los militares en la madruga del domingo 28 de junio de 2009.

– Director, ¿cuál es la diferencia entre medios tradicionales y medios alternativos?
–La diferencia está en los contenidos y no en la edad de los medios; estos conceptos en el país los empezó a usar EL LIBERTADOR a partir del golpe de Estado en 2009.- Llamamos “tradicionales” a los medios de comunicación establecidos desde hace varias décadas, que sin vergüenza dieron la espalda al pueblo en resistencia, callaron los crímenes de lesa humanidad, respaldaron a los golpistas y son coautores ideológicos de la destrucción del poco Estado que se venía creando desde 1980; mataron eso que ellos llaman “democracia”.
Mientras la prensa tradicional mentía día y noche, queriendo imponer en la sociedad el término “sucesión constitucional”, medios como EL LIBERTADOR, creados como alternativa de información para la nación hondureña, dimos al crimen su nombre: “golpe de Estado”, al final así lo reconoce la historia.- Esa fue una derrota fundamental de la prensa tradicional, desde entonces ya no está sola en el universo nacional de las noticias.- Con la irrupción de medios alternativos más fuertes de la mano de redes sociales dinámicas, después de 2009, la prensa tradicional perdió el poder de influencia total en la sociedad y, lo peor para esos medios del capital mezquino, perdieron la credibilidad para siempre ante millones de hondureños, esa confianza social es el mayor activo de un medio de comunicación.

–¿En este momento que “actualidad” produce la prensa tradicional?
–De caos nacional, de zozobra social, presentando un país en anarquía angustiante, sin acompañar sus noticias ni de antecedente ni contexto; la manipulación de los públicos está programada de manera salvaje y corrupta.- Esos medios de comunicación de manera descarada están cumpliendo una agenda de poderes tradicionales fácticos nacional y extranjero, abiertamente opuestos a cualquier cambio en el país que ponga en riesgo el capital de las familias que se lucran del atraso social y económico, por eso están ocupados en conspirar cada segundo contra el Gobierno de Xiomara Castro, ocultar todo lo bueno y exaltar hasta la histeria el mínimo error de sus funcionarios o de la propia presidenta.
Los dueños de la prensa tradicional degeneraron sus medios de comunicación en peligrosa y conspiradora industria que fabrica crisis; no fueron igual con la dictadura Hernández, jamás tuvieron vergüenza en apoyar un gobernante y socios que siempre se movieron en las fronteras del delito y del crimen contra las leyes y la sociedad.- Nada de eso, existe hoy en los contenidos de la prensa tradicional, y se entiende su agenda, está muy clara, conspiran y conspiran.- En su “actualidad”, todos las tragedias de Honduras empezaron con el Gobierno Castro.- Los medios que mienten y atentan contra los pueblos empobrecidos están condenados a morir, poco a poco, van perdiendo audiencia.

–Explíqueme, ¿un medio alternativo puede ser tradicional?

Los poderes fácticos del poder, son sectores de la sociedad que ejercen gran influencia por su capacidad de presión a través de medios de comunicación creados al servicios de la banca, capital que despoja la riqueza nacional, Iglesia, militares, EE.UU., todo éstos han conspirado para que hasta hoy no existe democracia en Honduras.

–De ninguna manera, un medio no es alternativo si no le interesa constituirse en opción que favorezca a la mayoría de habitantes, si en sus contenidos no existe como política invariable la lucha por el bienestar de todos los sectores, sobre todo, los empobrecidos e invisibles.
Hay medios que ya nacen tradicionales, porque no son creados para servicio de la Nación, sino para proteger los negocios e intereses de los socios, grupos de poder y de familias o, simplemente, funcionan como oficinas de chantaje o como proyecto para captar dinero.

–¿Quiere decir que no es lo mismo periodismo que comunicación masiva?
– No es lo mismo. Periodismo es aquella comunicación de masas que intercede de manera incondicional a favor de la sociedad, que resiste las tentaciones del poder mal intencionado contra un pueblo o contra la mayoría de ciudadanos de un territorio.- El término “comunicación masiva”, en general, se refiere a la capacidad técnica de un canal o empresa para masificar sus mensajes.- La construcción del lenguaje de esos mensajes para influir en las personas es otro análisis, es en verdad el fondo de este tema que usted pregunta.

–¿Puede identificar a medios que hacen periodismo en Honduras?
–Si, claro. Desde el golpe de Estado en 2009 hasta el final de la dictadura Hernández en 2021, fueron asesinados alrededor de 100 periodistas hondureños y, de éstos, el 95 por ciento trabajaban en medios alternativos comunitarios o eran comunicadores independientes que rentaban espacios en radios o televisoras locales en distintas regiones del país.
Medios como EL LIBERTADOR durante esa noche que duró 12 años, han soportado desde asaltos a sus oficinas, secuestros, amenaza judicial de cárcel, hasta atentados contra la vida. A este periódico, durante dos décadas, no le permitieron ingresar a Casa de Gobierno o al Congreso Nacional, sin citarle otros tipos de ataques como el económico, que ha sido constante buscando que este medio con función social no tenga capacidad de subsistencia.

Durante veinte años, EL LIBERTADOR ha contado al mundo las historias del pueblo hondureño que los demás medios de comunicación callan; en la foto, un periodista del País Vasco, España, muestra una de las ediciones durante el golpe de Estado en 2009.

–¿Según usted, no existe la libertad de expresión, imparcialidad y objetividad, pero las escuelas de Periodismo y la mayoría de periodistas repiten eso como pilares del Periodismo?
–Aclaremos esto; primero, la imparcialidad no puede existir en el periodismo. – El periodismo como filosofía es humanista y como doctrina es antropocéntrico, eso significa que por sobre cualquier ambición personal o de sectores, está la condición y superioridad del ser humano.
En el periodismo, la persona, los hondureños como humanos, son la medida y centro de todo lo que acontezca en este territorio, y desde la ética, el periodismo defiende los intereses sociales, donde el humano es quien debe recibir atención por sobre cualquiera otro interés.

Acerca de “la libertad de expresión”, puedo decirle, más que una libertad, todo ser viviente está dotado de capacidad de comunicación, sólo que el humano es el único animal consciente que tiene vida, que existe.- Lo contrario de un derecho es un deber, lo contrario de libertad es privación, y los hondureños a través de toda la historia no han tenido libertad de expresión por distintas causas, desde esclavismo a todas las miserias establecidas por élites gobernantes despóticas hasta las mil ignorancias.- “Libertad” es un buen término para debate de gente agradable, bien comida y buena salud, pero sin ningún contenido en el rostro ni en la mesa de millones de compatriotas.

Con relación a “la objetividad” en el periodismo, considero que se vincula más a valores personales inculcados en el hogar (moral) o adquiridos por la experiencia y que de manera individual cada quien los aplica por decisión consciente (ética); un periodista deshonesto y agobiado por complejos será dañino donde trabaje, sea medio tradicional o alternativo.

–¿Pero puede ser una ilusión la realidad de un país?
–Mire, no vamos a caer en la trampa que los medios de comunicación sólo producen mentira, tampoco en el mito que solo producen verdad; la prensa tradicional cambia sus códigos de información según circunstancias históricas y por conveniencia del poder que la nutre de riqueza; por ejemplo, así como ocultó los crímenes en el golpe de Estado, respaldó con ceguera la dictadura y contó los votos rurales a favor del delito de reelección del dictador Juan Hernández; igualmente, apoya las extradiciones narcotraficantes que solicita Estados Unidos y cubrió a todo color y con análisis en foros que ofrecían castigo mientras Juan Hernández era sacado del país enchachado y custodiado por agentes de la DEA.- Y eso, no significa que la prensa tradicional está en contra de los que abusan del poder, no, eso significa que es la portavoz del orden establecido, que es fiel a esas élites que siempre han dominado el rumbo de Honduras.

–Entonces, ¿los medios de comunicación producen distintas formas de “actualidad”?

De cada diez hondureños, seis están en las garras de la pobreza y miseria; en general, todos los indicadores sociales exhiben un drama espantoso del abandono de la mayoría de hondureños, excluidos de la riqueza nacional y del bienestar humano.

–Aclaremos, el dolor de la pobreza y del hambre no son ilusiones, es angustia que dobla la dignidad y lleva a la locura; tampoco es falso el dolor de cabeza del empresario decente que siente que se está muriendo el negocio donde ha dejado la energía de la vida.
Lo que sí en gran manera es ilusión “es la realidad” que los medios de comunicación determinan presentar en sus pantallas, en sus textos o en sus radioemisoras, es el mundo que a sus dueños y socios del poder político y económico conviene trasladar a sus públicos.
Así como una fábrica de teléfonos produce distintos modelos, los medios informativos fabrican varios modelos de actualidad del acontecimiento social. ¿Implica esto que “la realidad” del medio tradicional es una ilusión absoluta? No, en verdad, los distintos “modelos de actualidad” que conforman la agenda de estos medios se organiza bajo motivaciones específicas del poder en cada país, donde confluyen condiciones históricas, económicas e injerencia de potencias extranjeras.- Por ejemplo, “la realidad” que en su programación diaria le presenta la prensa tradicional hondureña casi no muestra lo que está pasando en el país, menos lo que están pensando todos los sectores.- De cuando en cuando eso varía y adoptan por un tiempo la pose de cara social amable, pasa cuando entran en conflictos de negocios o hay crisis de intereses entre grupos del poder, por ejemplo, un medio puede criticar la contaminación de la “energía térmica” o “la compra de fármacos vencidos” en un hipotético caso que el Gobierno rechaza una multimillonaria licitación de medicinas o de generación de energía a un consorcio o un personaje vinculado con el medio de comunicación. Y esto, no es imaginario, pasa.

–¿Ese juego de negocios con la noticia sigue vigente?
–No puede variar hasta ahora.- El Gobierno es el eterno creador de los más grandes capitales que hay en Honduras y sigue siendo el principal cliente que los enriquece más y más, por eso las familias que se han engordado con la riqueza de todos los hondureños no quieren que nada se mueva este país sino es para su propio beneficio, y tiemblan y reaccionan violentos como en este momento cuando sienten la más suave briza que pueda llevar a perder los privilegios monopólicos que disfrutan desde hace siglos.- Esta clase excepcional es la dueña o socia o financista de los medios tradicionales, por eso en varios países del mundo se prohibió desde hace mucho tiempo que grandes capitales o grupos de empresas accedan a la propiedad de medios de comunicación, pues, siendo tan poderosos en la conducta humana y finalidad social, pueden ser armas muy peligrosas en manos criminales o en gente miope que toda su motivación de existencia es amasar dinero para sus familias y grupos socios.

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