En la aldea más remota del mundo con mínimo orden judicial y básico cuidado de la seguridad social, Romeo y pandilla hace muchos años estuviera tras las rejas por decenas de delitos, pero aquí se le da como premio fortunas gratis en cada elección y hasta sigue hablando de golpes, sin que la ley y la justicia muestre un poquito de carácter, ni siquiera una cita para que explique sus criminales pendejadas. Allá largo suena sin eco el lamento de la presidenta Castro: “Si fuéramos un Estado de Derecho”.
En abril, siempre se abre la temporada de charlatanes –¿será el calor?–, pues ha reaparecido el bufón Romeo Vásquez, colgando otra vez el viejo uniforme con el que manchó de sangre y vergüenza a la patria, decorado con el centenar de chapitas, ¿al mérito de cuál guerra?, cuya valía es exageradamente menor a la de cualquier tarjetita de Pokémon; debajo del uniforme, el “pamper”, pues pasó la noche en vela, escuchando voces: “Romeíto, Romeíto”.
Los orcos de Tolkien que impiden el progreso catracho, esperan su turno para levantar la bandera golpista, Salvador coquetea con la estrella de la muerte, los liberales siguen sumisos y el fiscal cinco estrellas de lo más cómodo con la crisis institucional en Ministerio Público; en tanto, en otras sociedades se define parámetros de ética política, de Honduras se oye el canto de los enemigos del pueblo y el desarrollo y, otra vez emerge en el escenario, golpe de Estado.
Reflexión
EL LIBERTADOR
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Tegucigalpa. El desconcierto, la zozobra, la inestabilidad social y política son para el criminal lo que el lodo es para el cerdo o el cuerpo para el virus, son sus medios de vida y de crecimiento.
Mientras el mundo discute la inteligencia artificial, cuáles deberían ser sus límites, la ética y el impacto positivo y negativo en las sociedades; en Honduras, aún la sombra de los golpes de Estado, la militarización o las acciones de desestabilización, son el pan de cada día. ¿Cómo puede un país progresar en la inestabilidad o, cómo va atraer inversión extranjera si se ve en vergueo? O ¿será que al empresario de aquí solo importa ser el “dueño” del Presupuesto General de Ingresos y Egresos que, junto a las remesas, son los mejores y únicos negocios en estas tierras obscuras de… ¿Tolkien?
Un viejo nostálgico de las armas que únicamente usó contra su propio pueblo en 2009, con viejos recuerdos de una guerra que nunca existió y tampoco asistió, un honor y dignidad que son más que chapas inventadas para premiar lo que no fue, se arrastra por su vacía mansión, un pie sobre el otro, agarra sus tres mechitas de pelo pintadas y las hace a un lado, abre con dificultad el armario y ve el arrugado traje del día que asesinó la democracia hondureña y nos ubicó en la cola del mundo; sonríe aún orgulloso, pues nunca lo llamó la justicia, desde que era de los “13” siempre jugó con Themis y como si eso no fuera poco, hasta siguió viviendo del dinero de la gente…aahhh, bien dicen que la impunidad siempre pare crimen, porque sus malos hijos se multiplican sin ley.
El supuesto valiente militar aún se despierta en las noches, con el pechito agitado y con el susurro que recorre la espalda en escalofríos: “Romeito, Romeito” y de pronto despierta nervioso, una Tafil para poder dormir, el pánico de escuchar su nombre, abraza algún milloncito que le quedó por ahí de la Cuarta Urna y de las elecciones… Agarra rápidamente el celular, escribe la clave “2009”, ingresa a Facebook y escribe en delirio: “Pronto se darán cuenta que Honduras no está sola. ¡Estamos listos! #Venceremos #Súmate #DiosPatriaFamilia”, anexando la foto que evidencia un rostro alérgico a la belleza, la maldad en su espíritu manifiesta en arrugas. La sonrisa malvada de un pobre ser y vacío se dibuja en las sombras de miserias morales y espirituales.
A veces la envidia y traición se sientan en nuestra mesa, nosotros les acercamos el pan y vino, para que compartan, hasta parecen alegres por nuestros logros, pero debajo del mantel se esconde el puñal y en la mente malsana, sembrados están todos los rencores y los complejos de sentirse inferior; “yo lo haría mejor”, “no sabe nada”, “yo soy científico”, algo de Narciso y algo de psicópata. El mediocre hace un altar al envidiado, dice el escritor José Ingenieros y la fotografía de un Salvador, viendo de reojo a la presidenta Xiomara Castro, es la mejor definición grafica de esa expresión, triste, patética, como un Judas mirando a la espalda de Jesús.
Salvador, es un actor curioso en la política hondureña, nació como un “outsider” y se quemó en el huevo, nunca se sentará en la silla presidencial, sin embargo, tiene más logros que varios políticos tradicionales; desde la vicepresidencia –despacho de designado, siendo más técnicos– se ha vendido como el mayor opositor del Gobierno al que pertenece, confundido en lo que es, tilda de buenos políticos a David Chávez y Tomas Zambrano, con los que se “habla” seguido; lo extraño es que el mismo en otros tiempos ha despotricado contra estos personajes por ser “parte del cartel”, entonces ¿Qué puede hablar un representante del gobierno, con el partido que es considerado una estructura criminal? Sin mencionar que su esposa fue denunciada por pagar buses a liberales para que protestaran en contra de una alianza del oficialismo con el Partido Liberal. ¿Qué tiene en común?
“Hay una conspiración que se está formando y eso tiene que quedar claro en el pueblo hondureño, solo miremos quiénes son las figuras que están saliendo, las mismas que contribuyeron para un golpe de Estado en el 2009, esas mismas figuras que como entonces quedaron en impunidad, hoy están nuevamente intentando desestabilizar un gobierno electo por el pueblo […] Si este fuera un Estado de Derecho, aquellos que intentan decir o simulan decir algunas frases o pretender generar desestabilización ¡deberían estar llamados por la justicia por traición a la Patria!”, enuncia en reclamos la presidenta, Xiomara Castro y hace eco en el mundo, menos en las frías paredes de la justicia hondureña.
La presi es clara: pide a la justicia que haga su trabajo y resuena el Poeta Roberto Sosa, dentro se está en espera de algo que no existe, temibles abogados…. En cualquier aldea del mundo con un poquito de ley y orden, seres como estos silvestres, enemigos del pueblo, como los llamó Morazán, estuvieran ya con varios años de cárcel o al menos, ya en juicio. Aquí ni una cita judicial para que expliquen sus criminales pendejadas ¿Qué saben? ¿Qué información tienen? ¿Por qué amenazan? Atentan contra el modelo de gobierno y sobre su gente (o sea nosotros); es increíble, pero ni a los escritores depresivos del existencialismo francés se les podría escribir una historia tan triste como la del Ministerio Publico, es inefable que lleven dos meses sin trabajar y el hondureño ni cuenta se da y lo único que sus empleados piden es más dinero. Un incivil como Oscar Chinchilla, alabado por los gringos y ASJ, y que simplemente desapareció (menos de la planilla, esa va a cobro puntual). Y el dinero de la justicia ya la gastaron, va..
Seres obscuros que tras bambalinas esperan su turno, personajes que son los nuevos Micheletti y que orgullosos podrían portar la bandera del golpismo, así como las doñas del Opus Dei que seguro se revuelcan para volver a ese Congreso y eliminar las PAE; sin duda hay vacante en la justicia hondureña, es la mejor demostración que podríamos cerrar esa filial del crimen y lo único que nos pasaría es que nos ahorraremos dinero, hasta barba blanca le salió a Chinchilla de lo relajado que pasa, ni un solo cargo para tipos como Romeo, Micheletti o Juan Orlando que pronto será sentado por la justicia estadounidense por crímenes de narcotráfico. Compa, hablando entre nosotros ¿no le da pena?
Que tengamos a la presidenta denunciando la ineptitud del Poder Judicial deja en indefensión al resto de la población, es un llamado de alerta y vuelve aparecer la necesidad urgente de un sistema legal internacional, Themis en Honduras, nació muerta.
Posdata: Cerrá los ojitos y pensá, si un presidente pide que la justicia trabaje, ¿cómo estamos el resto de hondureños? Avanti
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