El pueblo de Honduras puso los muertos durante 12 años; el lomo durante cinco siglos de corrupción y traición política, fue quien templó el pecho contra fraudes de 2013 y 2017, nuestros mártires yacen bajo tierra mientras “los cheles” incondicionales del emperador de Gracias, gritan “fraude” y se escandalizan porque el extraditado es de lo peor que han visto ¡Locura! Esos gringos que nos condenaron desde siempre, desde el golpe de Estado en 2009 quieren ovación por la “importación de justicia”; pero fue usted quien peleó, amigo y amiga, usted y yo somos el árbol centenario caído como pueblo y de nosotros nunca han tenido compasión hacernos leña.
Por eso Honduras necesita el pacto social y la reconciliación popular, la Nación no puede seguir más con la política de los “gobiernos de mierda”, 500 años en manos de criminales con poder han sido suficientes, primero españoles después gringos y criollos; cayó el “pez grande” pero aquí quedó la peste y toda la putrefacción del sistema que es la corrupción; ya pasaron 100 días del “nuevo sol” ¿no es momento ya de encaminar la refundación?
Reflexión
EL LIBERTADOR
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Tegucigalpa. De esas pocas entrevistas que dio, más una conversación tranquila con su amigo periodista, mostrando el semblante típico del cínico, movía la pierna izquierda cargada sobre la derecha, mostrando sus nítidos botines estilo militar, en ese entonces tenía el pelo negro, sonreía cómodo. “¿Qué piensa de la Marcha de las Antorchas?” –Pregunta el también relajado comunicador. –“… el viernes (día de las protestas) les sirve de relax…”. –Responde el gobernante. –Frunce el ceño el periodista, quizá entendiendo la frialdad de la respuesta y vuelve: “¿No le preocupa?”. –No me preocupa, ellos están en su derecho. –Subraya un distante Hernández, mientras libera una pícara y chiquitita sonrisita de satisfacción…
Las calles estaban en llamas, la ciudadanía desbordada e indignada, en 2015 fue revelado que más de 6,000 millones de lempiras fueron robados del Seguro Social, utilizando empresas fantasma y, encima, al menos 10 cheques (de ese dinero) habían parado en las arcas del Partido Nacional, además unas 3,000 personas murieron por falta de insumos durante se ejecutó la estafa. Nuestro majestuoso emperador al ser consultado instó a su gente a “devolver cuanto antes los fondos que recibió del desfalco de la Seguridad Social” y hasta abrió una cuenta para hacer el depósito de un delito, que hasta hoy ningún juez con un poquito de asomo de vergüenza recordó en la misa aquello que “ante confesión de parte…”. Siempre el hondureño fue tratado así por la clase gobernante, siempre ha sido así en este puto ambiente mortal, criminales ascendidos a funcionarios respetables, con wisky, prensa y propaganda; entre burla y la fiel creencia que somos pendejos, así lo cree aún aquel ladrón que terminó sin buena suerte: “con una carnita y una cervecita te regalan el voto los hondureños”. Y con redoble de tambores y mofa incluida, el Reycito agregó a su manual delictivo: «Las investigaciones deben continuar, caiga quien caiga». Juan a esto, lo llamó “viernes de relax”, así de baladí, trivial e insignificante… Y es apenas un capítulo del libro de la corrupción.
–»Si creen que pueden esconderse detrás de su cargo, están equivocados», sentenció Anne Milgram, de la DEA, ya con Juan en su poder, el dios había caído del monte Όλυμπος (Olimpo, para los que no sepan griego). Aunque nuestro Reycito se mostró impertérrito durante el paseo el histórico jueves 21 de abril (fijo se fue la caja de Mélex), día que sería extraditado a los EE.UU. por un rosario de delitos, entre ellos utilizar la estructura estatal para traficar drogas en cantidades industriales… ¡todo un emprendedor!, guárdenle el premio del año hooombeee; ya en la noche estaba cansado en las gélidas tierras, lejos de los periodistas amigos, las exóticas cenas y los paseos al lado de la piscina, ya distante del trato con flores que le dieron las autoridades hondureñas, ese calorcito que se dan entre los compas. Un oficial gringo, le daba un pequeño empujoncito para que acelerara el paso. Nuestro Reycito, allá es sólo un capo del tercer mundo, de una “Banana Republic” en la que él también hizo su buen aporte, de un club de centaveros ciegos que secuestraron a una población. Lo efímero del poder. Y las hojas de los cerezos se deshacen en las manos como fugaces pelotitas de algodón.
Hace ruido la expresión, hace unos meses oímos esa papada y ya nos tiene a… mareados: “No hagamos leña del árbol caído”. Si hay algo real es que Juan era la representación de una arboleda que dio a luz muchas flores del mal, una plantación malnacida pródiga en maldad, ¿por qué me repetís la trillada frase? ¿Por una concepción religiosa? Entonces deberíamos recordar que, hasta el hijo de Dios, le dio un par de riendazos a los mercaderes vividores que irrespetaron el templo, la casa de su padre era un mercado de estafadores como éstos que suben precios al consumidor sin justificar costos.- Honduras es nuestro templo, nuestro padre y madre, Juan la irrespetó. Por eso el filósofo y político, Thomas Hobbes, abogaba por la total sumisión de la Iglesia al soberano y no lo contrario.
¿Fue Juan leña buena para el soberano? ¿Fue el gran estadista que iluminó las zonas obscuras del pensamiento tradicional? ¿Fue el guía sabio que ayudó a los débiles y protegió a los sencillos de letras? ¿El gobernante diligente que enriqueció al pueblo y al país? ¿Nos llenó de virtudes como Nación? ¿Nos inculcó la dignidad de ser hondureño? ¡Vamos! No me jodan, ustedes que en privado han pedido no tocar ni con el pétalo de una rosa ni a Juan ni su inexplicable riqueza, denmen un motivo para no prender esta mala leña en el fuego para sentir al menos algo. Decime algo, pero entre compas, ¿por qué el hondureño no debe exigir lo que le han robado? ¿Por qué las víctimas no deberían sentir paz y descanso? ¿No te gustan las verdades amargas? ¿Se equivoca nuestro amado poeta Ramón Ortega al pensar que “la sociedad que adora su desdoro persigue con gran saña al criminal, más si el puñal del asesino es de oro, enmudece… ¡y el juez besa el puñal!”? Cristo, un ser tan amoroso, también se hartó de ustedes y los describió, “hipócritas, tumbas blanqueadas, generación de víboras” y me calmo para no terminar con un protector gástrico y buscando como les mando un misil.
Ahora bien, acepto el argumento desde la visión de cualquiera, pero jamás desde el Estado, desde donde vivimos la vergüenza de un poder judicial que nos quita el dinero y sirve al criminal ¡Hasta les prestan las sillas que compramos! La visión del Estado moderno está muy por encima de los dichos trillados y las amistades en las sombras, la luz de la República no da espacio para las esquinas húmedas de las cucarachas de alcantarilla, como los que votan por la creación de las ZEDE y al cambio de las aguas votan en contra, promotor y ejecutor. “La constitución del Estado es obra del arte”, nos recuerda Rousseau.
No me vengás a confundir (otra vez), un club de amigos, donde si es ladrón hay que decir que se equivocó, que errar es de humanos y que tire la piedra el que esté libre de pecados, que ya está sufriendo y basta, que el corrupto por ser mi amigo es menos delincuente que el antisocial que espera en la esquina a la mujer para asesinarla. ¿Por qué no lloramos por el árbol que han molido por años hasta convertirlo en astilla que se llama: Honduras y su pueblo? ¿Por qué no sentimos esa indignación que “gobiernos de mierda” por 200 años solo nos arrastran a las sombras del progreso? Esa leña que ha prendido las enormes riquezas hechas con cálculo y perversión psicópata, esa leña que se llama cualquiera, yo, usted, y que tercamente estudia en un barrio calles de tierra y sin luz eléctrica lleno de mareros, esa leña que se cría desde los cinco años pegando la cara en los vidrios de los carros, esas leñas que se tiene que ir en caravanas en busca de: “Es que aquí donde puedo tomar jugo de naranja en las mañanas”, esa leña que nace y muere… ¿Eso no te indigna? ¿Estás muy lejos y los gritos no los escuchás?
¿Dónde está nuestro pacto social? ¿Que nos conduzca a la libertad y la igualdad de los hombres y las mujeres en el Estado?, el individuo ha decidido vivir en sociedad y por consiguiente es obligatorio un Estado de Derecho que le garantice las libertades para convivir, las condiciones materiales y espirituales de prosperidad (hablamos de valores eternos no religiosos), si no cumple eso, entonces es una sociedad enferma, mala, y para las ambiciones demenciales que creen que el poder y el país es de ellos y que los subordinados somos los demás; ¿No sentís un poco de sangre en la cara que los mismos gringos que sostuvieron a la leña de Juan ahora hablen de que es lo peor que han visto? Ya el hondureño es experto en soportar la vergüenza de una justicia de importación. Mucho cobarde ha administrado el país, Honduras necesita hijos que tengan el patriotismo en las venas, lejos de las posiciones afeminadas y los dobleces en las intenciones.
Va llegando el momento del pacto, pero con la sociedad; la construcción de un Estado de Derecho, el imperio de las leyes que aplaste a todo abusivo, un sistema que se harte la leña caída y culpable, los traidores nos deben y pagarán hoy o mañana, pero pagarán al pueblo que son los humanos concretos y conscientes, ya va siendo hora que despertemos al Leviatán en Honduras: «Nadie hay tan osado que lo despierte… De su grandeza tienen temor los fuertes… No hay sobre la Tierra quien se le parezca, animal hecho exento de temor. Menosprecia toda cosa alta; es rey sobre todos los soberbios», Job-41. Desde EL LIBERTADOR, reverencia para Ustedes hermanos y hermanas (de patria, no confundir con la paja de Evelio y Solórzano); hasta siempre, avanti.
VEA AQUÍ EL LIBERTADOR IMPRESO, ABRIL 2022
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