El dirigente del Partido Nacional, Fernando Anduray, ha reaccionado con vergüenza luego que su hijo, el aspirante a político, Alejandro Anduray, portara orgulloso en una fiesta de “Halloween” un “disfraz” de Waffen-SS Nazi, provocando indignación en el pueblo hondureño y la comunidad judía; lo anterior, deja entrever el histórico apego “cachureco” a regímenes dictatoriales y genocidas.
“Yo soy su padre y comparto la indignación. No debió suceder semejante afrenta al pueblo Judío, al que amo como pueblo escogido de Dios”, dijo Anduray padre en su cuenta de Twitter, poco después agregó la supuesta disculpa de su vástago, todavía ironizando por “haber tocado la sensibilidad de muchos”.
Excompañeros de la Metropolitan School, han dicho a EL LIBERTADOR que el fanatismo de Alejandro –que suele mostrar delirio de grandeza en fotografías con personalidades hondureñas— por los nazis y Hitler viene desde su adolescencia, incluso compartieron fotografías de él disfrazado del Führer, emulando su saludo.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. “Patria si, comunismo no” (el mismo lema de la actual campaña del Partido Nacional), retumbó por las calles de San Salvador en 1981 cuando el dictador y reconocido magnicida Roberto d’Aubuisson, cofundó el Partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena); además, reconocido como político y militar de ultra derecha que se le atribuye la formación de varios escuadrones de la muerte para atacar a defensores del bienestar común, entre otros, la hermana de d’Aubuisson lo señala como uno de los autores intelectuales del asesinato de monseñor Óscar Romero, célebre por su prédica en defensa de los derechos humanos.
Ese “eslogan” ha sido adaptado en pleno siglo XXI por el gobernante Partido Nacional de Honduras (PNH), que en los últimos dos meses de cara a las elecciones generales del 28 de noviembre, ha basado su propaganda política en violentar la ley con la ayuda de la prensa tradicional, atacando con odio y desprestigio directo a su contendiente, Xiomara Castro de Libertad y Refundación (LIBRE) y, en general, a todo el conglomerado de la oposición que apoya su candidatura.
Sin embargo, más allá de lo mediático y lo absurdo, varias “figuras” del partido del Gobierno, han manifestado que su sentimiento antisocial va más allá de la campaña; por ejemplo, Alejandro Anduray, hijo del catedrático universitario, Fernando Anduray (habitual invitado a medios tradicionales de comunicación), ha mostrado un perfil similar al de d’Aubuisson, incluso, al del extinto general hondureño, Gustavo Álvarez Martínez, cuya propuesta para detener el avance de movimientos de izquierda se basó en la desaparición forzada y asesinato de dirigentes sociales.
El domingo 31 de octubre, Alejandro Anduray –viejo conocido de escándalos y exhibicionista de opulencia material en redes sociales– se viralizó por un “disfraz” donde rinde culto a los Nazis. El novato aspirante a político participó en una celebración de “Halloween” en un exclusivo hotel de la capital hondureña, vestido completamente de negro con un brazalete rojo decorado con la esvástica.
Alejandro fue identificado por fotografías subidas a las historias de Instagram, él mismo compartió una “selfie” con un semblante orgulloso por su traje. La reacción de la Comunidad Judía de la “Asociación Shalom Honduras”, fue casi inmediata, para el amanecer del domingo todos los cibernautas del país manifestaron su malestar por la apología a los crímenes de lesa humanidad del nazismo que él admira.
Raul Hilberg, el gran historiador del Holocausto, consideraba que siempre se había tratado de contar “la Shoah” (La Catástrofe) a través de relatos de judíos supervivientes, cuando sólo se puede narrar a través de los muertos. La mayoría de víctimas del genocidio nazi fueron asesinadas nada más bajar de un vagón en cámaras de gas de lugares que resuenan en la memoria como Auschwitz, pero también en otros de los que apenas quedan restos, como Treblinka, Belzec o Sobibor.
El diario israelí Haaretz se han preguntado de dónde sale la cifra que mide universalmente ese horror (seis millones de judíos muertos) y el porqué es tan difícil precisar un número de víctimas. La respuesta apunta a esa inmediatez: los muertos no dejaron testimonios, pero tampoco muchos documentos, pues nunca fueron censados. Tampoco los fusilados masivamente desde junio de 1941. Otra respuesta es la magnitud de los crímenes nazis, imposible de imaginar y, por ello, de medir.
Entre las reacciones contra Anduray, destacaron las de descendientes judíos que residen en Honduras, como es el caso de Gisselle Wolozny, quien a través de Twitter (@gissellewolozny) recordó que en la década de 1930, sus bisabuelos escaparon de Polonia –como millones de personas– ante la invasión Nazi en su país. “Subieron a un barco sin rumbo alguno hasta que pararon en la primera tierra que les ofreció apertura: Honduras”.
“Utilizar un símbolo que es sinónimo de odio y discriminación, como forma de diversión, es decepcionante a estas alturas de la historia. Sobre todo, es preocupante y deplorable que esas personas quieren participar en la toma de decisiones y ostentar cargos públicos en HND”, agregó en otro tuit.
Ante la queja oficial d
e la comunidad judía, uno de los principales del grupo de reacción del Gobierno nacionalista, exdirector del Registro Nacional de las Personas (RNP) y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Fernando Anduray, ofreció disculpa pública por la acción de su vástago: “Yo soy su padre y comparto la indignación. No debió suceder semejante afrenta al pueblo Judío, al que amo como pueblo escogido de Dios”.
En su cuenta de Facebook, Alejandro también ofreció disculpa; sin embargo, se notó forzada y a “rechina dientes”, el mensaje dicta: “Mi más sinceras disculpas para todos aquellos que se sintieron ofendidos por mi disfraz, vuelvo y repito es un disfraz, no me representa y no es lo que soy como persona. Lamento haber tocado la sensibilidad de muchos”.
Siendo enfáticos en las frases “a todos aquellos que se sintieron ofendidos” y “lamento haber tocado la sensibilidad de muchos”, denota que Alejandro no es capaz de admitir sus errores que repercuten de forma directa en el pueblo hondureño y en las víctimas del holocausto judío, actuando de manera frívola como cualquier otra figura de su partido cuando es anexada al crimen o cuando opina sobre sistemas y hechos que no conoce, como el socialismo o comunismo.
Y aunque Alejandro hace hincapié en que su “disfraz” no lo representa, no es la primera vez que luce orgulloso de su fanatismo por el genocidio Nazi; el año pasado, tras un lio amoroso el joven “cachureco” aprovechó la bulla en redes sociales para lanzarse como “figura pública”.
De esa forma, ganó popularidad en la juventud del PNH abriendo espacio para preguntas y respuestas, el joven contestó que se inspira en “el poder”. Y es su sueño máximo es “plasmar mi nombre en la historia como un líder total”, compartiendo la respuesta acompañada de una imagen que hace apología al régimen autoritario: “La imagen que ilustro es nada más para unos admiradores que tengo de Libre que me acusan de muchas cosas”.
Un usuario le consultó sobre lo que le gustaría aportar al país, Alejandro respondió: “Poder, orden, grandeza, exterminar la corrupción y el crimen organizado, en otras palabras Honduras por encima de todo”. Anexando una fotografía de Adolf Hitler encabezando una caravana de coches en Berlín el 6 de julio de 1940. Para alimentar la polémica también compartió su posesión preciada: una bandera Nazi enmarcada.
EL LIBERTADOR contactó a excompañeros de la Metropolitan School, quienes han confirmado que desde su adolescencia, Alejandro ha sido un fanático ferviente del simbolismo Nazi y Hitler, de hecho, en una actividad educativa le pareció aceptable representar al Führer, con su característico saludo “Heil Hitler” (Salve Hitler), que le costó la carrera futbolística al joven griego, Giorgos Katidis, quien al marcar un gol celebró de esa forma y tuvo el castigo ejemplar.
El escándalo y la idiotez, según perciben los hondureños, se han vuelto sello de los Anduray, en 2016 Alejandro afirmó que los defensores de derechos humanos son “defensores del crimen organizado”, alegando que el país se depurará de la violencia cuando se lleve a cabo una limpieza social.
La indigente mentalidad y pobreza de conocimiento de Alejandro deja dudas acerca de gastar fortunas en educación carísima en centros nacionales y extranjeros, sin embargo, confirma máximas de los sabios: “Una persona puede pasar por la universidad, pero eso es muy distinto y distante a que la universidad pase por la persona”.
Alejandro estudió educación bilingüe en Metropolitan School, en Honduras alternó entre universidades privadas y públicas, nadie da fe si terminó su carrera en Derecho, y sí se sabe que sacó un diplomado (curso) en la Universidad Pontifica Comillas de Madrid, en el Instituto de Investigación Tecnológica (IIT), en Programa de Capacitación sobre Mercados Eléctricos para la Empresa Nacional de Energía de Honduras sobre Marco Regulatorio e Institucional en 2017.
Este domingo, los nacionalistas encabezados por su presidente y aspirante a alcalde de la capital, el diputado David Chávez, marcharán en “defensa de la vida” contra del aborto y contra las «ideologías raras».
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