De acuerdo a datos oficiales, 120 hondureñas en estado de gestación han perdido la vida por Covid-19, según el destacado médico, José Manuel Matheu, esto se debe a un triple problema: falta de información, falta de atención materno-infantil de calidad y falta de responsabilidad bioética de las autoridades.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. A la fecha se registra más de 120 muertes de mujeres embarazas a consecuencia del Covid-19, según datos oficiales apenas 56 mil hondureñas en gestación han recibido la vacuna y, en consecuencia, el destacado médico, José Manuel Matheu ha señalado tres fallas vitales: desinformación, inexistente atención materno-infantil y desinterés bioético del Gobierno.
Desde febrero de 2020 se sabía el riesgo que enfrentan las mujeres embarazadas frente al virus, según reportes de prestigiosas revistas médicas como The Lancet o Hardvard Press; quienes señalaron que tienen mayor probabilidad de entrar a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Desde marzo de 2021 diversos estudios comprobaron la seguridad de las vacunas para mujeres encinta, pero el Gobierno orlandista nunca tuvo interés en proteger la vida, fue de los últimos de América en adquirir vacunas.
En ese contexto, el doctor Matheu denunció una falta de asesoría científica de la Secretaría de Salud (Sesal) en el manejo total de la pandemia, dejando que gente desinformada tomara decisiones de vida o muerte sobre el tema de las mujeres embarazadas.
“El Gobierno no puso a la mejor gente a dirigir la pandemia, puso a sus politiqueros, por eso aquí se entró a vacunar a las mujeres hasta un tiempo después, aún con información científica disponible”, criticó el galeno.
Y es que en Honduras, la vacunación inició hasta el 10 de mayo de de este año, priorizando a funcionarios del Gobierno, militares, policías, mayores de 75 años, y personal de primera línea; sin embargo, las mujeres embarazadas se tomaron en cuenta hasta el 9 de agosto, sin importar que eran de alto riesgo.
Matheu señaló que la falta de información, educación y creencias arcaicas hacen que mucha gente no se vacune, especialmente mujeres gestantes; por ende, instó al Gobierno a dirigir la publicidad del Estado para educar científicamente a la población, pues es su obligación y no han cumplido, porque su “promoción” se enfoca en defenderse de sus opositores.
“Es urgente promocionar la vacuna, pero no con gente que no sabe del tema; deberían aparecer médicos –especialistas, ginecólogos, ginecoobstetras–, llamando a la mujer embarazada a que se vacune, explicarles la disminución del riesgo de contagio y deceso; y por ende el riesgo para sus bebés. Pero la gente encargada la puso el Gobierno, no a los capaces de dirigir”, apuntó.
Según datos de la Secretaría de Salud (Sesal), sólo un 37 por ciento de las mujeres embarazadas han sido inmunizadas contra el COVID-19, de 149 mil, sólo 56 mil mujeres embarazadas han recibido al menos una vacuna, mientras a nivel global, sólo un 38 por ciento han recibido una vacuna (3.8 millones de hondureños).
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