“Llamar payaso a un periodista, no es solo es condenable, sino que puede acarrear una serie de instancias internacionales y de condena hacia el Estado hondureño”, ha dicho la directora de C-Libre, Amada Ponce, con relación a la reacción del italiano Massimo Mazzone, dueño de “ZEDE Morazán” a informe de EL LIBERTADOR.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El Estado hondureño y el empresario de origen italiano, Massimo Mazzone, podrían acarrear una serie de instancias internacionales y condenas, luego de que el dueño de la insólita “Ciudad Morazán”, llamara “payasos” a periodistas de EL LIBERTADOR, así lo ha asimilado la directora del Comité por la Libre Expresión (C-Libre), Amada Ponce.
El pasado sábado, este rotativo alertó a través de un artículo que el territorio hondureño estaba siendo subastado por los inversionistas de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), lo anterior en un “foro empresarial” en Suiza, donde se presumió que el país es un “paraíso legal” para la expropiación de bienes públicos.
En ese contexto, Mazzone, que es uno de los dueños de la ZEDE Morazán, respondió en un comentario de la publicación, identificándose como Massimo: “Periodistas payasos. Todo falso. Por ejemplo, Ciudad Morazán no vende nada, solo renta. Casas a 3.000 lempiras al mes y apartamentos a 2.000. Es como un parque industrial o un mall, nunca va a vender ni casas ni tierra. Al menos lean el sito antes de sacar papadas: www.morazan.city”.
NOTA DE INTERÉS: ITALIANO DE ILEGÍTIMA “ZEDE MORAZÁN” LLAMA PAYASOS A PERIODISTAS DE EL LIBERTADOR
Además, amplió que cualquiera puede hacer una expresión jocosa en redes, si se quiere considerar así, pero que en este caso específico se nota la intención para desvirtuar el trabajo periodístico.
Según Ponce, las agresiones contra periodistas que llevan a la luz pública los “secretos sucios” de las ZEDE se han multiplicado, mencionando que en “Orquidea”, ubicada al sur del país, ya se ha alertado una intensa campaña de censura a comunicadores, incluso la compra de opiniones y coaptación de medios locales, para ocultar el malestar de la población.
La activista social reflexionó que lo anterior demuestra que la desinformación y la manipulación sobre lo que realmente sucede con las inconstitucionales ZEDE, es abrumadora; y conocer datos veraces constituye un asunto vital para el pueblo, que corre el alto riesgo de ver sus tierras expropiadas.
“Existe algo más que protege la tarea del periodista y es el interés público: el comunicador puede equivocarse al buscar algunas fuentes, pero no puede equivocarse en el interés público, porque está por encima de las necesidades de un sector económico-político que quiere establecer su propio discurso”, destacó la defensora de periodistas.
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