Jaimito, ¿recordás cómo se sintió la primera vez que escuchaste el himno nacional, coreado por 35 mil gargantas, y vos con el uniforme de las 5 estrellas y la mano en la H bordada en el pecho?, ¿sentís lo mismo recibiendo 120 mil “bolitas” desde la banca del Congreso? ¿Qué se siente ser un mandadero del crimen en vez de un destacado zaguero central o un buen ejemplo para los jóvenes?
Aún chorreaban los pantalones y esperanza de la gente, intentando salvar lo que pudiera, cuando Juancito quería esconderse en Guatemala, pero hay un problemita: ¡Guatemala arde! En estas periferias del mundo la gente se cansó de los puercos corruptos; entonces Nicaragua puede ser un buen escondite, un país con algún grado de “relación complicada” con los gringos. ¡Ummmm! ¿Qué necesitamos?
Reflexión
EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. En esta potra política, el Orlandismo manda a la cancha a un “champion”, el educado en estrategia y picardía dentro y fuera del patio, Jaimito Villegas, el defensa central, la última barrera de Juancito, quien adelanta el balón y perfila una jugada perversa: la tercera coronación del Reycito, ¡salud! “Pero si ellos están de acuerdo con que se quede el actual Gobierno [de Juancito], perfecto, me parece bien también. Aunque el país no está para dilapidar el dinero en política”.
¡Kaiser, Kaiser!, hoy sábado en una muy humilde casa de barrio se celebró un cumpleaños, los 80 del maestro Chelato, ahí estaba con un pastelito en las piernas, tenía una foto de su gloriosa selección de España 82, ahí estabas en el grupo, el maestro con la mirada perdida de anciano o de niño, sin cargos de conciencia estaba sentado de espalda a unas sencillas cortinas, en una vieja silla de metal, y vos estabas ahí, ese día que el maestro te mandó a la cancha, ese día que para siempre te lanzó a la fama. Aclamado por un pueblo, te llevó a diputado y también a lo que sos ahora. Oíme, en medio de tus altos encargos, apretada agenda oficial y alta gama de vida ¿tuviste tiempo para felicitarlo? Allá en el fondo del corazón, como inventado mil coros y mil alegrías y mil aplausos, sólo se oyó al hijo cantándole esa a veces triste canción de cumpleaños.
¿Recordás cómo se sintió la primera vez que escuchaste el himno nacional, coreado por 35 mil gargantas, y vos con el uniforme de las 5 estrellas y la mano en la H bordada en el pecho? ¡Cuánto orgullo!, ¡cuánta dignidad! ¿Sentís lo mismo recibiendo 120 mil “bolitas” desde la banca del Congreso? ¿Qué se siente ser un mandadero del crimen en vez de un destacado zaguero central o un buen ejemplo para los jóvenes? ¿Qué se siente cuando, no 35 mil gargantas, sino millones gritan “Fuera Joh”? Y a vos te abuchean por tu pésimo juego. ¡Aaaah!, el dinero, el dinero, puede ser un buen aliciente… Se perdió el mejor partido, donde no hay revancha, el mismo que perdió el pueblo garífuna con el tridente de Dinora, Ashanty y Johana. ¡Agudeza!, pregunta Nasralla: ¿cuál es el antónimo de Anticorrupción?
Pero cariño, esto se amplió por la grandeza del maestro, no venimos hablar del mandadero, sino de quien lo mandó y más importante aún: ¿por qué? En esta jugada, “el profe” bien puede ser Ebalcito, nuestro Poeta-Copero, ¿recuerda que se perdió durante las inundaciones? Además, debemos salir de las fronteras para entender el movimiento del Orlandismo, porque ojo, aquí no se trata de quién come, sino de quién lava su plato.
Ese tristísimo momento, cuando varios nacionales estaban siguiendo las elecciones en Estados Unidos, mientras en una escena hollywoodense los hondureños corrían porque Eta entraba al país para romperlo, el gobierno Hernández insistía en rumba, playa, sexo y alcohol; pero eso no es casualidad, la mente de éstos estaba en el norte, allá donde así como los tejados en las villas-miseria se los llevaba el viento, así CNN les decía que Trump perdía y ellos (los nacionales) sintieron que perdieron también y así fue. “Todo en ti fue naufragio” decía Ebal –robándole a Neruda–, mientras sentía que todos los millones de dólares pagados a lobistas republicanos (de nuestra bolsa), se hundían junto a las casitas de las villas-miseria. Un ensordecedor tic tac se activó en el cerebro ruin de los que pensaron le harían una finta la vida.
El gobierno se paralizó y Eta no se detuvo. Los hondureños salieron ayudarse entre ellos, como ha sido siempre, el Killa con los ojos volados repetía los confusos comunicados y en su “tele” pasaba la liga de artes mixtas “Xtreme Fighters Latino”, la población ardía en cólera, nuestra gente en los tejados, casas perdidas, comunidades anegadas, la economía, las ilusiones… Gobierno-Pueblo pensando en prioridades muy diferentes, unos queriendo sobrevivir de la naturaleza, el frío y el hambre, mientras el Reycito y su séquito navegaban su propia desgracia por los votos rurales que en la pérdida alega Trump… los grilletes y el traje anaranjado están sequitos esperando, hechos a la medida.
Aún chorreaban los pantalones y esperanza de la gente, intentando salvar lo que pudiera, cuando Juancito andaba de viaje, ningún gobernante respetable deja a su pueblo en medio de una crisis, pero como este no es el caso nos saltamos el patriotismo, Giammattei en Guatemala podría ser un buen escondite, ya sin la bendición de los gringos y sin Israel, tanto arrastre para nada, sólo hay un problemita: ¡Guatemala arde! En estas periferias del mundo la gente se cansó de los puercos corruptos, “¡esto no va a parar!” gritaba un efusivo protestante; entonces Nicaragua puede ser un buen escondite, un país con algún grado de “relación complicada” con los gringos. ¡Ummmm! ¿Qué necesitamos?
¡El peón aparece! Jaimito de la nada propone un triunvirato de partidos, Liberal, Libre y Nacional, es obvio que ningún partido va aceptar eso, eso es la torre del pandemónium, si ni un partido puede gobernar, ¡imaginan tres! Ni una bolsa de agua va a poder comprar, entonces… ¡Boom! La toca suavecito y deja volar una posibilidad…dejen a Juancito… …dejen a mi señor… igualito aquel subyugado cuando pasó al maestro del lado oscuro en Star Wars ¿Es acaso una propuesta pública de Juan, en la que reconoce estar dispuesto a negociar su salida? Mmm… Lo siento pequeño, el tiempo se te terminó y ya no estás en condición de negociar, te hemos aguantado por años, ahora que seguimos vivos vamos hasta el final. ¡Aguantá un año más! ¡Viví lo suficiente para ser un villano! ¡Vamos! No te quiero rendido Reycito, no pidás clemencia, mantené la soberbia hasta el final del camino, sos el jefe de jefes y hacés lo que querés y al que no le gusta se lo volvés hacer y qué, pué; porque te aseguro algo: el camino se terminó y no es un jugador del 82 que te va a salvar. “Nevermore” es el nombre del cuervo de Poe.
Aquí es donde la oposición debe templarse como el acero frente a un adversario que ha fracasado en todo, ni siquiera sorprende que haya escondido la muerte de más de 3 mil personas, ¡3 mil personas! Imagine que mañana sale y mira un bulevar con 3 mil cadáveres, ¿le parece poco? Este es el momento donde los que aspiran a la gran silla se van de frente, nuestro rey está cansado, perdido y manda su ultimó aullido… de ustedes depende.
El hondureño sigue secando sus trastes, salvando sus televisores y camas, y el caos se asoma a la vuelta de la esquina, los que gobiernan tengan cuidado, un pueblo que lo ha perdido todo no tiene miedo y si no lo tiene ustedes están en peligro. ¡No presionen más! El juego está perdido y vamos 3 a 0, ¡minuto 90!, ya el estadio canta “We are the champions”. ¡Adiós!
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