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HONDURAS/ ¿DÓNDE E’TÁ EL DINERO?, PUEBLO HEROICO Y LA MALDAD DE COPECO

HONDURAS/ ¿DÓNDE E’TÁ EL DINERO?, PUEBLO HEROICO Y LA MALDAD DE COPECO

Pese a la alerta de huracán, el gabinete anunció que el feriado nadie lo paraba, que son los dueños del país, que someten al mismísimo Dios si lo tuvieran enfrente, simulando un Ozymandias de ego y como Ozymandias, sólo polvo y arena son hoy.

 

Lisa Kubiske hace un guiño desde su cómoda casa allá en el norte, ¿recuerdan que en las elecciones de 2013 hizo lo mismo que Fulton en 2017?, y este día mientras miraba en “tele” el triunfo de Biden, ha dejado un mensaje en Twitter, una alerta para sus “amigos en Honduras”.

 

Reflexión

EL LIBERTADOR

redaccion@ellibertador.hn

 

Tegucigalpa. “¡Otra!, ¡otra!, ¡otra!”, y “el Killa” se empuja la quinta birria, el Reycito sol, con la cara roja y un ojo cerrado y el otro medio abierto, grita: –¡Ese es mi gallo jodido!, ¿cómo es que te llamás?, balbucea. Ebalcito, algo sobrio, queriendo leer poesía, –Ya va éste con sus papadas, por eso casi te jode aquella, reclama riéndose el burdo “Tito” con trajecito de militar (como si Halloween no hubiera terminado) y Lisandrito atorado con 15 chuletas con salsa mil islas, sólo traga.

 

Asfurita no pudo ir porque se fracturó la piernita pateando una caja de cartón; en la mesa no caben las boquitas y las viandas entran y salen, así como los reportes ignorados de alerta del huracán. La profe, el educador agrónomo, la hija de votos rurales –que no me acuerdo cómo se llama– y demás piltrafas no entran aquí. –¡Feriado morazánico!, ¡yupiii! –¿Y quién manda pué?, gruñe el Reycito. ¡Salud! ¡Salud! ¡Saluuuud! Sinfonía de narco suena al fondo, truena estridente la espantosa música grupera, un ambiente de esos que siempre, siempre, terminan mal.

 

Como si la estupidez en privado no es suficiente, en cadena nacional junto al gabinete, Madero anunció el lunes que el feriado nadie lo paraba, que ellos son los dueños del país, que someten al mismísimo Dios si lo tuvieran enfrente, simulando un Ozymandias de ego y como Ozymandias, sólo polvo y arena son hoy. Un silencio de muerte recorre el reino, como el silencio en el centro del huracán, justo cuando los vientos arreciarán ahora en contra de las manecillas del reloj para llevarse lo poco que queda en pie.

 

Desde el 29 de octubre, el Centro Nacional de Huracanes de Miami advirtió sobre el peligro de muerte que representaba “Eta” para Honduras, pero los compas de Copeco tenían miedo de desafiar, de enojar al patrón y señor de los cielos hondureños, ellos querían “vive” y “party”, contagio por Covid masivo y culpar a la gente por irresponsables.

 

Como hemos visto en casi una década, nunca les ha importado el hondureño: ¿Por qué usted ha de importarles? ¿De quién son esas muertes? Y los contagios que vendrán después, ¿de quién? Perversamente, dejó de vigilar la ruta de “Eta” y el pago para nosotros es la muerte y perder lo poquito que teníamos. ¿Saben cuánto cuesta hacer algo en este país?

 

Si alguna vez alguien creyó que esto era un gobierno, el gran administrador del Estado, una vez más quedó claro que no, que están borrachos, son necios y mediocres, que las idioteces de los que hoy mandan la pagamos nosotros como pueblo con dinero, con recursos y con la vida; absolutamente paralizados, dando órdenes idiotas, sin liderazgo, la improvisación es la gran ganadora en esta historia, ¿saben qué es una medida de mitigación? Ey Killa, ¿te parece que decirle a un millón de personas que tienen dos horas para evacuar es planificación? ¿Adónde podían ir?, ¿qué equipo los esperaba? Ajá, ¿y los insumos? ¡Y los equipos! Sólo hemos estado los mismos de siempre, usted y yo, salvándonos entre nosotros.

 

“Sólo el pueblo salva al pueblo”, es una bonita línea y totalmente cierta (¿tan pronto olvidaron que surgió cuando el golpe?), pero cuando ciertas personas o instituciones la usan parece que se burlan de nosotros, casi, casi, lindando con lo cándido para no usar un adjetivo de alto impacto, porque nos censura Facebook, somos el que lo aguanta todo y no decimos nada, “el amor todo lo cree, todo lo soporta”; por eso el hondureño educado exige el uso correcto de los recursos del país, por eso las protestas, porque mis impuestos, mi dinero, deben verse reflejados en las acciones para los desposeídos, que son los mismos damnificados todos los días del año.

 

Cómo es posible que salga un improvisado gobernante a pedirle al ciudadano que le preste lanchas y helicópteros, después de ocho años de estar en el “Altar Q”, ¡corran a ese inútil! Nos está matando. ¿Y el presupuesto usado para los militares dónde está? ¿Y el dinero de los programas sociales? Siempre es la misma paja: “Apelamos al noble corazón del hondureño”, ¿y las donaciones de los países cooperantes?, ¡por favor!, ya no se los den a estos criminales, identifiquen los líderes de cada comunidad, les aseguro que van a tener unos proyectos increíbles. ¡Ya días le andan hambre a los fondos verdes! Eso es mala señal.

 

¡Épico! El esfuerzo de los hondureños, civiles, médicos, bomberos, rescatistas, que siempre ponen el pecho teniendo un salario de mierda, policías y militares ayudando hasta los perros, empresarios que sin dudar se fueron de frente a salvar su gente. –Buenas, buenas, mire, hoy fui a vender y con lo que ajustamos venimos a donar, porque todos tenemos que ayudar, dijo una señora mientras con sus dos nietos entregaba una libra de azúcar, una de arroz y una bolsita de café.

 

¡Hermoso! Un pueblo como éste no merece ser liderado por fracasados que lindan con lo más corrupto del continente y del mundo. 27 militares estadounidenses bastaron para desnudar la mediocridad de los verde oliva hondureños, ¡claro!, se necesita maestría en rescate y en catástrofes, no en apagar radares para que pase la droga y los ciclones. Como no es golpear a una mujer desarmada en una manifestación, no saben qué hacer. (PMOP, no se hagan majes, ya nos dimos cuenta que se escondieron).

 

Lo que pasa en Honduras no es accidente o casualidad: es reflejo de una clase política y económica podrida, decadente, parasitaria, que ya no da para más, el olor de este cuerpo enfermo apesta y se debe enterrar. ¡Hondureños! No son los políticos quienes les han ayudado, no son los rojinegro, ni los rojos y los azules peor, ¿ya vieron cómo se escondieron?, ¡cobardes!, “nunca te mojés por alguien que siempre está seco” –dicen los mayores– y comprobamos que es cierto.

 

El trabajo de los medios de comunicación que tenemos un grado de influencia fue maravilloso, alternativos y tradicionales, todos hicimos una sombría contra Juan y su séquito ¡No eran las condiciones! Quitate muchacho la telaraña del sectarismo, vos te vas a ir y terminés donde terminés, no vas a pagar todo el daño que has hecho, cuando algo se te dice es porque estás afectando millones de vidas; ¡es tiempo de avivarse en este país! Es el momento de despertar.

 

Como diría Vallejo, esta tarde llueve, llueve como nunca sobre este país, como si los dioses lloraran nuestra desgracia, algunas personas llevan tres días sobre un tejado y nunca llegó la ayuda estatal, los albergues no pueden más y los médicos saben que en 15 días pagarán el costo. Pero como un emisario oscuro, traigo malos augurios para los que nos han jodido: apaguen el tele, Biden ganó. Lisa Kubiske hace un guiño desde su cómoda casa allá en el norte, ¿recuerdan que en las elecciones de 2013 hizo lo mismo que Fulton en 2017?, y este día mientras miraba en “tele” el triunfo de Biden, ha dejado un mensaje en Twitter, una alerta para sus “amigos en Honduras”… ustedes saben quiénes son. Tic, toc, tic, toc…

 

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