El colapso de la red hospitalaria y forense por muertes del Covid-19 empieza a tener consecuencias, este viernes empleados de la morgue del Hospital Escuela de la capital de Honduras, enviaron un féretro vacío a una comunidad de Talanga, Francisco Morazán, situada a 52 kilómetros al nororiente de la capital hondureña.
Además de indignarse por el error, la familia denunció que se etiquetó a su pariente como un paciente que perdió la batalla ante el Covid-19, asegurando que la causa de muerte fue ajena a la pandemia, un reclamo que se ha vuelto habitual durante la peste en distintas partes del país.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El caos impera en el país y los órganos encargados de hacer prevalecer el orden y la funcionalidad de las instituciones estatales actúan con negligencia. La pandemia de Coronavirus (Covid-19) cobra la factura al pueblo que lleva décadas sin un óptimo sistema de salud y el colapso llegó a un punto muerto.
Por ejemplo, la morgue del Hospital Escuela Universitario (HEU) ya no puede con las autopsias y preparación de los cadáveres, con los homicidios a la orden del día, a pesar del fuerte despliegue policiaco-militar, y con un registro diario de decesos a causa de Covid-19.
Debido a lo anterior, hoy el equipo de medicina forense del HEU envió un ataúd vacío a la comunidad de Jalaca, en el municipio de Talanga, Francisco Morazán, donde supuestamente eran llevados los restos de un hombre de 68 años que habría muerto por la pandemia.
Talanga es una ciudad situada en el departamento de Francisco Morazán, a unos 52 kilómetros al nororiente de la capital hondureña, Tegucigalpa.
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Según el reporte de UNE TV, que transmitió la noticia en exclusiva, el féretro fue llevado hasta el cementerio, en el lugar los voluntarios para realizar el sepelio y familiares notaron que el ataúd no pesaba tanto, por lo que procedieron a revisarlo enterándose del error.
Acto seguido retornaron a la capital, Tegucigalpa y Comayagüela, para exigir una explicación, los encargados de turno confirmaron que el cadáver nunca fue preparado. Además, la familia reclamó que se afirma que su allegado falleció por una condición médica ajena al Covid-19.
En ese contexto, la exdirectora de Medicina Forense, Julissa Villanueva, ha criticado que actualmente se trabaja fuera de los protocolos que existen, irrespetando la dignidad de las personas y del fallecido.
Villanueva asegura también que lo visto con las cifras inexactas del Sistema de Gestión de Riesgos (Sinager), la saturación de pacientes y de laboratorio forenses, marca el desborde del sistema sanitario y la falta de confianza en el manejo de la pandemia.
La especialista forense critica el manejo del Gobierno, ya que “desde el inicio sabíamos que iban haber fallecidos, pero no se preocuparon jamás por habilitar una sala de autopsia en el Hospital Escuela, en donde los patólogos pudiésemos contribuir con la verdad en relación a las muertes”.
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