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HONDURAS/ ODA A LOS CHISMES DE OMAR Y ¡MARVIN PRESIDENTE!

HONDURAS/ ODA A LOS CHISMES DE OMAR Y ¡MARVIN PRESIDENTE!

¡Aaaaah!, grupos de poder, qué afortunados han sido, un día la oposición del país no será familia de Uds. ni habrá ido a sus colegios, no conocerá sus ambientes, ni se casará con sus hijos e hijas, ni les deberá favores, ni temerá secretos, ni será bendecida por el cardenal, tampoco será escoltada por sus militares, ni las páginas rosa de los medios tradicionales la exaltará. ¡Teman cuando eso pase! El terror eterno vivirá entre Uds…. o en sus hijos y nietos.

 

Reflexión

EL LIBERTADOR

redaccion@ellibertador.hn

 

Tegucigalpa. Los primeros diez violines irrumpen, ocho más se suman; seis violas y cuatro violonchelos complementan la escena. Los dedos se deslizan sobre los dos contrabajos como navajas sobre el cuello, un familiar del clarinete se escucha claro y fuerte: el Corno di bassetto está aquí y lo acompañan dos fagotes y dos trompetas, la vibración en los labios de los intérpretes hace estremecer los tres trombones… y desde la antigüedad nos llega un timbal y finalmente el soberbio órgano complementa magníficamente la obra. ¡Wolfgang Amadeus vive! Y  Réquiem en re menor KV 626 se ejecuta como nunca en Spotify.

 

Y los ángeles enternecidos, conmovidos por la grandeza del hombre, lloran y ríen y lloran, cuando entran los trombones al ritmo de la ira de Dios. Los cielos enlutan y la lluvia cae sobre los vivos y sobre los muertos. Mozart en trance absoluto se agita, con la obra que creyó sería su funeral… y lo fue… y todo el que escucha es bendito por la gracia divina de una vida entregada a las artes, a la grandeza, a una de las expresiones más sublimes de la humanidad. ¿Merezco semejante obra? Pensé…

 

Pero la vida da sorpresas. Mi alma errante llevada de los cielos a los infiernos, un imponente Caronte que me pide el óbolo para el pago y transportarme en la barca y yo con las dos monedas devaluadas por el negligente Banco Central de Honduras, quedo en deuda con el barquero y como castigo pena horrorosa: veo un batallón de hombres y mujeres que visten de blanco, enfrentan la muerte y, de cuando en cuando, le ganan una vida y a veces pierden, sin insumos en los hospitales, ni personal suficiente; cansados al extremo.

 

Juramento hipocrático clavado en el pecho: “Desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad. La salud y la vida del enfermo serán las primeras de mis preocupaciones”. La imagen de un muchacho sudado de llevar cadáveres es la gráfica de la Honduras que hoy vivimos, mientras llora y se pregunta “¿Cómo quieren que no llore? Llevaba cinco cuerpos y me dijeron que llevara el sexto, pero les dije que no estaba muerto y me dijeron que ya pronto lo estará; no podemos hacer nada por él”.

 

Aún no terminaba—. El Colón 2.0 del siglo XXI, Omarcito, al más puro estilo descubriendo el agua tibia, ¡encontró camas vacías en un hospital! Y como doña barriobajera, llena de envidia porque la hija de la vecina es más bonita, corre y corre para decirle a la vecindad que la muchacha está embarazada. ¡Amo, amo, amo! Mi reycito querido, encontré camas en el hospital, mi precioso, nadie las está usando, mi precioso, podemos despedirlo, digo, no más lo sugiero (con acento viperino), mi precioso, Ud. es quien manda y yo sirvo—, chillaba malicioso como un escurridizo Sméagol. Y el reycito lo ve de reojo y, con tres pelos en la barba depresiva, sonríe complaciente con el sirviente de espalda gelatinosa.

 

Pero cuidado se confunde, Omarcito no sólo envidia, también lo desea todo y no esconde que ha querido todas las instituciones públicas “con robusto presupuesto”, claro, un empleo privado no quiere, ahí se trabaja mucho y se gana poco, es tan miserable el alma que ante la incapacidad de cualidades idóneas, reconoció que su “estrategia” fue criticar al Reycito, dándole “duro” para que lo escuchara y lo hiciera parte del gobierno. Y lo logró. Omarcito es el arquetipo del funcionario hondureño: pernicioso, ambicioso, exuda una ignorancia terriblemente profunda y dolorosa.

 

Sin duda que los “4 años más” han dado la maravillosa oportunidad para que una manada de idiotas gobierne, gente que sin contexto militarista y horroroso desprestigio gubernamental, jamás hubieran puesto sus sucios pies en una institución pública, ¡jamás! ¿Qué nos falta?: ¡Marvin presidente! En una fantasía cuasi eso, mágica, cuasi espantosa, es lo único que falta en el reino de los pencos. La diferencia entre el mediocre y el imbécil es que el segundo es capaz de matar, si, liquidar físicamente a un ser vivo. Uds. sabrán en qué lugar están estos.

 

Y obligado a seguir viendo, entre ráfagas de la bestialidad cómo es sometido el sistema educativo, el 50 por ciento de la estructura física en el suelo y buques de guerra nuevos llegando a nuestras costas, listos para cargar más droga y apagar los radares, ¡pero con el pobre!, mmmm, de golpe en golpes por una gallina para comer, por la libertad, por la educación, donde una niña de 13 años gritó: “¿por qué Juan Orlando manda a los chepos (policías) y no viene él a arreglar este pedo?, ¡hey, ni sillas tenemos viejo hijo de la gran puta!”. Y manos asesinas estrangularon a Soad Nicole Ham, luego tiraron su cuerpo en un basurero cerca de su colegio. Ven, a lo macabro que bajan los idiotas para quitarle los problemas al jefe y asegurar la chamba.

 

Visiones de un espectáculo centenario que termina en tragedia diaria, de país con medios de comunicación con más similitudes a “reality shows”, pichingos y pichingas maquilladas al extremo que simulan hacer periodismo, corren como cerdos desvergonzados ante la mínima expresión de “cariños”, dejando a un lado la responsabilidad de la profesión que sólo conocieron como buen negocio: o se defiende los intereses de la mayoría de hondureños o la de los poderosos, ellos ni siquiera tienen que tomar una decisión. ¿Ya se tomó su Maiz y su Catracho? ¿Hasta dónde tienen que humillarse por un par de pesos o fortunas con zozobra? Y lo peor: aunque se acumule dinero, la barriada se lleva en el pecho y en la mente. Las tarjetas de crédito y las billeteras no hablan ni tienen la ética de Séneca. Ni la felicidad de Fernando mientras vaga en el bulevar Morazán de Tegucigalpa.

 

Con políticos como Ramos Soto, después de una vida descompuesta por ambiciones oscuras, petulancia de creer ser un “magnífico” y la realidad es que políticamente fue un fracaso, él y sus cervecitas heladas y no bastado eso, no siendo suficiente, ya que lo hemos cargado una vida y pesa, pide destruir la educación pública en un suspiro de sobremedicación, seguramente; una oposición incapaz de ganar una sola jugada en la partida de ajedrez.

 

¡Aaaaah!, grupos de poder, qué afortunados han sido, un día la oposición del país no será familia de Uds. ni habrá ido a sus colegios, no conocerá sus ambientes, ni se casará con sus hijos e hijas, ni les deberá favores, ni temerá secretos, ni será bendecida por el cardenal, tampoco será escoltada por sus militares, ni las páginas rosa de los medios tradicionales la exaltará. ¡Teman cuando eso pase! El terror eterno vivirá entre Uds…. o en sus hijos y nietos.

 

En silencio, Caronte me observa y, aunque no lo acepte, sé que también le duele esta Honduras. El viaje ha terminado, el Réquiem ha concluido. Me despierto y sé que todo fue un sueño, levanto el celular y el bucle continúa interminable: “Omar Rivera: ¡Indignante! Que en medio de la pandemia haya más de 50 camas vacías en el HEU”. Y no entiende el porqué están vacías. Lacrimosa se ejecuta de fondo.

 

Bonus track: Lo siento si esperaban que hoy los hiciera reír. Despertar no es un chiste. La salud y la vida de nosotros como nación, está en nuestras manos, hoy.

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