Este lunes, a tono con la peligrosa apertura económica, el gobierno inició el pago de 3,500 millones de lempiras por décimo cuarto salario a unos 260,000 funcionarios y empleados públicos; por su parte, el abatido sector privado cancelará por el mismo concepto 2,500 millones, toda esta masa de dinero empezó a circular en la economía.
Los ingresos de los trabajadores hondureños, según estadística histórica, se quedan en tres sectores: sistema bancario, sector comercial y prestamistas informales que atienden las necesidades inmediatas de los obreros del ámbito público y privado.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. En una semana como esta, pero sin reapertura económica al filo de la navaja, ni hospitales colapsados por un virus ascendente y mortal, el año pasado, el viernes 7 de junio a las 2:00 de la tarde el gobierno empezó a pagar un total de 3,000 millones de lempiras por concepto de décimo cuarto salario a cerca de 240,000 funcionarios y empleados públicos. Los pagos de los burócratas se otorgaron durante tres días que terminaron el martes 11 de junio.
Aunque desde 2015 no está actualizada la página oficial del gobierno que indica su estructura laboral, se estima que en 2020 trabajan alrededor de 260,000 funcionarios y empleados públicos en la administración del Estado de Honduras que recibirán a partir del próximo miércoles 3,500 millones de lempiras como pago del décimo cuarto salario. El pago total del gobierno en este mes andará en alrededor de 7,000 millones porque también concederá el pago normal que corresponde a junio.
El decimocuarto salario fue aprobado mediante Decreto 135-94, el 12 de octubre de 1991, como medida de compensación social y debe ser pagado en el mes de junio de cada año.- De acuerdo a la Secretaría de Finanzas, la cancelación se realizará con base a la entrada de las planillas al Sistema Integrado de Administración Financiera (Siafi), y los fondos para cubrir esta responsabilidad presupuestario proceden de las recaudaciones tributarias, o sea, lo paga el pueblo hondureño.
Finanzas dijo hace unos días que esta salida extraordinaria de dinero público, este año dependería del comportamiento de las recaudaciones tributarias, que han venido cayendo desde marzo anterior, debido a la parálisis económica por la pandemia del Covid-19, y que ha llevado al gobierno a proyectar el peor de los escenario, tanto así que podría sufrir una pérdida de ingresos hasta de 20 por ciento a finales de 2020.
A mediados de marzo, el promedio de ingresos diarios por impuestos era de 188 millones de lempiras diarios, sin embargo, tiempo después la recaudación cayó de manera aproximada a 70 millones de lempiras diarios. Aun así, la titular de Finanzas afirmó que la decisión del gobierno es pagar el ciento por ciento del décimo cuarto salario.
SECTOR PRIVADO EN EL SUELO
El sector privado cada vez tiene menos participación en la economía nacional, un ejemplo, lo que pagará por concepto de décimo cuarto salario en 2020, según sus ejecutivos, sumará alrededor de 2,500 millones de lempiras, en términos comparativos apenas representa el 30 por ciento de los ocho mil millones de lempiras que otorgaron por el mismo compromiso en 2008, según consta en datos históricos del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).
No sólo se trata de la pandemia viral que ha dejado 500 mil nuevos desempleados sólo en el sector formal de la economía, según el presidente del Cohep, Juan Carlos Sikaffy, desde el golpe de Estado en 2009 a la fecha, la decadencia del sector privado hondureño es evidente en bajísima inversión y, en vez de seguir con el discurso de la inversión extranjera que nunca llegó, debería centrarse en evitar que siga marchándose la poca que aún queda, y generar en verdad importante inversión con capital local.
En las últimas dos décadas, el sector privado hondureño jamás superó a las importaciones con sus exportaciones, todo lo contrario, la baja producción del país arroja una línea roja permanente durante los últimos veinte años en la balanza de bienes, cada vez es más dramático, las exportaciones apenas llegan a un promedio anual de 4,600 millones de dólares y las importaciones superan los diez mil millones de dólares.
Incluso, los hondureños marginados y expulsados por falta de oportunidades en Honduras, ya superaron a todo el sector privado nacional con todos los privilegios habidos para que produzcan y acumulen riqueza, porque las remeses enviadas a sus familias se sitúan cada año por encima de cinco mil millones de dólares.
Está tan alicaído el gran sector privado que la mayoría de sus trabajadores no recibirá completo su décimo cuarto salario este mes de junio debido a la crisis económica generada por la pandemia del Covid-19, según Sikaffy. De acuerdo con un análisis del sector privado, de los 10,000 millones de lempiras que se esperaban este año en circulante por el pago del décimo cuarto, se perderán unos 4,000 millones que dejarán de pagar las empresas.
Esos 4,000 millones que no pagará el sector privado en 2020 están representados en ese 40 por ciento de trabajadores ahora en crisis, los 200,000 suspendidos por tres meses que solo van a recibir 67 por ciento de su bono y los que perdieron el trabajo definitivamente, que de acuerdo a Sikaffy ya suman 500,000 hondureños que entraron a categoría de desocupados.
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