«Están sacando a la gente en camillas. Por favor, Dios, haz que todos salgan adelante, esta noche debía ser una noche de diversión. Un minuto más y hubiéramos sido disparados o algo peor», escribió uno de los sobrevivientes. Antes de actuar, el tirador hizo una llamada al 911 en que rendía pleitesía al Estado Islámico, lo que apunta a que se trate de un lobo solitario.
Agencias / EL LIBERTADOR
Miami. Un hombre identificado como Omar Mateen ha asesinado a 50 personas al disparar indiscriminadamente contra los presentes en un local gay de Orlanda. Hay al menos 53 personas heridas.
Antes de actuar, el tirador hizo una llamada al 911 en que rendía pleitesía al Estado Islámico, lo que apunta a que se trate de un lobo solitario.
La organización terrorista ya se ha atribuido oficialmente el atentado, el peor cometido en Estados Unidos desde el 11-S
«Creo que nadie supo lo que pasaba hasta que vieron personas en el suelo sangrando y oyeron a la gente gritar».
Así describía la escena un hombre que estaba en Pulse, el club nocturno de la ciudad de Orlando, Florida, donde al menos 50 personas murieron en la madrugada del domingo por un tiroteo masivo, el más letal en la historia de Estados Unidos.
«Había un chico tirado en el suelo que tenía un disparo en la espalda, lo puse contra mis hombros para ayudarle, cogí mi pañuelo y lo usé para tapar el agujero de bala y así detener la sangre».
«No quería que se desangrara, había sangre por todas partes…», continuó el testigo, quien también vio a una joven que había sido alcanzada en un brazo, a quien llevó fuera en un intento de que se mantuviera despierta.
A medida que van surgiendo los estremecedores relatos de los sobrevivientes, en la tarde del domingo fueron revelados los primeros nombres de las víctimas fatales del ataque.
«Incluso desde la calle todavía podías oír los disparos», prosiguió el hombre, que pensó que debía haber más de una persona disparando porque el tiroteo era constante.
«Era como estar en un centro de tiro donde lo único que oyes es: ‘¡Bum! ¡bang!’. No puedo ni describirlo, fue muy difícil ver en la vida real una situación tan horrible», relató visiblemente emocionado.
El hombre habló de los primeros instantes de conmoción, cuando la gente empezó a darse cuenta de lo que estaba pasando: «Cuando estás en un bar realmente piensas que es la música».
«Hay tres ambientes distintos donde están poniendo música diferente: hay un sonido en el patio, otro sonido dentro en la zona principal y otro donde estaban bailando los go-gós».
«Con tres tipos de música diferente sonando al mismo tiempo, ¿cómo puedes saber lo que es cada cosa?»
Otro de los presentes, Anthony Torres, grabó las escenas de conmoción e intervención policial a las afueras de la sala.
«Vámonos, vámonos», le decía su acompañante mientras Torres murmuraba: «Apenas salimos de allí, es una locura».
Posteriormente, Torres escribió en la red social Facebook sobre su experiencia.
«Disparos en Pulse, Orlando… acabábamos de salir ¡cuando empezamos a oír disparos! La gente está gritando que hay muertos, qué locura…»
«Están sacando a la gente en camillas. Por favor, Dios, haz que todos salgan adelante, esta noche debía ser una noche de diversión. Un minuto más y hubiéramos sido disparados o algo peor», escribió Torres.
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